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Luego de la disculpa improvisada que habíamos tenido Alessandra y yo el día había sido normal
No podía evitar que mi mente no viajase hacia eso
Hacia ese momento
Yo había sacado todo de mí
Finalmente me había abierto
Y había expresado como me sentía
Ella simplemente me dijo que me perdonaba
Y yo al sentirme un sobrante en esa habitación
Decidí darme media vuelta e irme
Ahora al estar solo en mi habitación
Pensando en lo que había sucedido
Me di cuenta de qué quizá ella no me quisiera de la misma forma en la que yo lo hago
Ya que si ella tuviera otras intenciones quizá la charla hubiese terminado de una manera completamente diferente
Quizá ahora mismo estaremos acostados
Besándonos
Queriéndonos
Y yo no estaría tirado en mi cama
Sin hacer nada
Volviendo a dejar que ella fuese la dueña de mis pensamientos
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Me había quedado dormido
No sabía cuánto tiempo había pasado
Pero suponía que era poco ya que seguía siendo de dia
Ruidos que no sabía de dónde provenían más habían despertado
—¿Enzo estás adentro?
Pude escuchar como una voz me preguntaba
Y al darme cuenta de quién era
Me intenté parar rápidamente
Al hacerlo, me caí de la cama
—¿Es un si eso?
La voz nuevamente volvio a preguntar
Alessandra estás detrás de la puerta de mi habitación
Ella había decidido venir a mi habitación
Y yo necesitaba calmarme si no quería ser tan obvio
Por que ahora mi cara reflejaba felicidad máxima
Finalmente le abro la puerta y ella me mira fijamente
—¿Te caíste en?
Alessandra me había llamado nuevamente por mi apodo
Por el que solo ella me decía
Y mi corazón parecía que se iba a salir de mi pecho
—Si es que estaba durmiendo
Parecía un nene
Nunca me había comportado de tal manera
Menos con una mujer
Pero la rubia no era cualquier mujer y eso era lo que cambiaba
—¿Queres que vuelva después?
Yo sabía que ambos estábamos haciendo preguntas sin sentidos para no pensar en nosotros
—No, ¿pasas?
Y al ver su asentimiento me muevo de lugar para que pueda entrar
—Quería hablar algo con vos y como me dijiste antes me gustaría primero hablar yo, ¿puedo?
—Sí san obvio
La podría escuchar hablar toda la vida
Sin parar
En repetición las 24 horas del día
Los 7 días de la semana
—Venía a desahogarme, hoy decidí ser una cagona cuando vos viniste a mi habitación. En ese momento te tendría que haber dicho todo, en ese momento te tendría que haber dicho que hacía días que estaba esperando una disculpa por tu parte, en ese momento que tendría que haber dicho que estabas hermoso mientras me pedías la disculpa, que no nos daba más de tierno, que no me puedo guardar más mis sentimientos hacia vos y sobre todo en ese momento te tendría que haber besado
Ante tales confesiones por parte de la rubía mi única respuesta fue sonreír levemente, podía ver como ella cada vez que soltaba una palabra se ponía peor
Una lágrima corría por su mejilla por lo que rápidamente me ocupé de agarrarla de las mejillas y limpiársela
—¿Por que no besaste entonces?
—Por que soy una boluda, pero yo aprendo de mis errores
Ya me había olvidado la sensación de sentir sus labios contra los míos
Pero estaba seguro que no iba a volver a pasar
Por que me estaba comenzando a obsesionar a sus labios
Ahora estando completamente cuerdo me daba cuenta de lo mucho que me gustaba la rubia
No quería separarme más de sus labios
Me sentía cautivado
Y saber que ella tampoco quería separarse
Me hacía sentir feliz
Completo
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