WHILE WE'RE STILL YOUNG AND FEARLESS [LSDLN CAST FANFIC]

CAPITULO I (Parte II): El Hombre de la Capucha

"ⱽᵒˡᵛᵉ ᵃ ᶜᵃˢᵃ...ᵗᵒᵈᵒˢ ᵗᵉ ᵉˢᵗᵃᵐᵒˢ ᵉˢᵖᵉʳᵃⁿᵈᵒ"

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Las nubes estaban grisáceas y pálidas ese día, dándole un toque de penurias y de misterios, varios techos estaban agrietados, muchos ya no tenían incluso hasta techos, dejando al descubierto los interiores destruidos de las casas. Matías corría con todas sus fuerzas por los tejados, mirando por donde pisaba. Se cruzó con ladrillos dispersos, casi tropezándose, saltaba de techo en techo, se sentía como un gato callejero solitario, mientras el viento helado chocaba contra su cara, pero eso no lo detenía.

Volteo a ver atrás y se dio cuenta como perdía de vista a los Vigilantes, a Matias se sentía imparable, no podía negar que correr encima de los tejados, lo hacía sentir un sentimiento que había olvidado por mucho tiempo: Ser un niño.

La desventaja que les llevaba era demasiada. El muchacho siempre se caracterizo por tener buenas piernas para poder correr, no por algo ganaba muchas carreras. Le decían que era un maquina imparable, porque nunca permanecía quieto o en un mismo lugar.

Seguia acelerando el paso, siendo confortado por los recuerdos de los victoreos, los pequeños coreos de fútbol que sus amigos le recitaban a barra en esas competencias de calle. Casi podía sentirlo cuando saltaba de diferentes alturas de los techos, se sentía invencible, como si le brotaran alas. Cuando corría por los tejados, quería dejarse sentir los sentidos de libertad, hubiera deseado hacerlo. Pero esto era la realidad, esta era las nuevas calles que el ahora tenía que recorrer por su cuenta, lo otro, ya no existía más.

Fue entonces que tuvo que completar la última parte de su plan improvisado: Desaparecer de su vista.

Matías sabía dónde estaba llendo, acordándose que al final de las múltiples casas que habían por la zona, había un callejón donde antes solía estar el basurero de un restaurante que el chico solía ir para ver que nomás podía tomar. En dicho lugar, se hallaban apiladas diferentes cajas de madera, junto a fundas negras, y otras muchas que eran lo suficientemente grandes como para que una persona pudiera quedar sin ningún problema.

Cuando llego al final del último techo, volvió a mirar atrás, viendo como ya se acercaban. Así que, se agarro de un tubo y comenzó a deslizarse por el, y una vez que lo termino de recorrer, comenzó a descender hacia las cajas, tratando de no hacer el menor ruido posible.

"A la mierda el baño de hoy"se dijo a si mismo Matías sin importarle.  Una vez abajo, comenzó a escarbar entre las cajas, escuchando pasos acelerados cada vez más cerca. Matías se apresuró en introducírse hasta el fondo de una de las cajas, que también estaba acompañada de unas bolsas negras plásticas, que el muchacho suponía que muchas de ellas, eran basura, ya que el olor que desprendía, era asqueroso, teniéndose que tapar la nariz para no olerlo.

Entonces guardando el menor silencio posible, permanecio inmovil , y una vez que escuchó como las estruendosas pisadas pararon, supo que ya estaban en el filo del techo.

"A donde se habrá ido el chabon?" Se preguntaba uno de los soladados a si mismo, mientras escuchaba pasos leves sobre el techo. Matías sentia miedo y no pudo contener las ganas de temblar, mientras se tapaba la boca con las manos.

"A lo mejor es invisible" inquirio el segundo soldado "Y está al frente de nosotros, solo que no nos damos cuenta". Matias sentía los segundos convertirse en minutos cuando hubo minutos de silencio, donde el sonido del viento era lo unico que se escuchaba, respirando entrecortandamente.

Y entonces, se oyeron disparos, provenientes de arribas, algunas balas cayeron hacia donde el permanecía escondido, pero seguia obligado a quedarse quieto, a pesar de que las balas amenazaban con asesinarlo en cualquier momento, no podía dejarse ser descubierto. Así que si ese era el fin de su parada, no tenia mas que otra que afrontarlo.