Tiempos extraordinarios

Capítulo 39: Persiguiendo al dragón

Por muy agresivo y fuera de lugar que Jay había sido cuando David y yo lo encontramos, fue completamente dócil durante el viaje de regreso a casa de Xavier. No habló con nadie en el vuelo, y por más emocionados que estuvieran los ex New Mutants por tenerlo de regreso en el redil, por así decirlo, también podían decir que algo había sucedido que lo había afectado profundamente.

Afortunadamente, ese "algo" no se debió a la paliza que tuve que darle para que se calmara. Sobre todo porque nadie lo había visto y también porque teníamos una muestra de lo que se había filtrado de su cabeza después de su caída.

Una vez que llegamos, encerraron a Jay en la enfermería, mientras llevaban la sustancia verde directamente al Dr. McCoy y yo les daba mi informe a Cyclops y Frost.

Todos ellos se reunieron al cabo de unas horas y me llamaron para tener un punto de referencia en primera persona.

Estaba emocionado, porque mi primera sospecha involucraba a alguien que no me gustaba mucho, y estaba ansioso por tener la oportunidad de deshacerme de uno de mis dolores de cabeza.

Me acerqué a la caja de contención que contenía lo que fuera Quentin Quire y la rodeé con mis brazos, preparado para levantarla y sacarla de la habitación.

"Bellamy, ¿qué estás haciendo?" Preguntó Cyclops cuando me sorprendió en el acto.

Me congelé y rápidamente pensé en una excusa: "Uh... ¿poner a Quire en el calabozo?"

Sí. Y por "calabozo" me refiero a nuestras tuberías en alguna parte. Tenía que haber un lugar mejor que el inodoro, porque no quería enredar nada con él.

"¿Por qué?" Preguntó cyclops.

Fruncí el ceño confundida, "¿Estás diciendo que él no le hizo nada a Jay para volverlo loco?"

La señorita Frost pareció divertida ante mi intento de deshacerme de lo que aparentemente era un estudiante: "Quentin sólo puede afectar la mente de alguien. No puede mejorar sus cuerpos. Eso por sí solo lo descalifica de ser responsable".

Solté la caja de contención y retrocedí. "Entonces, la cosa verde no es Quire". Ahí fue mi primera teoría. Por supuesto, era una teoría débil, pero aún así, "...Y estaba buscando una excusa para tirarlo por el fregadero. Bueno, ¿en qué estaba Jay entonces?"

El Dr. McCoy negó con la cabeza: "El señor Guthrie tampoco estaba drogado".

Maldita sea. Ahí quedó mi segunda teoría entonces. Fue bueno que mi trabajo no fuera detective.

No fui el único que estaba disgustado con todas las especulaciones. El señor Summers se cruzó de brazos ante el rechazo de dos teorías diferentes: "Entonces, ¿qué nos estás diciendo, Henry?"

Después de todo, era para lo que nos habíamos reunido todos.

El Dr. McCoy se acercó a una muestra de la sustancia pegajosa que había estado analizando bajo un microscopio: "He echado un vistazo a la sustancia que salió del oído del pobre Jay. Es... fascinante, de verdad. Es material inorgánico, pero está construido con células, diseñadas para interactuar con el tejido nervioso vivo".

Algo en la forma en que dijo que no me sentó bien, "'Interactuar', ¿como en?"

En lugar de responder directamente, el Dr. McCoy me hizo otra pregunta: "¿Qué experimentaste, Bellamy?"

Ya les había contado todo, pero no tuve problemas para hacerlo de nuevo. "Intentó matarme un montón de veces y era mucho más hablador de lo que estaba acostumbrado a ser", me retracté. sucintamente, "Prodigy dice que él también era mucho más fuerte de lo que se suponía que era. ¿De dónde vino esto?"