No me hables
del ojo de la tormenta
cuando toda la lluvia
se aproxima a mí.
Ese es el tipo de calma
del que no se puede hablar
cuando te encuentras luchando
bajo una.
Así, que me apresuro
bajo la tormenta
y en mi ser solo hay calma.
Aquella calma de la que hablan,
porque soy el centro de la tormenta.
Soy la calma,
soy la tranquilidad y la pureza,
mientras a mi alrededor
se encuentra
el ruido y el miedo de la tormenta.
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Una Vida Gris
شِعر¿Has tenido una vida gris? Cuando el dolor de las pequeñas cosas te atormenta, cuando la vida que deseabas no fue posible, al final del camino se encuentra un nuevo inicio. No importa la brevedad de la vida o los daños causados por ella, para todos...