XI

562 39 5
                                        

Holass, les comparto la continuación


~Max POV~

Nada. Nada en este mundo podía compararse con la belleza y la sensualidad que destilaba Nat al bailar. Y ese fue el importante detalle que no tomé en cuenta.

No resultó como lo había planeado pero ahora, después de haberlo pensado mejor, tengo que reconocer que mi idea había sido estúpida y tal vez causada exclusivamente por los celos que me provocaba el imaginarme a Nat bailando para otros en privado. 

Él quería, a toda costa, bailar en los salones privados. Pues bien, yo quería demostrarle lo difícil que podía ser, quería saber si era capaz de hacerlo. Quería ponerlo en una situación difícil donde no viera a su cliente. Quería que se asustara y no volviera a mencionar el tema de los bailes privados.

Todos esos pensamientos fueron los que creí me habían impulsado a hacer lo que hice, pero ahora me doy cuenta que fueron simplemente tontas excusas. En realidad quería ver a Nat bailando sólo para mí. Quería disfrutar anónimamente de su exitante baile. Estaba totalmente fuera de mi control. Los sentimientos que había logrado hacer crecer en mí me estaban consumiendo por completo, pero aún no me atrevía a reconocerlo. 

Me sentí intranquilo en la oscuridad y me aseguré una vez más de que el haz de luz fuera lo suficientemente fuerte como para que quien estuviera en la plataforma no pudiera verme. Esperé unos minutos y Nat apareció. Primero algo nervioso, comenzó a moverse, sin embargo al cabo de unos segundos ya tenía la situación totalmente dominada y todo lo que yo pensé que podía suceder simplemente no sucedió.

Nat no se asustó, no se dejó dominar por los nervios ni se alteró demasiado al ver que su cliente no tenía un rostro visible. Sentí una pequeña desilusión, pero ese sentimiento fue rápidamente reemplazado por otro más fuerte y poderoso. Miraba al crío moverse a escasos pasos de distancia y cada movimiento de su cuerpo provocaba una reacción en el mio. Incontrolable, hipnótico total. Era tan hermoso verlo moverse, mis ojos no podían apartarse de su cuerpo, de sus movimientos sensuales. Mi imaginación se disparó trasladando esos movimientos a otros escenarios... Todo lo que había supuesto se fue al demonio. El crío me estaba excitando con sus movimientos, nublando la razón y haciéndome hervir la sangre.

Inquieto, me revolví en el asiento, sintiendo como un imán me impulsaba hacia el. Apretaba mis manos en los brazos del sillón, para obligarme a no acercarme. Pero todo se fue al traste cuando Nat comenzó a acercarse a mi. ¿Habría hecho esto mismo con cualquier otro cliente? Después de unos segundos la pregunta perdió toda importancia. Nat sabía que era yo, aunque no por ello dejó de moverse e insinuarse. 

¡¿Pero cómo podía hacer esos movimientos si era un crío?!

No, ya no lo era, aunque seguía siendo 10 años menor. 

Mis ojos fijos en sus caderas, en sus piernas, en su precioso trasero redondo. Casi estiré mis manos para tocarlo, pero sentí que perdería el control si me soltaba del sillón. Entonces, en cosa de segundos, lo tuve a mi lado, sintiendo su respiración sobre mí y todo se fue al demonio... 

Fue mágico. Tocar su boca y sentir electricidad recorriéndome todo el cuerpo. No podía dejarlo, ni soltarlo. Sólo podía obedecer cuando con un leve tirón me puso de pie y siguió bailando a mi alrededor, rozándome y seduciéndome hasta que ya no aguanté más y busqué su boca, para callarlo de una vez. Para apaciguar esa voz interior que me estaba gritando hacía rato que lo tomara y lo besara. 

¿Esto es lo que quieres crio? ¿Esto es lo que deseas? 

No... no es así. Me estaba engañando una vez más. Era lo que yo quería y me moria por hacer. No sólo Nat lo deseaba, sino YO también. 

[MaxNat] Baby PassionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora