El Pilar Del Hielo Y La Pilar Insecto

Cap 5

Douma y Shinobu disfrutan de un tranquilo momento en la mansión, compartiendo risas y anécdotas. Sin embargo, la serenidad se quiebra cuando la puerta se abre con fuerza, revelando la imponente figura de Akaza, la Tercera Luna Superior.

Akaza: (sonriendo siniestramente) ¡Vaya, vaya! Si no es dos pilares e una noche. ¿Qué divertido encuentro tenemos aquí?

Douma, manteniendo su compostura, se pone de pie junto a Shinobu, quien se prepara para lo que pueda venir.

Douma: (serio) TU. ¿Qué estás haciendo aquí?

Akaza: (riendo) Solo pasaba por la zona y pensé que podría saludar a mi viejo amigo. Oh, y veo que has hecho una nueva amiga. ¿Quién es esta encantadora dama?

Shinobu: Soy Shinobu Kocho. Y tú debes ser el que terminó con la vida de Kanae, la Tercera Luna Superior.

Akaza: (riéndose) ¡Ah, sí! Kanae. Esa fue una lucha emocionante. ¿Cómo ha estado mi querida amiga Shinobu después de su partida?

Shinobu, apretando los puños con furia, responde con determinación.

Shinobu: No has venido aquí para hablar del pasado. ¿Qué es lo que quieres, TERCERA SUPEIOR?

Akaza: (sonriendo) Solo vine a saludar y recordar viejos tiempos. Pero si buscas acción, estoy más que dispuesto.

Antes de que nadie pueda reaccionar, Akaza se lanza hacia Douma con velocidad impresionante, desencadenando un combate intenso. Douma, utilizando su agilidad y experiencia, esquiva los ataques de Akaza mientras intenta mantener la distancia. Shinobu, por su parte, desenvaina su katana con determinación, lista para unirse a la pelea.

Douma: (gritando a Shinobu) ¡Shinobu, prepárate!

Shinobu: (asiete) ¡Entendido!

Akaza, con gracia y agresividad, se enfrenta a ambos Pilares. A pesar de que Akaza no conoce los nombres de sus oponentes, la intensidad del combate aumenta. Douma y Shinobu, coordinando sus movimientos, intentan superar la increíble destreza de Akaza.

Akaza: (riéndose) Pilares, ¿eh? Interesante.

Douma: (serio) Conocemos tus habilidades, Idiota. No te subestimamos.

El combate se intensifica, cada movimiento calculado y cada ataque ejecutado con precisión. Los Pilares intentan descifrar los patrones de Akaza, quien responde con rapidez y ferocidad. La mansión se convierte en el escenario de una batalla entre cazadores y demonio.

Mientras la lucha continúa, Douma y Shinobu se dan cuenta de que enfrentar a Akaza no será una tarea fácil. Con sus habilidades combinadas y la determinación de no dejarse vencer, intentan superar al demonio que trae consigo el peso del pasado y un destino que aún está por desvelarse.

Tras una pelea Akaza logra noquear a Douma y tira a Shinobu contra la pared para hacerle lo mismo que le hizo a Rengoku, en ese momento Douma tiene una visión...

Kanae: (con una expresión serena) Douma, has perdido tu camino.

Douma, aún confundido, mira a Kanae con pesar.

Douma: Kanae, ¿por qué estás aquí?

Kanae: (gentil) Aunque mi vida haya llegado a su fin, aún hay asuntos pendientes que debes abordar. Mira a Shinobu.

Douma observa a Shinobu, quien se mantiene firme y decidida, preparándose para enfrentar nuevamente a Akaza.

Kanae: (con una sonrisa) Douma, eres su mejor amigo, su protector. Prométeme que la protegerás siempre.

Douma, abrumado por la visión y las palabras de Kanae, siente un profundo remordimiento.

Douma: (en susurros) Kanae, lo siento...

Kanae: (serena) No te castigues, Douma. Aprende de tus errores y protege a Shinobu.

La visión de Kanae se desvanece gradualmente, dejando a Douma en el suelo, donde Akaza aguarda. Con una nueva determinación, Douma se pone de pie, asimilando la promesa hecha en ese mundo etéreo.

Douma: (con determinación) Kanae, protegeré a tu hermana.

La batalla se reanuda, pero esta vez Douma enfrenta a Akaza con una renovada fuerza interior, impulsado por la promesa que ha hecho en la visión con Kanae. Aunque el combate es feroz, Douma lucha con el propósito de cumplir su promesa y proteger a Shinobu, fortalecido por el recuerdo de su hermana y la determinación de redimirse.

Douma, impulsado por la visión y la promesa hecha a Kanae, se levanta rápidamente del suelo. En un movimiento ágil, desenvaina su espada y, con una velocidad sorprendente, corta a la mitad el brazo de Akaza, quien retrocede con sorpresa y dolor.

Douma: (firme) Has subestimado la fuerza de mi determinación,. No permitiré que te interpongas entre mi promesa y la protección de Shinobu.

Akaza, momentáneamente desconcertado por la velocidad y destreza de Douma, frunce el ceño y retrocede, analizando la situación.

Akaza: (gruñendo) Parece que subestimé al Pilar. Pero esto no ha terminado.

Douma: (con determinación) No, no ha terminado. La promesa que hice a Kanae Kotcho se cumplirá.

El combate continúa con una intensidad renovada. Douma, guiado por la promesa y el deber hacia su hermana, se enfrenta a Akaza con una ferocidad renovada, decidido a proteger a Shinobu y a redimirse de su pasado. La lucha se convierte en una danza mortal, donde la promesa de Douma actúa como una fuerza impulsora que lo impulsa a superar los límites de sus habilidades en el enfrentamiento contra el demonio Akaza.