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Charlie se encontraba nerviosa y emocionada, ¿La razón?, su padre vendría dentro de un hora al hotel.

Todos se encontraban preparando el hotel, para la llegada del rey del infierno.

-Charlie, amor, ¿Te encuentras bien?.-pregunta vaggie a su pareja que se le veía bastante los nervios.

-¡Ah, si! Solo me pone ansiosa ver a mi padre, tengo años sin verle, creo que la ultima vez que lo ví, fue cuando se separó de mi madre.-dice con cara triste al recordar eso.

Aún no entendía porque sus padres se separaron, ellos eran muy cariñosos y parecía que su amor sería eterno, pero al parecer su chispa acabo.

-Todo saldra bien, tranquila.-le dice con una sonrisa pero aún así preocupada por ella.

-Gracias.-le dice dándole un beso en su mejilla, haciendo que la otra tuviera un leve sonrojo por el acto.

A lo lejos se podía ver a alguien contemplando la escena, parecia triste se le podía ver, pero su sonrisa nunca desaparecía por nada. Sentía celos, si, pero no de una de ellas, sino porque se estaba volviendo más viejo y no había podido encontrar a una pareja, toda su vida ha sido asexual, al menos eso creyó durante mucho tiempo. Su lobo le pedía constantemente una pareja la cual pasar sus días, pero no era sencillo, el era un omega de alta categoria, no podía rebajarse a cualquier alfa que se encontrará por ahí, por eso su esperanza de encontrar a un alfa digno desapareció.

Husk vio a su jefe desde la cantina, sabía lo que le pasaba, lo conocía de años y sabía por lo que estaba pasando. Sabía lo doloroso que había sido para el, pasar su celo solo durante muchos años, sin un alfa que le ayudará.

Alastor parecio aver reaccionado a lo que pensaba, y sacudió su cabeza tratando de sacar esas ideas de su cabeza, actuó como si nada pasara y se acercó a la pareja con esa enorme sonrisa.

-Hola querida, todo está listo para recibir a su majestad.-dice apoyando sus manos en su bastón.

-¡Oh, que bien! Creo que ya no tardará en llegar.-dice y en eso la puerta principal es tocada.

Charlie salió corriendo a abrir la puerta con una sonrisa, al abrir su padre estiró los brazos hacia ella.

-¡Charlie! ¡Cuánto tiempo sin verte mi manzanita!.-decia muy feliz abrazando con fuerza a su hija.

-H-Hola papá, también me a-alegro de verte.-decia con dificultad ya que su padre la abrazaba muy fuerte.

Lucifer aún emocionado suelta a su hija, y detrás de ella se encontraba un demonio con una gran sonrisa.

Lo miro y por alguna razón su lobo se sintió atraído hacia aquel demonio que no conocía, podía deducir que era un omega por su pequeña cintura, eso le hiso sonreír al tener posibilidad con él.

-Hija, ¿No vas a presentarme a tus amigos?.-le dice a su pequeña y está sonríe.

-Claro papá.-dice y al voltear ve a alastor.

-Papá, el es alastor, es..

-Soy el anfitrión del hotel, es un gusto conocerlo señor, por fin conozco la cara del famoso soberano, aunque es un poco chaparrito de lo que esperaba.-dice con una sonrisa pero esa sonrisa era más una burla hacia la estatura de lucifer.

Lucifer no se toma a mal eso, le parecía bien que el omega le tuviera confianza.

-Si, el me ha ayudado mucho con el hotel.-dice mirando alastor y este de regreso.

-Me alegra poder ayudar querida.-dice apoyando una mano en el hombro de Charlie.

Por la mente de lucifer paso que su hija y alastor eran pareja, no era imposible ya que su hija es una alfa, pero no le agrado la idea e hiso un leve gruñido ante la idea.

Nuestra Unión ||APPLERADIO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora