-Tn estaba haciendo las compras junto a Aiz.-
Tn: Se me antoja un bocadillo de medio día.
Aiz: ¿Un dulce?
Tn: No, quiero algo más... crujiente, snif snif.
-Tn sigue el olor de algo crujiente.-
Tn: Takoyaki.
Aiz: Sí, abrio un puesto de takoyaki abierto recientemente, allí.
Tn: Perfecto, ahora vengo.
Aiz: Aquí lo espero, sen... un momento.
-Aiz nota algo familiar en la vendedora de takoyaki, algo que se le hizo conocido.-
Aiz: Una orden de takoyakis, por favor.
Chica mosquito: Hi -prepara la orden para Tn en cuestión de segundos- aquí tiene, vuelva pronto, querido cliente.
Tn: Claro que lo haré -se lleva su orden.
Aiz: Mientras no esté haciendo algo mal, no puedo hacer nada.
Tn: ¿Quieres un trocito?
Aiz: No necesito comer, sensei, pero gracias... Sensei, ¿qué te hace feliz?
Tn: Comer, buenas ofertas en el supermercado y..., bueno, es algo vergonzoso.
Aiz: ¿Qué cosa?
Tn: Siempre me imaginé ¿qué se sentirá descansar el regazo de una mujer?
Aiz: ¿Hablas de tocar sus piernas?
Tn: Tocar, no recostar mi cabeza, que su regazo sirva de almohada, aunque sea por 5 minutos.
Aiz: Oh.
Más tarde
Dr. Kuseno: ¿Qué quieres que haga?
Aiz: Me gustaría una textura de piernas reemplazables que sean suaves.
Dr. Kuseno: ¿Pero para qué quieres eso? Solo te dejaría más vulnerable en las batallas.