1 shot: Xiao Zhan pensó que tendría la noche mas linda y romántica, pero un giro que no esperaba lo hizo terminar en un bar.
Aquel barman era todo lo que necesitaba para ser diferente, para olvidar. Aunque sea por una noche quería romper sus reglas...
Hola, babies. Después de tanto tiempo volví con lo que había prometido: la última parte de esta historia que empezó como un OS, y ahora es una mini historia de 4 partes.
Espero que la disfruten.
Contenido +18
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Se suponía que solo faltaban 30 minutos para que el bar cerrara, sin embargo, Xiao Zhan deslizaba el índice por el borde de su copa, mientras veía que Wang Yibo seguía ocupado hablando con este tipo que, había llegado hacía más de dos horas.
—Dios, ¿Cuándo piensa irse? —mascullo, viendo de soslayo como ese bastardo, jugaba con el corbatín de ese otro pequeño bastardo que no hacía nada para impedirlo— ¡Ejem! —aclaro la garganta y miro hacia los otros dos— ¿Puedo tener otro trago? —pidió alzando su copa vacía frente a él.
—¡Voy! —Wang Yibo se irguió y miro con una gran sonrisa _incomoda_, moviéndose hacia él— ¿Qué quieres, bebé?
—Que se largue —respondió entre dientes, sonriendo con hipocresía.
Wang Yibo abrió los ojos de más y sonrió sutilmente.
—Lo intento, bebé. Créeme que lo intento —respondió de igual manera.
—No parece. Pareces muy contento coqueteando —Wang Yibo se hecho hacia atrás, tras el comentario.
—¡Claro que no! —exclamo en tono elevado, y ambos, instintivamente miraron al hombre que miro sorprendido hacia ellos—. Eso es muy fuerte, bebé —disimulo, asintiendo con cortesía a los otros dos.
—Eres un tonto —Xiao Zhan rodo los ojos y negó.
El castaño dejo caer sus hombros un poco abatido y se giró para preparar otra bebida a su novio, y así volver con el posible inversionista de su nueva creación; un vino opalescente en el que ha trabajado los últimos cinco años y que fue inspirado, por supuesto, en su novio.
El vino estaba listo, solo necesitaba ayuda de los mejores distribuidores en el medio de bebidas alcohólicas.
Los últimos meses habían sido pesados, con altas y bajas, incluso en su relación con Xiao Zhan. Incluso ahora, no recordaba cuando fue la última vez que tuvieron intimidad o algo de tiempo en pareja. Por fortuna, finalmente tenía la mejor critica de los catadores de vino y algunas ofertas de grandes empresarios, eso le daría más tiempo.
Siempre había sido su sueño, y era su sueño construir junto a Xiao Zhan su propia fortuna. Xiao Zhan había sido ascendido a gerente ejecutivo hacia un par de años en la empresa que trabaja y ahora, era su turno de demostrar que podía ser un hombre exitoso sin la ayuda de su familia.
Y por fin estaba allí, su preciado vino en la cava, y lo demás en la bodega.
Con un cuerpo sutil e incoloro, un tenue aroma a fresas, efervescencia sutil y homogénea, acidez suave; al final con un toque intenso. Lo hacían un vino novedoso, interesante y fácil de mesclar.
