ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ xxɪɪ

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[Narra Jughead]

Era como volver al inicio, nueva escuela, nuevo salón, nuevos compañeros, era raro y emocionante a la vez, ¿que podría sentirse así? Oh, lo recuerdo, el amor.

Mis amigos y yo prometimos regresar a Riverdale un año despues de entrar a la universidad, incluso despues de que Archie y Betty nos dijeran que se habían besado, mantuvimos nuestra promesa, era como una promesa de sangre, pero sin la sangre. Y aunque ,me daba mucha emoción volver a ver a mis mejores amigos , sabía que alguien me faltaba , alguien que al estar juntos todo se siente de manera completamente diferente, era un sentimiento muy raro, pero analizando un poco más, me di cuenta que yo necesitaba a Cheryl, necesitaba ver  a aquella peliroja a la que había decidido dejarle de habalr por el bien de mi relación con Betty, relación que no tardó en terminarse. 

Tomé el primer bus que encontré hhacia mi hogar, estaba listo para regresar y ver a las personas que más quería en todo el mundo, estaba listo para cumplir mi promesa, estaba listo para enfrentarme a aquel lugar que en su momento, fue mi mejor amigo y a la vez, mi peor enemigo.


Narrador omnisciente:

El autobus se detuvo, aquel chico al que le llamaban "el hálcon nocturno" bajó del bus cargando su mochila, el chico miró la estación, de donde no se tardó en salir quedando  frente al enorme letrero donde decía " Riverdale, un buen lugar para vivir", claro que Jughead no se había ido de Riverdale sin haber dejado una advertencia en aquel letrero, Jughead habia escrito "para morir" sobre las ultimas dos palabras del enorme letrero. Jones sonrió un poco melancolico. 

Caminar por las calles viejas de Riverdale era como si le tiraran un balde de agua fría de manera abrupta, sobre todo cuando en un momento  algo lo hizo detenerse y mirar hacia la derecha. Los ojos verdes con destellos azules de Jughead miraron esas dos casas, las dos casas que iniciaron todo; la casa Cooper en la que él vivió un tiempo junto a su padre, su hermana y su ex novia; y del otro lado, la casa Andrews, aquella que lo refigió cuando más lo necesitaba, la cual tenía una casa del arbol donde yo solía jugar con mi mejor amigo, Archie Andrews. 

Seguí caminando y pude ver a muchos niños en sus patios jugando con sus juguetes, pelotas, etc. Eso alegraba un poco a Jughead, ver que algunos si pueden sentirse felices en es epueblo era algo magico, algunos niños si podían tener una infancia tranquila en un lugar donde era obvio que la palabra "tranquilidad" no existía. 

Jughead se tomó su tiempo para llegar a pops pues sentía que sus amigos ya estaban ahí sentados esperandolo, ellos siempre fueron más puntuales que él, siempre había sido así. Jones entró al establecimiento, miró la mesa en donde era costumbre sentarse con sus amigos, pero al mirar hacia allá, no miró a nadie, nadie estaba ahí, Jughead penseó que ta vez se habían aatrasado un poco así que decidío sentarse a esperarlos, y como de costumbre pidió una taza de café.

Jughead esperó una, dos, tres, cuatro horas y nadie llegó , nadie pero nadie llegó. Jughead pasó sus manos por su cabello. Pop Tate se acercó a Jughead para servirle otra taza de café. 

—Lamento que tus amigos no hayan podido venir...— dijo Pop sirviendole café.— seguro que les ha salido algo y no pudieron venir. 

—¿Uhm? Uh, claro. Están en diferentes universidades, tal vez en otra ocasión, tal vez.— dijo Jughead  mirando a Pop Tate. 

𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒐 𝑫𝒆𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒃𝒍𝒐 •||𝑪𝒉𝒖𝒈𝒉𝒆𝒂𝒅||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora