Prólogo

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<<Corre... no te detengas>>

Me repetía una y otra vez.

Era de noche, y aquel bosque se encontraba en completa oscuridad, salvo por la claridad de la luna, que lograba colarse entre la copa de los árboles.

No tenía idea de "que" o "de quien" estaba huyendo, pero no podía pensar en otra cosa. Mis piernas comenzaban a doler, mi respiración agitada, y el vaho dejando mi aliento por el frío que me calaba hasta los huesos. Pero no podía importarme menos, debía seguir corriendo...

Comenzaba a verse la claridad, el bosque se terminaba, dando a un claro al borde de un acantilado, no me quedaba salida.

Sin lugar al que huir me volteo, observando el bosque en penumbras. Las ramas crujían. El viento agitaba todo a mi alrededor.

- Se acerca... -susurré por lo bajo-

Un escalofrío de muerte recorrió mi cuerpo, para acto seguido comenzara a desmoronarse el suelo bajo mis pies, dejándome caer al mar.

Juraría que el tiempo se hacía cada vez más lento, todo iba tan despacio, que podía escuchar los latidos de mi propio corazón mientras caía. Trozos de roca y mi cuerpo en el aire rumbo al mar. Unos segundos antes de hacer entrada al agua...

//Comienza a sonar mi alarma//

Despierto sobresaltada, bañada en sudor y mi corazón queriendo desprenderse de mi pecho.

- Ese sueño otra vez. -digo llevando una mano a mi pecho como intentando contener mi corazón dentro de el-

Miro a mi despertador sobre la mesilla de noche, marcaba las 4:53 AM.
Me siento al borde de la cama, dando pequeños golpes en mi rostro con la palma de las manos para conseguir despertar por completo. Me dirijo al cuarto de baño para ducharme. Abro la ducha, comienza a caer el agua caliente sobre mi cuerpo relajando mis músculos tensos aún por el sobresalto.

Bajo a la cocina para preparar algo de desayuno y café. Enciendo la tele, están pasando las noticias.

*Presentadora*
Han pasado 48 horas de la desaparición del ciudadano...

Vuelvo a apagarla. Nada nuevo... al menos para mí.

Me dirijo nuevamente a mi habitación para vestirme e ir a trabajar. El reloj marcaba las 6:00 AM.

...la misma rutina cada día, las mismas noticias, personas desaparecidas, otras encontradas con sus cuerpos desgarrados o mutilados... y yo sabía que lo causaba...

***
Mi nombre es Nayle, Nayle Decker. Tengo 29 años, soy profesora de universidad, doy clases de Programación a los de primer año. Y ésta es mi historia

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