Entre al salón y me senté junto a Lukas quien tenía la cabeza escondida entres los brazos que estaban apoyados en la mesa.
— ¿Cómo estás? —Me preguntó el mientras elevaba un poco la cabeza para mirarme, su cara parecía de no haber dormido en toda la noche, las ojeras rojizas resaltaban en su piel pálida.
— Yo bien, al que no se le ve bien es a ti —Reí burlona— ¿Paso algo?
— Si... El examen de matemática —suspiro cansado.
— Ah sí, me acuerdo. Por suerte es un tema que ya lo tuve en mi anterior colegio... —Dije mientras sacaba las cosas de mi mochila.
— Desearía ser tú, porque yo no sé nada —El reía mientras se frotaba la cara— Oye, ¿Hoy tienes algo importante que hacer? —Me pregunto mientras apoyaba su cabeza en una de sus manos para mirarme.
— Mmh... No ¿Por qué? —Anarque una ceja con curiosidad.
— Hoy voy a salir con unos amigos, ¿me preguntaba si te gustaría venir? —Preguntó alegre y con una leve sonrisa.
— Perdón, Lukas pero no me gusta salir mucho —hice una mueca de disgusto.
— Sara, no seas aburrida, porfa —Lukas me rogaba con las manos juntas, parecía un niño.
— Qué no, no me gusta —le volví a repetir con un tono más elevado.
— Porfa, te juro que no te molestare más —dijo poniendo cara de perro mojado.
— ¡Qué no, Lukas! No y punto.
***
Y aquí me encontraba... Junto al estúpido de Lukas, qué a pesar de todo me convenció para que viniera a su juntada en una fiesta, por no decir que me obligo.
Me encontraba sentada en una barra con Lukas y algunos amigos de él, eran tres, Oliver, Nathan y Paula. Mientras ellos hablaban, yo estaba callada tomándome una cerveza.— Hazme recordar que te maté cuando nos vallamos —murmuré acercándome a él.
— No exageres.
— No exageres —Repetí con una voz aguda en forma de burla, él solo puso los ojos en blanco.
Tenía ambos brazos apoyados en la barra con todo mi peso sobre ellos. En eso volteo a ver a mi alrededor y a lo lejos pude distinguir unos rizos anaranjados —Por favor no...— suspiré. Volteé y vi que Paula se me acercaba para sentarse a un lado mío.
— Hola —me saludo con una sonrisa cálida.
Le devolví la sonrisa en forma de saludo.
— ¿Aburrida? —me pregunto mientras alzaba su mano para pedir algo en la barra.— ¿Se nota mucho? —reí levemente
— A ver, como notarse... —hizo una pausa leve para pensar— Pues sí, se nota bastante ¿Para qué mentirte?
— Si te soy sincera, no quería venir, pero Lukas me obligo así que... aquí estoy —Ella río fuertemente, a lo que yo no entendí porque le dio tanta risa.
— Por lo que veo no eres mucho de salir de fiestas —Yo negué mientras le daba un sorbo a mi bebida— pues vete acostumbrando. Lukas es mucho de salir, por eso lo digo —sonrió devuelta.
Sinceramente no hable mucho con Paula, bien intercambiamos diálogos y anécdotas. No fue más que eso, palabras sueltas.
Trataba de buscar con la mirada entre la multitud de gente aquellos rizos rojos que había visto hace menos de 20 minutos, pero no hubo resultados —¿Será ella?— me preguntaba en mi cabeza. En eso decidí levantarme de mi asiento y avisarle a Lukas que iría al baño, trataba de atravesar a la gente hasta llegar al baño. Una vez ya en el baño hice lo que tenía que hacer y salí para lavarme las manos, pero en eso puedo divisar a través del espejo a una persona entrar al baño. Para mí no sorpresa era ella —Ya no se me hace raro encontrármela en todos lados.
Ella sale de los cubículos y se dirige al lavabo de mi lado, yo con la cabeza gacha la miraba de reojo a través del espejo, hasta que ella levanta la mirada hacía el espejo y hacemos contacto visual, acto que me obligó a desviar la mirada.— Hey. Usted otra vez —Dijo la señorita Domínguez con una sonrisa amplia y girando levemente su cabeza hacia mi lado.
— Hola —Le devolví una leve sonrisa— que coincidencia, siempre nos encontramos de la nada.
— Así es... —Ella suspiro en una sonrisa— Quizás sea el destino, ¿Crees en el destino?
— Mmh. Supongo —Fruncí los labios y elevé mis hombros.
Ella negó con una sonrisa divertida, donde mostraba sus dientes, sus perfectos dientes. En eso ella estaba por hablar, pero la interrumpió el ruido de la puerta al abrirse, era paula.— Sara... —Dijo Paula— Vi que tardabas mucho y Lukas me dijo que fuiste al baño... pensé que te había pasado algo —Sonrío y yo le devolví la sonrisa, luego Paula volteo a ver confundida a Abby.
— Ah... cierto, Paula, ella es Abby, mi maestra. Abby, ella es Paula, una amiga —Las presente mientras secaba mis manos con una servilleta de mano.
— Un gusto Paula —Dijo Abby en un tono serio y severo.— El gusto es mío... —Paula respondió levemente para luego verme— Lukas necesita hablar contigo.
— Ajá, vamos —Antes de salir del baño me giré a ver a Abby— Nos vemos —Le sonreí amable.
— Nos vemos Señorita Jones —Me devolvió una sonrisa algo seca que sinceramente me confundió.
Luego salí junto a Paula.— ¿Soy yo o no le agrado mucho? —Dijo sarcástica.
— ¿Qué? —La mire confundida y ella solo cerro los ojos y negó con la cabeza— No creo, no se ve que sea una persona que subestime a las personas por la apariencia, al menos para mí... —Le respondí tratando de justificar el comportamiento raro y repentino de Abby.
— No lo sé... Que digamos, no se le vio muy contenta cuando entre —Paula dijo mirándome fijo.
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***
Hasta aquí el episodio de hoy, espero que les guste, estoy tratando de hacer episodios un poco más seguido, aunque no estoy teniendo mucha idea para escribir, pero aquí estoy.
Como les prometí, este episodio es un poco más largo jsjsjs
Gracias por leer, nos vemos en el próximo capitulo.
LOS QUIEROOOO <3
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Amor Cómplice
RomanceSara Jones, Una Joven canadiense de 18 años se muda a New York tras obtener la beca del colegio Trinity School, donde empezara una vida nueva, con amigos nuevos, personas, nuevos profesores, etc pero lo que menos se esperaría es que se enamoraría de...