ArlesxDeathmask
—¡Estábamos del mismo lado!,esta vez eras realmente uno de los nuestros, pero parece que no puedes evitar ser su siervo.
Aquellas palabras aun retumbaban en su mente, las mirada decepcionada de aquel hombre fue tan intensa que aún creía poder ver sus ojos turquesas, retiro que quedaba de la máscara que le cubría el rostro mientras pétalos de rosas se desprendían de él.
—Ridículo, ¿Que yo servía a Atena?— Negó aquello, no había tenido vida antes de Ares y no existía ningún ser al que adoraría como lo hacía con él, pero la desilusión que mostró su enemigo cuando la mitad de su máscara se había roto parecía genuina ¿Le había confundido con alguien más? Aquella era de momento la única opción, tampoco se lo había preguntando en ese momento, estando perdido en la batalla no había espacio para eso.
—Traicionaste a Atena— La voz de su enemigo se había debilitado—¡Me traicionaste a mi! ¿Acaso no era tu hermano?
La cabeza comenzó a dolerle, no era de sorprender, el otro había logrado golpearlo en más de una ocasión, sentía bajo la piel las espinas de sus poderosas rosas. Escuchó la puerta de su recámara y se giró de inmediato, sorprendido por la presencia de su visitante.
—Señor Ares— No tardó nada en poner una rodilla en el suelo e inclinar su cabeza—Los santos Atenienses nos tomaron por sorpresa, se adelantaron al plan que habíamos trazado, pero la siguiente vez que ataquemos no tendrán tanta suerte. Sobre sus hombros sintió las manos de su dios, levantó el rostro para verle y se dio cuenta de que lo veía con cierto recelo; los irises negros que se posaban sobre un mar rojo no mostraban el afecto del que era receptor la mayor parte del tiempo.
El dios lo había tomado del mentón, acercándose a él como en tantas otras ocasiones en las que se había hecho merecedor de su atención pero la severidad en su mirada y la fuerza que puso en la caricia era totalmente nuevo —Eso espero, no quisiera tener que cambiar mi opinión sobre ti, Angelo.
Al escuchar el nombre un destello pasó ante sus ojos y por un instante le parecía que las palabras de Piscis tenían sentido... Piscis, Afrodita de Piscis. Junto al nombre del guerrero se derramaron un mar de recuerdos que ni siquiera era consciente de que podía tener, ahora su mundo y su vida no eran solo su señor, estaba su amigo, sus compañeros y su diosa
—¡Arles!— Lo llamo por el nombre con el que lo había conocido, bajo el que le había jurado fidelidad—Moriste ¡Shiryu y los demás llegaron a ti!
El dios lo había obligado a ponerse en pie, no parecía alterado por su estado ni sorprendido por que lo recordara.
—¿Qué es lo que pasa? Los demás que me juraron lealtad no recuerdan nada, pero tú sigues recordando, sigues regresando a ser, Deathmask de Cáncer— Ahora el gesto parecía derrotado y la presión en sus mejillas disminuyo hasta ser tan solo una caricia— ¿Por qué... ? ¡¿Por qué vuelves a ella, si soy yo quien te ama?!
El templo se estremeció, reflejando el estado de conmoción del dios, que no parecía interesado en contenerlo.
—Cada dios, cada uno de nosotros tiene a un guerrero nacido de las estrellas para servirle, para acompañarlo hasta la muerte, Atena tiene a su pegaso, Poseidón a la sirena y yo debería tener al ángel de la muerte ¡Los atenienses te apartaron de mi!
El enojo que había manifestado el otro comenzó a materializarse más allá del templo, ahora su cuerpo estaba rodeado por llamas rojas que no lastimaban a quien tenía entre sus brazos.
—Te dije que no, esa noche cuando te infiltraste en Cáncer y me ofreciste un puesto como tu comandante te lo dije, te amo Ares y claro que disfruto de un puesto con tanto poder, pero tú mismo sabes que mi lealtad por quien yo elijo servir es hasta la muerte, así te serví a ti y ahora
—Le sirves a la diosa que rechazaste cuando pudiste protegerla—Las llamas rojas comenzaron a ser apaciguadas por otras de tinte púrpura que venían del caballero de las almas.
—Le soy leal a mi amigo, que me siguió cuando yo estuve de tu lado, ahora solo le retribuyo el gesto, antes fuimos amantes, pero ahora somos enemigos.
El dios bajó su mirada a la unión de sus cosmos, la guerra no podía existir sin la muerte, pero él tendría que vivir sin Deathmask. Colocó su mano sobre su frente, donde tenía grabado el símbolo de marte, quitarle aquello los separaría por completo.
—¿Y que les dirás a los demás santos? Ya eres un traidor a su causa, ¿Podrían creer que realmente estas de su parte y que tan solo los borre de tu mente?
—No lo se, pero prefiero morir confesado lo ocurrido, que morir sin intentarlo.
— Aunque luches contra mi jamás serás mi enemigo, y si mueres en esta guerra hare que tu alma me acompañe eternamente.
Inclinó el rostro y depositó un beso suave y profundo en el mortal, quien tras separarse había acunado su rostro entre sus manos manchadas con su sangre
— Y si eres tú quien muere yo mantendré tu altar hasta que vuelva a acompañarte.
Tras eso el símbolo dejó su mente como lo haría también la presencia de su señor.
Nota:
En esta historia se toma la teoría que se tenia hace algún tiempo sobre la dualidad de Saga, que este estaba poseído por el dios de la guerra.
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Ravenheart*[ANGSTUARY2024]*
FanfictionCompilación de relatos con Deathmask de Cáncer y diferentes parejas con la tematica del Angtuary para el 2024 de la pagina Esdefanfics