♪ Raros matices ♪

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Para alguien como Yeonjun, la vida era muy básica y sin grandes complicaciones, más allá de las académicas o del sustento monetario -y cierto temita que lo persigue desde hace mucho, pero está tan enterrado que se niega a siquiera considerarlo-, sobre todo ahora que no debía lidiar ni tolerar con un puñado de idiotas sin cerebros que no tenían nada mejor que hacer que joderle la paciencia.

Ninguno de los amigos de Gwi, ni el susodicho, se acercaron otra vez a Yeon; cumplieron su palabra, apenas y le miraban por casualidad antes de apartar la vista.

¡Joder, casi era como si ahora ellos se mearan encima al verlo!

El peliazul sigue intrigado con lo que pudo haber usado su compañero de tutorías para conseguir semejante resultado, pero tampoco indagó más, estaba más ocupado con los deberes académicos que su carrera le exigía. Las cosas iban tan monótonas como lo eran antes de esas piedras en su camino.

––Mm, el tono de azul que traes hoy no te queda bien con tus pantalones.

La única cosa agregada a la rutina, durante los viernes, era Choi Soobin.

––Ja, ja. Es el mismo tono de cabello de siempre, mocoso –– es decir, tal vez deba retocar el tinte o cambiarlo, pero ya lo pensará después. Continúa escribiendo en la hoja y trata de no debatirse demasiado sobre aquello en su cabeza, pues su aspecto,de unos días para acá, no le agradaba en lo absoluto. Que el menor bromease sobre su look, así no fuese con malas intenciones, le daba un poco ansiedad. Claro que no lo exteriorizaría, nunca lo hace ––. ¿Terminaste de analizar el caso que presentaré en el simulacro?

Soobin asiente sin dirigirle mirada, ocupado en su ordenador portátil, el tener uno personal le simplificaba las tareas. Le había pedido al mayor que, a parte de la tutoría de ese día, le diera oportunidad para revisar el juicio que le dictaminaron; aprovechaba la tarea de Yeonjun para practicar, pues ya moría por llegar a esa etapa donde a él también le hicieran simulaciones en clase.

Claro, fue un tiro de suerte, porque los simulacros inician hasta el tercer año de la carrera, pero el profesor del peliazul les otorgó un caso falso para irlos preparando con su método de estudio.

––Revisé detenidamente todo y deduje que el cliente es inocente por falta de pruebas.

––Se presentaron muchas pruebas al respecto.

––Pero no pruebas contundentes que realmente le incriminen. Me refiero, el caso es de una pareja que llevaban diez años de casados, tenían un hijo biológico, buena posición económica, la casa soñada y hasta un perrito que adoraban, ¿Cierto?

––¿Y...? –– eleva una ceja en cuestionamiento, dejando de lado su lapicero y centrado en la deducción del menor –– Explica tu teoría, esas suposiciones personales no van al grano.

Soobin se endereza y acomoda su silla para encararlo mejor, carraspeando al empezar a exponer su punto acerca del caso de práctica:

––Puede que la esposa tuviese sus sospechas porque, desde un tiempo, ya su matrimonio se había enfriado, el tipo se mataba trabajando y no estaba de humor en medio de la cara de estrés. Pero que tenga amigas en su trabajo y salga con ellas, no es suficiente motivo para inculparlo de adulterio.

» En sus registros de la empresa se confirma que hubo un problema que hizo que se cambiarán los horarios para los empleados, le agregaron horas extras, lo que justifica el que llegue más tarde y cargado de papeleo en los meses recientes. La esposa le tomó fotos con el detective, está bien, pero en ellas no hay más que dos compañeros comiendo juntos. Nada le está comprometiendo directamente, no hay delito.

Jun entrecierra sus ojos, intrigado por la teoría.

––¿Qué dices de las fotos donde está saliendo de un motel por la noche? La carga de estrés puede ser una base sólida para drenar todo con una amante.

STUCK ON U [Soojun] - SOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora