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La semana se había pasado volando y ya era viernes. Habíamos hecho cosas con los chicos como ir a merendar, tomar mates en la sala común del edificio, ver pelis con Blas, Pipe y Ramusio entre otras cositas. Nos veíamos solo por la tarde ya que ellos ensayaban y nosotras nos la pasábamos adelantando prótesis y probando técnicas.

Mientras, Celeste y yo ya éramos culo y calzón por obvias razones. Nos estábamos conociendo mucho y me hacía cagar de la risa, era una mina bastante hilarante y extrovertida. Tratábamos de coincidir con los chicos para tener esa sensación de grupo porque aunque habían pasado 2 semanas y medio yo ya estaba extrañando muchísimo a mi familia. Hablaba con ellos de vez en cuando y con Delfi, que me hacía mucha falta y yo a ella. Pero así es la vida adulta (una mierda) con oportunidades lindas.

Iba casi corriendo al lugar donde ensayaban los chicos a buscar a un par de victimas para llevarme a maquipelo, teníamos varias prótesis por hacer y la verdad que yo ya me quería rajar.

- Wolf, Caruso. Vienen conmigo- dije abriendo la puerta dramáticamente.

- Emmm ¿vos estás segura negri?- dijo Juani, que estaba acostado en el sillón leyendo el guion que se tenía que aprender.

- Dale nene, movete- dije tirándole de las patas- tengo una pierna rota que terminar viste, nosotras si laburamos.

- Ey ey ey, más respeto con las estrellas de la película- dijo Kuku señalándome acusadoramente.

- Uf, sisi, claro. Tomas vos también venis conmigo que te tengo que probar las orejas a ver cómo están quedando.

- Pero la puta madre ya se me desgastaron de tanto ponerme esas cosas.

- ¿Y a este que le pasa?- dije mirando a Fran, que estaba dormido en una silla medio alejada. Desde el día del ascensor me había quedado una sensación extraña, nerviosa. Pero igualmente le ponía onda para agarrar confianza con él porque íbamos a estar horas juntos, literalmente hablando. Sin embargo, cada vez que lo miraba había algo que me hacía sentir rara. "Atracción" se me vino a la cabeza, ¿que carajos me pasa?

- Se durmió, otra vez, lo llega a ver Jota y lo va a mandar a hacer 3 rondas de entrenamiento más.

- Bu- dije bien cerca de su oído.

- ¡Ay! Dale boluda, me queres matar- dijo saltando sobre el asiento mientras se acomoda.

- Vamos loco, a laburar, que es esto un criadero de vagos- dijo Celeste, entrando al lugar- A ustedes dos veces los llamaron va va va muévanse.

- Gracias, al fin alguien que pone orden acá.

- Apúrate que me quiero ir a la mierda, necesito una siestita.- dijo mientras saltaba yéndose.

🪻

Recién llegaba al edificio después de salir a correr. Me encantaba. Me despejaba muchísimo y encima por el laburo le ponía onda en hacer ejercicio. A veces hasta iba a entrenar al gimnasio del ultimo piso, cuando no estaban los chicos claramente.

Había recorrido un montón corriendo estos últimos días y la verdad que no podía estar más enamorada de la ciudad en la que me hospedaba.

Me había ido a bañar y mientras me estaba haciendo mi skincare y demás me llamo mi mamá. Hablamos un rato, nos contamos cosas de mi familia y yo del trabajo y de mis nuevos compañeros. La extrañaba muchísimo a pesar de que vivíamos en casas separadas en Buenos Aires. Toda nuestra charla iba re bien hasta que pasó lo que no quería que pasara, demasiada paz había tenido este último tiempo.

- No lo quiero ver. Es más, no sé ni cómo sabe que estoy acá.

- Es tu papá Oli. No te voy a decir que es lo que tenes que hacer, pero pensa que ya estás ahí.

A Little Death - Francisco RomeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora