VII

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Hola, como están? Les dejo el siguiente capítulo 


~Max POV~

Pensé que los trámites de recibir la casa y otras cosas iban a ser rápidos, pero por supuesto que me equivoqué. 


Recibir y conocer la casa donde vivió mi padre fue muy fuerte. Ver sus fotos, su familia. Saber cómo se había preocupado de sus otros hijos, pero nunca de mi.


Pasé dos días recorriéndola en detalle. Extrañaba mucho a alguien. Quería una mano amiga que me ayudara a entender por qué mi padre había asistido a los juegos escolares de sus otros hijos, había estado a su lado en los cumpleaños. Todo. Todo lo que había compartido que estaba ahí, plasmado en las fotografías.


Con cuidado, seleccioné algunas cosas muy particulares, algunas fotos de él y otras cosas que llamaron mi atención. El resto se lo dejé todo encargado a un corredor de propiedades para que vendiera la casa y su contenido. Después de recorrerla supe que por muy grande y bonita que fuera jamás me sentiría cómodo en la casa de su familia. 


Ya era viernes al mediodía y aún me quedaba mucho por hacer. Los abogados no parecían terminar nunca de necesitar mi firma o mi aprobación. Pero mi atención ya se había desviado hacia otra cosa... 


Nat iba a bailar mañana y yo no podía estar ausente. Había conversado con David todos los días por teléfono, pero cuando intenté preguntar por Nat me contestó con evasivas. "Si, lo había visto por ahí. Andaba dando vueltas." Reconocí el tono de mi amigo y no insistí más. Ahora me arrepentía de no haberle regalado un teléfono celular. Tanto que me di vueltas pensando en qué regalarle... Pensaba comprarle uno en cuanto llegara. Le daría la excusa de que era para cuestiones de trabajo del club. 


Si Nat tuviera un celular habríamos hablado varias veces al día. Le habría contado todo lo que estaba haciendo y hasta lo que había almorzado ese día. Tenía que estar con él este sábado. Era importante para mí acompañar al chico. Él había estado para mí cuando lo necesité y suponía que tal vez podía necesitar mi apoyo para atreverse a hacer ese baile... ¿En verdad se iba a atrever?... 


Lo echaba de menos. Había pensado en él todos los días. Es que Nat es un niño especial... (Dios!, tengo que dejar de decirle niño y crio!) Es inteligente, simpático, gracioso, sonriente, despierto; tiene una sonrisa tan bonita y esos ojitos brillantes que sonríen tan especiales.


Estaba manejando de vuelta a la ciudad y sentí que se me aceleraba un poco el corazón al pensar en Nat. En verdad le había tomado mucho cariño al crí- a Nat. Me importaba y no quería que nada malo le sucediera. Ya me había convencido de que iba a bailar y cualquiera que fuera el resultado de esta experiencia, quería que supiera que contaba con mi apoyo. Iba a ser difícil para él. Tanta gente y él tan tímido y sincero... simple... adorable, precioso...


¿Adorable? ¿Precioso? ¿Por qué estoy pensando que Nat es precioso?


Porque lo es... en verdad es precioso para mí. Su compañía es preciosa e importante. Además creo que, a pesar de esas ropas gigantes, debajo de todo eso, debe haber un cuerpo diferente. Sus brazos... he visto muchas veces parte de sus muñecas y sus antebrazos delgados... ¿Por qué usa esas ropas? Mientras más pensaba en Nat, más comenzaba a sentir la urgencia de volver pronto al Club. Sólo estaba a un par de horas de distancia.

[MaxNat] Baby PassionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora