Quinto día

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Por el día, actuaba como un leal defensor de la aldea, cumpliendo con sus deberes como cualquier otro. Sin embargo, durante la noche, se encargaba de enviar mensajes a las afueras de la aldea, cumpliendo con su verdadera misión como infiltrado.

Si bien pertenecía a Konoha, eso no quería decir que le siguiera siendo leal, su lealtad se fue cuando sus padres murieron por un ninja que se supone era un camarada por ser de la misma aldea, Sasuke Uchiha.

Sí, en sus tiempos de renegado, mató a sus padres cuando estuvieron de misión y se encontraron de casualidad con el Uchiha.

En la guerra se olvidó de ello por querer sobrevivir. Pero ahora ya podía seguir con sus oscuros planes, sobre todo porque el Uchiha por más renegado que fuera, ahora andaba libre y tenía su vida de vuelta en la aldea. Lo haría pagar y también a la aldea.

Hace unos días estuvo presente cuando se infiltraron los desconocidos a la aldea, incluso fue al gran barco y junto a los otros rodearon a los piratas, porque sí, eran piratas que llegaron del cielo con su gran embarcación, que ahora estaba varada en el bosque.

No sabía perfectamente bien que habían hablado entre piratas y el Sexto junto a los ninjas que permitió que se quedaran, ese primer día que llegaron, el resto, incluido él, se habían alejado dándoles espacio.

La cosa era que al parecer, no eran malos, ya que el Sexto los dejó andar por la aldea con libertad, con la sola condición que no revelaran su identidad con la población.

Los espió tanto como pudo, ya que debido al deber que debía cumplir como ninja, no tenía mucho tiempo libre, pero aprovechaba que lo pusieran a vigilar zonas de la aldea para dirigir su rumbo cerca a donde se movían los piratas o escabullirse en la embarcación. Lo primero fue también muy complicado debido a que estos siempre estaban escoltados por ninjas reconocidos de Konoha, en lo segundo si que le fue mejor ya que pudo entrar porque no había nadie en el barco.

Investigó lo suficiente y supo lo increíble que eran esos sujetos y no debido a su personalidad, sino que tenían mucho que ofrecer, porque no solo eran extraños con grandes técnicas, también tenían cosas extrañas que él o alguien en el mundo ninja no conocía, parecían cosas avanzadas, cosas más tecnológicas.

Claramente él no pudo llevarse nada porque no podía ponerse en peligro de esa forma, aún no era momento de que descubrieran su doble vida.

Si tan solo pudieran hacerse con esas personas y sus cosas, podrían reforzar más su fuerza militar. Además de que al ser piratas, tenían un enorme tesoro.

Todo ello había informado a su jefe por mensajes y este ya le había enviado la respuesta. Al parecer iban a emboscarlos cuando salieran de la aldea, porque no podían atacarlos mientras siguieran dentro, debido obviamente a que perderían con facilidad ante Konoha.

Para suerte suya, él una mañana había visto a los piratas más grandes con la ninja pelirosa acercarse a la torre Hokage, cuando los vio ser recibidos por Shikamaru, mano derecha del Sexto, supo que algo importante iba a pasar, así que fue a espiarlos.

Por suerte, tenía uno de su ojos cubiertos por un parche porque se supone que lo había perdido en la guerra, lo cual era cierto, pero también había otra cosa y era que tomó uno de los ojos de un Hyuga que murió en combate y se lo puso, claro que nadie sabía aquello.

Activó su ojo y vio a través de la pared del despacho del Hokage y leyó los labios de los que hablaron. De esa forma supo que los piratas pronto saldrían de la aldea y no solo eso, sino que el barco lo sellarían en un pergamino, quitárselos sería más sencillo de esa forma.

Lo último que hizo fue ir por la noche a ese lado de la aldea para confirmar que al día siguiente saldrían, ya que todos estaban a bordo del gran barco celebrando su último día allí. Escribió un último mensaje indicando la hora y el lugar donde su gente debía estar esperando para emboscar al grupo.

ALGO DIFERENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora