IL DIAVOLO

Capitulo 4

advertencia: mención de sangre

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Carlos tomo la máscara entre sus manos y se la coloco para seguir a Daniel por la escalera de caracol llegando al piso más bajo. Siempre dice que prefiere ser pacifico, pero no negara que le genera cierta emoción el sufrimiento de los que se lo merecen. El español observa a los dos hombres las bolsas permiten escuchar los pequeños jadeos de ambos y la sangre que se mezcla con los charcos de agua turbia muestran que ya tuvieron un pequeño adelantamiento

"Quítenle las bolsas" ordeno a los hombres detrás de los chicos en el suelo. Carlos se acercó a la mesa que estaba llena de variadas cosas entre ellas cuchillos. Agarrando su juguete favorito no pudo evitar sentir una sonrisa en su rostro al contacto del meta con sus dedos.

"buonanotte, ratti" (buenas noches, ratas) ambos hombres frente a él pasaron saliva fuertemente.

"Señor, nosotros no sabíamos-" el tipo que Carlos identifico como Nyck fue cortado por el golpe que llego a su rostro. El jadeo del hombre bajo lleno la habitación.

"No te dije que hables" la voz de Carlos era profunda. Se acerco al hombre el cual no había hablado de que se mantenía con la mirada baja. Le levanto la cabeza con la punta del cuchillo presionándolo ligeramente en el cuello del pelinegro. "Se metieron con algo que es mío, y yo protejo lo que me pertenece" presiono un poco más fuerte lo suficiente para sacarle un quejido de dolor al hombre, pero no para hacerle un daño permanente. Alejo el cuchillo del cuello del chico. Carlos sonrió al ver la punta de este manchado de sangre. "Creo que ambos necesitáis un ajuste de modales" La sonrisa de Carlos se ensancho al ver como ambos cuerpos frente a él emanaban miedo.

Se acerco al más bajo, el responsable que la hermosa cara de su Lando tenga una marca, miro a uno de sus hombres, "Desátale un brazo" ordeno, su hombre hizo lo que Carlos pidió. Carlos cogió el brazo y lo estiro colocándolo con la palma hacia arriba "Si te mueves, no voy a tener piedad alguna contigo" Carlos comenzó a trazar las líneas de la mano del chico con el cuchillo apretando más fuerte en cada momento. "Vuelve a ponerle la mano encima y ya nos las tendrás"

Un grito lleno toda la habitación, mientras que de la mano chorreaba sangre.

"No no lo sa- sabia" la sangre comenzó a chorrear de la mano "Piedad, diavolo por favor" Carlos paro y aunque la mascará no permitía notarlo una sonrisa cínica se planto en su rostro.

"Piedad, acaso lo pensaste en golpear a alguien solo porque si" Carlos acerca el cuchillo al antebrazo del hombre acercando su cabeza cerca al oído del otro "Crees que no se lo que querían hacerle si no hubiese llegado esa moto, los franceses y sus juegos sucios" el grito de Esteban se escucha ante el corte que le acaba de hacer en su brazo. Se alejo para ver como todo se llenaba de sangre y Nyck parecía a un paso de desmayarse para hacerle señas a sus hombres indicando que se lo lleven, antes que pudieran tomar al pelinegro alto. Carlos lo tomo rudamente del mentón haciendo que lo mire. Amaba lo que veía: Miedo, terror, Dolor...

"Si a ti o a algún idiota de las calles se le ocurre hacerle algo, no te habrá lugar a donde huir, porque lo encontrare y no lo matare, lo torturare haciendo vivir su propio infierno" soltó el mentón brusco generando dolor en el francés "Llévenselo"

Cuando los hombres salieron completamente de la habitación, Carlos se quito la mascará, un par de aplausos lo hicieron reír.

"Había pasado un tiempo de verte jugar así" el australiano le pasa un trapo húmedo señalando una parte de su traje. Carlos lo toma, pero sabe que es en mano solo hará peor la mancha.