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Ya no había marcha atrás, nos habíamos adentrado en el bosque junto al equipo de búsqueda para encontrar al señor Douglas.
El viento soplaba suavemente entre los árboles. La luna llena, imponente en su punto más alto, iluminaba tenuemente el espeso bosque, arrojando sombras danzantes sobre el suelo cubierto de hojas crujientes. Nos habíamos separado para abarcar más terreno ya que pocos se brindaron a ayudar, y no los culpaba...
Me adentraba con cautela en aquel lugar sombrío. La pequeña linterna temblaba en mis manos, proyectando círculos de luz sobre las ramas retorcidas. El frío de la noche se hacía presente penetrando en mi piel. El silencio reinaba, solo interrumpido por el crujir de mis pasos sobre la maleza seca y el correr de algún arroyo cercano.
Con cada paso me sumergía más en aquel laberinto natural, donde la vegetación parecía susurrarme a cada segundo
<<Marchate>>
Los árboles se alzaban majestuosos, sus ramas entrecruzadas formando un techo enrevesado que filtraba la luz lunar. Las sombras se alargaban y se acortaban siguiendo el vaivén de las ramas movidas por el viento.
Un escalofrío recorría mi espalda, recordándome el dilema en el que me encontraba. Los sonidos de la vida nocturna, lejanos chirridos de grillos y el ulular de un búho, se entremezclaban con mi propia respiración agitada. El bosque se cerraba a mi alrededor, como un abrazo tétrico que amenazaba con atraparme en su abismo...
De repente, tropecé con algo y caí al suelo, sintiendo un golpe en mis rodillas y las manos llenas de tierra. Pero cuando alcé la mirada para averiguar qué fue lo que me hizo tropezar, senti cómo todo mi cuerpo se llenó de terror. Allí, sobre el suelo cubierto de hojas, había un charco espeso de líquido rojizo...
- Sangre... -digo con la voz rota-
La sangre manchaba el suelo con un tono perturbador, reflejando la luz de la luna de una manera ominosa.
La escena me dejó paralizada y confundida, mi mente comenzó a imaginar todos los horrores posibles que podrían haber ocurrido en ese lugar. Mi corazón se aceleró, el miedo se adueñó de mis pensamientos y una sensación de peligro inminente se hizo presente.
<<¿Quién había causado eso? >>
<<¿Qué habría pasado allí?>>Douglas... podía haber sido víctima de algo terrible.
Cerré los ojos intentando calmar mi respiración, pero los pensamientos continuaban asaltando mi mente.
Miré alrededor, tratando de distinguir algún indicio de lo que pudo haber sucedido, pero la oscuridad del bosque solo añadía más misterio y aterradoras sombras alrededor.
Mi imaginación comenzó a jugarme malas pasadas, creando imágenes perturbadoras de escenas violentas que podrían haber ocurrido en ese mismo lugar. El silencio solo aumentaba mi ansiedad, ya que solo podía escuchar mis propios latidos y la inquietante sensación de estar completamente sola en medio de la oscuridad me aterraba.
El temor me invadió por completo, mis músculos se tensaron y una violenta oleada de paranoia recorrió todo mi ser. Deseaba desesperadamente alejarme de aquel lugar y volver a un entorno seguro, donde no hubiera sangre ni miedo latente.
Finalmente, reuní el coraje suficiente para levantarme y huir de alli tan rápido como mis pies me lo permitieron. El temor y la angustia me acompañaron hasta que finalmente alcanzé un lugar iluminado, dónde me sentí a salvo nuevamente, o eso creí por uno instante...
***
En medio de la calma, un grito desgarrador rompe el silencio del bosque. Mi respiración se detiene, mi cuerpo se tensa y mi mirada se dirige hacia la dirección del sonido.
- Hay alguien cerca, quizás sea Douglas -digo mirando a los alrededores sin saber que tanto me había alejado de los demas-
La duda me invade unos segundos, haciendo que me preguntara si debía ir sola. Pero no había tiempo, al parecer quien fuese esa persona había perdido demasiada sangre. Así que me pongo en marcha.
En el momento en que me acerco al lugar del grito, mi mente empieza a llenarse de recuerdos inconexos. Retazos de imágenes desordenadas y fragmentadas inundan mi memoria.
Sombras agitadas...
Un bosque oscuro...
Un precipicio...
Sangre...Recuerdos que parecen no tener sentido, pero que despiertan una extraña familiaridad. Entre los recuerdos, veo un rostro difuminado, quizás el de alguien querido.
Siento emociones abrumadoras y difusas que me embargan: amor, alegría, tristeza, confusión. Cada imagen es como un puzle incompleto, cuyas piezas no encajan.
A pesar de la confusión, intento no dejarme llevar por los recuerdos. Llego al lugar de dónde provenía el sonido, allí estaba el. Era Douglas...
En ese oscuro rincón, mis ojos se encontraron con una desgarradora escena. Douglas yacía agonizante, recostado contra una pared sucia y húmeda. Su cuerpo estaba empapado de sangre, y su mirada reflejaba el extremo dolor que sufría. Justo frente a él, una misteriosa chica con cabello oscuro le clavaba sus manos en el pecho, como si intentara extraer algo que no pertenecía a su cuerpo.
La chica, con una sonrisa siniestra en su rostro, dejó de clavar sus manos y se volvió hacia mi. Sus ojos, oscuros y penetrantes, parecían desafiar a cualquiera que osara interponerse en su camino. Había algo perturbadoramente familiar en su rostro, a pesar de que apenas lo distinguía, pues pareciera que estuviera en presencia de una sombra con aspecto humanoide, era algo que no lograba comprender.
La chica misteriosa se desvaneció en el aire, dejando solo una estela de oscuridad.
Tras ver cómo el cuerpo de Douglas yacía en el suelo sin vida, brotando sangre del agujero de su pecho, el corazón me comenzó a latir más rápidamente. Una angustia primitiva se apoderó de mi al presenciar aquella escena. Mis ojos se abrieron desmesuradamente mientras mi respiración se volvía agitada e irregular.
En un intento por huir de tan espantoso espectáculo, doy un paso hacia atrás, pero las piernas no me respondían. Mi cuerpo, presa del miedo paralizante, se negaba a moverse. La inmovilidad se extendió como un veneno lento y persistente, apoderándose de cada uno de mis músculos. Mi mente gritaba por escapar de aquella situación, pero el cuerpo simplemente no me obedecía.
De repente, una oleada de vértigo invadió mi cabeza, las luces parecían oscurecerse y mi visión se nubló. Mis sentidos, abrumados por la sobrecarga emocional, se desvanecieron. No pude hacer más que sucumbir ante la intensidad de aquel momento y, sin advertencia alguna, mi cuerpo cayó rígidamente al suelo, quedando totalmente inconsciente...
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Notas del autorSalu2s chicos.
Y aquí tenemos un capítulo nuevamente. Perdonen la demora, pero este fue un capítulo muy difícil de escribir. La descripción de escenarios y emociones es algo a lo que hay que dedicarle su tiempo para poder transmitirles lo que queremos.Bueno, espero que fuera de su agrado.
Por acá pueden dejar sus comentarios y sugerencias.
¿Quien era la joven misteriosa?
¿Era una sombra?
¿Nayle está loca?
Pues, si quieres saber más, no te pierdas las próximas actualizaciones.

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SIN TI
FantasyNayle Decker, es una profesora de Universidad de Dasville. Su pasado no es del todo "normal". El misterio desembarcó en este pequeño pueblo y ella formará parte de esto. Tendrá que aferrarse a su realidad, ya que las sombras que la acechan la han s...