cap.2 "dudar"

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14:32p.m

Tomé un poco de agua y me dirigí al set de grabación de nuevo. Teníamos que grabar la parte del baño.

- Acción!

Llegamos al baño y antes de entrar le dije:

- Laura me llamo. -entré y traté de sacar la mancha pero no salía, obviamente.- la puta madre que lo parió -dije frustrada. Abrí la puerta del baño creyendo que el pibe ya se había ido-

- Salió? -dijo preocupado-

- No, no ves? Es Fernet, obvio que no va a salir -le hablé mal-

- Perdón, tomá, sácate eso y ponete mi remera. -se sacó la remera, dejando a la vista su abdomen y no pude evitar morderme el labio inferior.-

- Hijo de puta.. -susurré. Eso no estaba en el guión.-

Me quedé embobada viendo todo lo que se estaba guardando Enzito, estaba re bueno. Creo que ya no lo odiaba tanto, dea JAJAJA

Me dió la remera.

- No hace falta, posta. A parte, no te podés quedar así -traté de devolversela-

- No, enserio, ponetela. Me siento culpable y no quiero que te enfermes por andar con el top todo mojado. Yo soy amigo del que hizo la fiesta, le pido otra remera y ya está -se rascó la nuca y me miró, incómodo pero restándole importancia-

- ...Gracias entonces, aunque no era necesario.. -lo miré a los ojos- bueno, me voy a cambiar. -sonreí y cerré la puerta.

- Corte!

Salí del baño y le tiré la remera a Enzo. Vimos la toma y me puse colorada al ver que se escuchó cuando dije "hijo de puta" y me mordí el labio.

- Epaa, me parece que eso no estaba en el guión -se burló el estúpido de Enzo-

- Sos un tarado -le pegué en el hombro-

- De todos modos lo vamos a dejar porque quedó bien -se rió Robert-

Más tarde grabamos un par de escenas más y nos liberaron, tenía mucho cansancio y lo que más anhelaba era acostarme en mi cama.
Cuando salimos del estudio traté de pedir un Uber pero mi celular estaba muerto, asique me frustré.

- La puta madre, no me podés abandonar ahora -hablé enojada al celular-

- Qué pasó reini? No tenés en que volver a casa? -dijo Enzo apareciendo detrás mío-

Rodé los ojos.

- No, mi celular murió. -hice un mini puchero mirando al cel-

- Te llevo yo -habló mirándome a los ojos de una manera intensa-

Sentí como mi corazón se aceleraba y mi respiración se agitaba, Enzo me ponía los pelos de punta y eso nunca lo había sentido con ningún chico. Cada vez que conectábamos miradas sentía como todo mi cuerpo se helaba y exitaba al mismo tiempo, aunque me costara aceptarlo, me atraía solo un poco, quizás.

- Está bien -dije resignada, ya que no tenía manera de volver.-

Nos subimos a su auto y pronto sentí el aroma de su perfume, era un perfume de hombre bastante intenso pero rico. El ambiente se sentía súper cómodo y el auto era hermoso.

- Necesito que me pases tu ubicación así la pongo en el GPS -habló mirando el celular-

- Bueno -le pasé mi dirección y arrancó-

El viaje al princio era incómodo, ninguno hablaba y estaba todo muy silencioso. Después estiré la mano para poner música pero me vino a la mente un flashback de mi novio. Este se enojaba cada vez que ponía música que me gustaba y me gritaba que la saque. Rápidamente corrí la mano y me sentí incómoda.

- Poné música si querés, no me molesta -me miró y sonrió-

Le devolví la sonrisa y puse Tini. Me copé con las canciones y cantaba de vez en cuando.

- Además de actriz, tendrías que ser cantante -se rio-

- Sos un bobo -me sonrojé-

- En serio te digo, cantás lindo -me guiñó un ojo-

- Ya llegamos Enzo, esa es mi casa -cambié de tema- gracias por traerme, nos vemos -me bajé del auto lo más rápido que podía y antes de entrar a casa me fijé de que se haya ido, no quería tener problemas con Fausto, mi novio.-

Cuando entré lo ví en el sillón, muy concentrado en el celular. Desde hace tiempo sospecho que me mete los cuernos, pero no me animo a enfrentarlo, siempre me trata de loca y me maltrata.

- Hola mi amor, ya volví -sonreí-

- Hola, me alegro -me contestó seco-

- Te pasa algo?

- Por qué mierda no me contestabas los mensajes? Estabas con otro? -dijo enojado-

Siempre era así, es un tipo tóxico y muy celoso, casi ni tengo amigos porque a él no le gusta, siempre le parece que todos me quieren encarar.

- Qué? No, como podés pensar algo así -hablé indignada- se me apagó el celular cuando terminamos de grabar.

- Quién te trajo?

- Me trajo Roberto, me hizo el favor -le mentí, si se llegaba a enterar que me trajo Enzo me mata.-

- No te creo.

- Podés dejar de desconfiar un poco? Me tenés harta Fausto! Me voy a dormir, estoy cansada. -me fui a las escaleras-

- No me dejes hablando solo! Seguro hoy ya anduviste de trola con alguno de los tipos con los que trabajás. Siempre lo mismo. Sos una regalada.

- De dónde sacas todo eso? Sos un enfermo. No te aguantos más. -subí rápido las escaleras pero me alcanzó-

Me agarró fuerte del brazo.

- Soltame Fausto, me lastimás -gemí-

- Enfermo me decís a mí? Que sea la última vez que me hablás en ese tono. -me pegó una cachetada- te la mereces.

Me quedé con los ojos abiertos y llenos de lágrimas, mirándolo a los ojos. No podía creer en lo que se había convertido. De ser el amor de mi vida pasó a ser mi peor pesadilla, lo odiaba y amaba al mismo tiempo. La sensación de ardor quedó en mi mejilla y me quedé en shock unos segundos para asimilarlo. Era la primera vez que me pegaba, nunca pasaba de unos empujones.

Le dí una última mirada y me fui a mi habitación, cerré la puerta con llave y me recosté, pensando en todo y a la vez en nada. Procesando lo que acababa de pasar, seguro me iba a quedar alguna marca. Sentí un sabor metálico en la boca, me había roto el labio. Fui al baño y me miré al espejo, las lágrimas brotaron devuelta, me lavé la cara y me senté en el suelo frío, lloré hasta cansarme y me acosté en la cama. Escuché a Fausto salir, seguro se fue con la otra, pero en ese momento no me importaba, solo quería estar lejos de él.

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⏰ Última actualización: Jan 31 ⏰

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