Cap. 4 - El infierno

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Teo entró al salón abruptamente mientras se presentaban los nuevos alumnos.

-Miren quién apareció, el rarito antisocial- dijo alguien alzando la voz de forma burlona.

Comenzaron a reírse de él como siempre había sido, pero ya estaba acostumbrado.

-Ya, silencio todos, que los mando a dirección ahora mismo- dijo la profesora Adams. -Anda, escoge tu asiento y preséntate- le dijo a Teo que estaba al borde del llanto.

Teoo!- le llamó Sofía, una chica que siempre paraba cerca suyo y se sentaba con él, pero aún así no eran muy cercanos.

-Ven, siéntate junto a mí- dijo con voz ilusionada.

Teo se sentó junto a ella, pues era su única opción o sino se sentaría con Alex, el brabucón que lo lleva molestando toda la secundaria.

Pasaron las primeras dos clases y llegó la hora del receso, donde siempre recibía burlas de Alex y su grupo. Sofía era prima de Alex, la razón por la que Teo prefería no acercarse a ella, pues le traería más conflictos con aquel grupo tan molestoso.

En eso llega Alex, probablemente con una burla más tonta que la anterior, pero sucedió algo inesperado y sorprendente para Alex y Teo.

-¡Largo de aquí!, deja de burlarte de Teo, solo demuestras lo celoso que estás de él porque es muchísimo mejor persona que un tarado que solo sabe burlarse de los demás para llenarte de valor, ya que en el fondo sabes que no eres nadie más que un simple brabucón- gritó Sofía para evitar que siga molestando a Teo porque él es alguien muy especial para ella, aunque no hablen ni sean cercanos.

Alex miró con ira a Teo y se marchó. Teo boquiabierto miró a Sofía.

-Ja, ja, tú no digas nada, solo quiero que estés tranquilo sin soportar a esos idiotas- le dijo Sofía.

-Gracias, pero creo que ahora tengo más problemas que antes con ese grupo- contradijo Teo con una expresión de preocupación.

-No dejaré que te sigan molestando, solo déjame ayudarte y ser tu amiga- respondió rápidamente a Teo, seguido de un abrazo que Teo por primera vez correspondió.

Sonó la campana y debían ir al salón de química con la profesora Torres.

-Gracias, y sí, será un gusto ser tu amigo- le dijo a Sofía, pero aún con una pequeña expresión de miedo.

Teo sentía miedo de que lo que pasó en el receso le traiga problemas después, pero por otro lado se sintió bien al hacer una amiga que llevaba tiempo queriendo serlo.

Alex se iba a vengar en algún momento y parecía que ya lo era porque antes de que comenzara la clase él cambió los químicos de la mesa de Teo, para que en el mínimo error algo explote. Y así sucedió. Teo no sabía que era lo que pasó con aquella mezcla, pero creía saber quién era el responsable de ese incidente.
Después de dos horas, ya estaba por acabar el día de escuela, pero Alex y su grupo estuvieron haciéndole bromas a Teo durante las dos horas que restaban. Finalmente sonó el timbre y era la salida, ya podía ir a su casa y descansar de todo aquello que pasó.
Camino a casa se alegró de haber sobrevivido a un día tan ajetreado, se le vino a la mente Emmy y aceleró el paso para averiguar sobre el regreso de su querida amiga.

Un Año Con TeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora