𝐀𝐂𝐓 𝟏 The 69th Hunger Games
→ ' the feisty one 'Corro, corro y corro. Siento el sudor recorrer cada parte de mi cuerpo, por los nervios y la actividad física. Corro, corro y corro. Escucho mi respiración entrecortada y siento los pequeños rasguños provocados por las ramas que me llevo por delante. Corro, corro y corro. Hace tanto tiempo que estoy corriendo que el sol ya se está poniendo.
Mis piernas no dan más, sin mi permiso, se aflojan y no me permiten seguir moviéndome. Caigo al piso derrotada.
Soy un desastre. Estoy temblando, mis manos aferradas a las tiras de la mochila en mi espalda, lágrimas caen por mis ojos, y al limpiarlas, mis maños se tiñen levemente de rojo. El sentimiento de pánico y terror se instala en mi pecho, siento mi corazón latir desbocado, al mismo tiempo que aun lucho por recuperar el aliento y suelto pequeños sollozos.
Piensa y deja de llorar, me digo. Suelto un sollozo más fuerte, trato de cubrirlo con mis manos. Estás bien, para.
Logro controlar mi respiración. Es difícil y me lleva unos minutos, pero finalmente lo logro. Permanezco quieta, todavía arrodillada. Sé que no hay oportunidad de que mis piernas descansen lo suficiente, así que, soltando un quejido de dolor apenas audible, me pongo de pie. Analizo donde estoy. No hay ni un lugar donde pueda esconderme, solo árboles y hojas y césped. Suspiro. Porque estoy harta, cansada y asustada.
Me trago mis penas y me preparo para escalar un árbol, aún exhausta. Me cuesta mucho. Tengo que parar cada tanto para que mis músculos recuperen un poco de fuerza. Casi caigo un par de veces, pero lo logro.
Me encuentro sentada en una rama, con mi espalda apoyada en el tronco. Me permito pensar, pausar un poco.
Hago dos listas en mi cabeza.
Cosas negativas:
1. Hay alguien muerto (muy probablemente parte de mi humilde alianza)
Trago saliva ante ese hecho.
2. Estoy sola.
3. Perdí a Theo (si es que sigue vivo)
4. Estoy herida.
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𝗧𝗛𝗘 𝗚𝗥𝗘𝗔𝗧 𝗪𝗔𝗥, finnick odair
أدب الهواة𝗧𝗚𝗪, "If we survive the great war" Muchas personas piensan que ser vencedor es una suerte, y algo que muy pocos consiguen. Blair Meadoves era una fiel creyente de ello. Pero cuando es su turno de jugar el papel y participar de los sexagésimo n...