Edgar sería llevado a la pizzería Five Nights at Freddy's por una llamada que recibió, para ser el guardia nocturno encargado de vigilar toda la zona. Sin embargo, deberá sobrevivir a los animatrónicos que intentarán matarlo durante toda la noche
"Buenas a todos, aquí les traigo el tercer capítulo de la historia de ''Edgar el guardia de seguridad de FNAF''. Bueno, no tengo nada más que decirles, solo disfruten el capítulo"
Nos ubicamos en la tienda de Starr Park, donde Edgar estaría en la oficina de su jefe. El joven mostraría a Griff las grabaciones sobre los animatrónicos de la pizzería Freddy Fazbear's
Edgar: Mira con mucha atención a estos animatrónicos.- diria conectando las grabaciones a un proyector
Griff: Bien, espero que lo que dices sea cierto
Edgar: Ahora sabrás todo sobre los animatrónicos
Así, Edgar encendería las grabaciones donde aparecerían los animatrónicos en la pantalla. Sin embargo, estos parecían estar apagados y no se movían ni un centímetro
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Griff: solo veo a unos animatrónicos apagados.
Edgar: solo espera un segundo, se moverán en cualquier momento.
Pasaron unos 5 minutos y Griff seguía viendo las grabaciones, pero no pasaba absolutamente nada.
Griff: no pasa nada.
Edgar: (¿Por qué estos animatrónicos no se están moviendo?).- hablaría sus pensamientos estando sorprendido
Griff: Probablemente tenías demasiado sueño y te imaginaste cosas raras
Edgar: no estaba soñando, esos animatrónicos pueden moverse de verdad
Griff: calma, solo falta poco para que termines tu trabajo de guardia. Si eres tan amable, podrías irte de mi oficina.- dijo, abriendo la puerta
Edgar: te estoy diciendo la verdad, llama al tipo del teléfono, te dirá todo sobre los animatrónicos
Griff: sí, sí, sí, solo vete
Edgar saldría de la oficina y volvería a su sitio, golpeando la mesa con fuerza. Estaba enojado
Edgar: ese maldito idiota no quiere escucharme, solo piensa que estoy loco
De pronto, Colette aparecería y vería a Edgar enojado
Colette: oye, Edgar, te estás comportando extraño últimamente
Edgar: podrías irte, Colette.- decía de manera neutra
Colette: ya no eres el Edgar que yo conozco, te está pasando algo
Edgar: ya te dije que no es nada y, por favor, ¿podrías dejarme solo?
Colette, sin decir nada, se iría, dejando solo a Edgar. El chico daría un pesado suspiro
Edgar: debo pensar en algo.- dijo mirando la ventana
Caería la noche y el peli-negro entraría al restaurante y se dirigiría a su oficina. Entonces, escucharía el sonido del teléfono e inmediatamente contestaría la llamada
