II

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Desde que había aceptado el alma de Loki dentro de de si; al médico de Asgard lo inundaba la sensación constante de ser observado, no de estar acompañado que generalmente conllevaba también la agradable percepción de calidez, lo que experimentaba el hombre de cabello rojizo durante la última semana era tan solo una firme punzada en la cabeza, acompañado del débil susurro del dios del engaño y su evidente interés por corromperlo. Tarde había entendido que jamás se podía vencer a un tramposo en su juego y que había sido un iluso al creer que podía controlar una fuerza de tal magnitud; ningún hombre ha triunfado al levantar el puño contra las deudas e incluso quienes lo lograban lo hacían en nombre de su propio dios.

Andreas había descubierto que si existía algo que podía hacer para sosegar la intención de Loki de controlarlo, su trabajo como médico le permitía mantener su conciencia, estar pensando en listados de síntomas para dar diagnósticos, hacer inventario de medicamentos, aquellas eran labores que mantenían su mente activa. Hace una hora se encontraba organizando papeles cuando le notificaron de la llegada de un hombre que no reconocían del pueblo; Klaus el dueño del bar de Rodorio lo encontró por la mañana en que se disponía a abrir su negocio, le dijo que respiraba pero su cuerpo estaba en extremo frío, lo que resultaba extraño dado el nuevo clima del pueblo.

Entró a la habitación en la que se encontraba el hombre y en cuanto abrió la puerta un fuerte hedor inundó su nariz, era un aroma que no le resultaba ajeno, pero si extraño en un sujeto que se suponía vivo, era el aroma de la muerte o para ser más preciso, el aroma de los muertos, y era tan fuerte que le sorprendida que nadie lo hubiera reportado, pero la del sujeto en la cama no concordaba con el aroma que emanaba.

—Señor Andreas— Una de las enfermeras lo había tomado por sorpresa, sostenía una bandeja en la que llevaba un vaso y un jarrón con agua— ¿Qué ocurre? — La joven lo veía con curiosidad, mientras él aún trataba de acostumbrarse al olor que parecía no llegar a la chica, pues esta entró en la habitación sin inmutarse.

—¿Alguien ha notificado alguna desaparición? — Finalmente se animó a ingresar, pudiendo ver mejor a su paciente, si alguien lo buscaba de seguro daría con él, era difícil pasar por alto un aspecto como aquel, el cabello plateado y erizado contrastaba con la piel morena, el cuerpo atlético le hizo creer que quizás era un soldado de hilda, de los que usaban cascos y jamás dejaban ver su rostro, quizás por eso nadie lo reconocía.

—De momento no, el señor Klaus pidió que le informemos si despierta, su hijo murió hace poco y ese joven parece tener la misma edad.

—Entonces le informaremos de todas las novedades, quizás le ayude a distraerse.

La enfermera dejó la habitación, por su parte Andreas tomó asiento junto al hombre, sostenía una libreta y balanceaba un bolígrafo—¿De dónde saliste?— Se levantó y se inclinó para verlo más de cerca, quizás percibir alguna contusión, al hacerlo notó que una tenue estela de luz violácea parecía rodear al hombre, al intentar tocarla sintió un gran dolor en la mano, como si lo hubieran cortado. En su cabeza Loki comenzó a murmurar, le decía que ese sujeto no era un ser humano normal.

—Coloca la mano sobre su cabeza, lo más oportuno es que se marche cuanto antes.

—¿Qué pretendes hacer? ¿Atacarías a un hombre en ese estado? Algo le extraño en la forma de reaccionar del otro y aunque el sujeto en la cama no era del pueblo eso no quería decir que no fuera su paciente.

¿Qué te preocupa? Tu y yo somos socios, este sujeto, no se quien es o que cosa es... pero te aseguro que no quieres tenerlo cerca.

—Hablar de él como una cosa no te hace ver más confiableEl medico aun observaba al otro, su rostro calmo y el flequillo que casi le cubría los ojos le hacía ver atractivo.

—Tu lo sentiste, aun lo sientes, ese aroma que despide ¿Te parece normal? Solo coloca la mano, lo curaras y se ira.

Andreas había obedecido, aunque solo con la intención de curar al extraño, si Loki se perturbó con este aun estando inconsciente no era seguro que se quedara por mucho tiempo. Su diestra se colocó sobre la frente del hombre que aun permanecía frio como un tempano de hielo, su mano brillo y pareció mezclarse con la estela que había percibido con anterioridad, que al inicio sintió hostil, pero poco a poco la sentía ceder. El brillo en su mano disminuyo y finalmente los ojos del otro se abrieron y como si estos fueran reflectores de pronto su mente fue bombardea con recuerdos y un brillo dorado, se sintió confundido como si fuera a desaparecer en medio de una vida que no le pertenecía y entonces la mano del hombre se colocó sobre la suya, logrando que escapara de todo eso.

—¿Quién es usted? — Le cuestiono, y su expresión le hizo sospechar que el otro sabía que sus recuerdos habían sido observados por el otro.

Andreas abrió los labios para responder, pero fue invadido por la presencia de Loki, que uso toda su fuerza para dominarlo. Loki había visto algo más que los ojos rojos, a través de los recuerdos logro percibir lo que requería para iniciar con su plan, un aliado poderoso, vio en medio de los recuerdos a un tipo propenso a ofrecer su lealtad a sujetos con un patrón particular y si movía las fichas de modo adecuado eso sería para él.

— Soy Andreas Rize, medico de Asgard y quien te ha regresado a la vida, bienvenido Deathmask de Cáncer— Uso la mejor sonrisa que poseía su huésped y coloco suavemente la mano en la espalda de este. El hombre se mostro arisco, pero ya no existía ninguna emoción en él que Loki no pudiera moldear a su favor.



Nota:

Con esta pequeña historia logro estar al día con el reto. Espero que la hayan disfrutado 

Ravenheart*[ANGSTUARY2024]*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora