WHILE WE'RE STILL YOUNG AND FEARLESS [LSDLN CAST FANFIC]

CAPITULO I (Parte I): Una Revelacion

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ARGENTINA (2 AÑO DESPUÉS)

Matias se levantó agitado de su cama, sus mechones castaños estaban cubiertos de sudor. Podía sentir los latidos de su corazón palpitar sin cesar, y todo su cuerpo estaba temblando, pero no era precisamente por el frío de la mañana. Aun sentía que seguía en el sueño, la tenue oscuridad, acompañada del silbido de la muerte misma susurrarle cerca de su cuello. Pero cuando se percató de que estaba en su cama, se fue calmando poco a poco, llevándose una mano al pecho y botando un suspiro de alivio, mientras recobraba el aliento.

La misma pesadilla lo volvió a atormentar de nuevo.

Apoyando su mano sobre su frente empapada, cerró los ojos y trató de recordarse otra vez lo que siempre se decía a sí mismo cuando tenia una pesadilla.

"Yo tengo el control...yo tengo el control...Nadie me puede dominar, excepto yo" cada vez que terminaba la oración, respiraba profundamente, tratando de concentrarse solamente en el viento helado llegaba a su nariz "Yo tengo el control" exhalo. Así fue por unos minutos, hasta que sintió su cuerpo totalmente relajado. Había funcionado, otra vez.

Una vez en calma, abrió instantáneamente sus sus ojos, mirando a su alrededor, confirmando lo que ya veía venir.

Su "cuarto"estaba hecho un desastre, parecía ser que lo hubieran bombardeado mientras dormía: las repisas que antes estaban flojas, por fin se zafaron, y lo que quedaba de ellas, estaba a los costados de su cama (Probablemente habían salido disparadas); del lado izquierdo, donde hacía algún tiempo se suponía era el aramario de roble oscuro, ahora tenía un hueco que fue producido por el soporte de la lámpara que se fue en dirección hacia allá, generando un impacto atroz. Incluso varías astillas de madera se zafaban como cántaros de hielo; y para terminar, del techo había hecho caer pequeños trozos de concreto. Varios de estos, cayeron sobre su cama, destruyendo algunas partes de ella como las patas de esta últimas. Mientras que otras habían caído sobre una taza que había encontrado abandonada hace algunos dias en el polvo de la cocina. Ahora se hallaba hecha añicos en una pared que estaba al frente suyo.

Matias seguía impresionando del hecho de no haber salido herido mientras dormía, o tal vez muerto.

"No otra vez..." suspiró al terminar la oración, como si fuera algo habitual de todos los días, lo cual lo era. Luego se levantó de la cama, y con sumo cuidado, caminó sin pisar el resto de concreto y porcelana que había dispersado en el suelo. Matías comenzó a recoger cada uno de los pedazos, mientras se cortaba con algunos trozos en el proceso "Sos un pelotudo" se murmuraba a si con mucho desprecio y fastidio, mientras terminaba de recoger el último pedazo que le faltaba. Los cuales los botó en una funda plastica de basura que se hallaba a un extremo de la pieza, donde fue depositando los restos del objeto, apilandolo junto a otras cosas que ya había roto con anterioridad.

"No podes hacer nada bien?" Se preguntaba a si cansado y con un tono de irritación mientras miraba las cosas que había desechado "Por solo una pelotuda vez?". Detestaba levantarse y tener que volver a hacer la misma rutina todos los días. Para el muchacho ya era casi costumbre que cada vez que tenia una pesadilla de esa magnitud, su "Maldición" se desataba como un huracan, arrasando con todo lo que había a su alrededor.

Al terminar, levanto la lámpara que estaba tirada, y la coloco a lado de la mesa de noche maltratada para que, según él, "No perdiera la elegancia".