CAZADORES

CAPÍTULO 1

Renuncia de derechos de autor, todos los créditos de los personajes que aparezcan a continuación a sus respectivos creadores.

En un lugar apartado de la ciudad, más específicos en un bosque cercano a unas montañas se encontraba cierto joven con una apariencia algo peculiar.

-Este se ve perfecto- diría el joven mirando de frente hacia un árbol con un hacha en la mano.

De esta forma empezando a talar el mismo para luego dividirlo en partes con la intención de llevarlo a su hogar.

Luego de unas horas vemos al joven transportar leña en su espalda, llegando así a una cabaña cerca de un pueblo.

-¡Ya llegué!- diría al entrar sin embargo nadie respondería.

El joven que vestía un abrigo, un gorro, unos guantes con unas botas para nieve y pantalones algo viejos pero ideales para el invierno solo caminaría hasta llegar al lado de la chimenea y colocaría en orden la madera para encenderla y aprovechar el calor que le daría.

-Listo, solo falta ver qué comeré- decía con una sonrisa para si mismo quitándose el gorro dejando ver su cabello con una forma similar a la de una palmera.

Él caminaría hacia la cocina y daría con que ya no le quedaban pan ni té por lo que soltaría un suspiro.

-Supongo que tendré que ir al pueblo- así este tomando de nuevo su gorro y su abrigo saliendo rumbo al pueblo.

En el pueblo

Luego de unos minutos llegaría a un pueblo pequeño saludando a varios lugareños que se alegraban de ver al joven.

-¡Hola Goku!, ¿Cómo has estado?- le preguntaría un hombre algo anciano al verlo llegar.

-Estoy bien, ¿Y usted señor Hanzo?- respondería con una sonrisa.

-El negocio marcha bien así que no me quejo- diría el individuo ahora conocido como Hanzo.

-Me alegra oír eso, me puede dar algo de pan y unas galletas- diría Goku sacando una bolsa que guardaba su dinero.

-Claro, pero no necesitas pagar este lo invita la casa- diría Hanzo entregándole su pedido.

-Muchas gracias señor Hanzo-  tomando el producto se retiraría del lugar.

-"Otra noche tranquila en el pueblo"- pensaría el joven.

Eso estaba por cambiar

Luego de hacer las compras volvería a la cabaña y después de cenar encendería una vela en un pequeño estante dónde se encontraba una foto de un hombre anciano sonriendo.

-Buenas noches abuelito- diría Goku para luego ir a dormir.

Más tarde en la noche se escucharían ruidos extraños a las afueras de la cabaña haciendo que Goku despierte pensando que era un animal salvaje.

Se pondría su abrigo y saldría afuera esperando ver algo pero lo que se encontró lo dejó sin palabras.

Encontró un ser de aspecto terrible que estaba cubierto de sangre intentando entrar por una de las ventanas de la cabaña hasta que se dió cuenta de la presencia del joven.

-Vaya, vaya, que tenemos aquí- diría con una voz raspada y escalofriante.

El joven se pondría alerta ya que sentía la sensación de muerte en él.