Cap 12. - Celos pt.2

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La castaña sintiéndose aún más avergonzada por las crudas palabras del explosivo no pudo controlar el volumen de su voz – n-no me puse cachonda – grito - fue u-un accidente, D-Deku-kun no haría eso –

Escucharla defenderlo debió molestarle porque acerco ligeramente sus cuerpos – y ¿por qué tu cara parece un puto tomate? – cuestiono, su boca a una distancia que apenas podía considerarse decente.

Quería verle a la cara para responderle, sin embargo, algo en ella no se lo permitía, como si se sintiese avergonzada por lo sucedido con su amigo que no se sentía digna de verlo y no lo hizo – e-es solo que es la primera vez que alguien me toca así... - murmuro avergonzada.

Ella no tenía ni idea de lo que esas palabras causaron en el explosivo, más cuando él estaba por decir algo, la tomo del brazo y con rapidez los metió a ambos en uno de los casilleros dobles que estaban desocupados, cuando ella iba a preguntar la razón de la acción repentina la puerta del vestidor se abrió revelando a sus compañeras de salón listas y dispuestas a cambiarse sus trajes de héroe.

La rosada miro a los alrededores de la sala – ochaco debe haber estado apurada, normalmente tarda más que nosotras – las demás chicas asintieron a sus palabras.

La invisible brincaba emocionada – logró la prueba en el último segundo – gritaba – y nada menos que con su crush de primer año – insistía

La rosada al ver la emoción de su amiga la siguió – ¿crees que algo haya pasado? No pudimos ver nada porque en ese momento bakugo se volvió loco y empezó a hacer explosiones – se lamento

Invisible girl hizo un puchero que nadie noto – sí, levanto tanto polvo que no se pudo ver nada -

La castaña por su parte no entendía bien lo que sus amigas continuaban discutiendo, pues estaba ocupada tratando de hacer el mayor silencio posible mientras trataba de ignorar el hecho de que tenía al cenizo justo detrás de ella, su espalda a pocos centímetros de su pecho.

Le sorprendía un poco lo calmado que estaba, más su sorpresa no duro tanto cuando sintió la respiración en su nuca expuesta por su corto cabello - ¿Por qué dejaste que él fuera el primero? – le pregunto, su voz baja para evitar ser escuchados desde fuera.

Un escalofrió le recorrió la espalda por el aire caliente que recibía en tan sensible zona – n-no lo deje, fue algo que simplemente paso por el calor del momento nada mas – se excusó lo mejor que pudo, pues no fue algo hecho por el pecoso adrede sino un simple descuido por lo apresurado que iba.

Supuso que su breve justificación serviría, cuando sintió sus grandes y fuertes manos sostenerla de su cintura, pero no deteniéndose allí, su mano derecha descendió suavemente hacia su cadera, trazando círculos y su mano izquierda subió de igual manera por su vientre, deteniéndose justamente en la base de sus pechos, en donde se limitó a acariciar haciendo amague de subir, pero sin hacerlo.

Sorprendida por poco y grita, más esto fue notado por el explosivo, quien con sus rápidos reflejos alcanzo a mover su mano derecha y tapar la boca de la castaña – cuidado uraraka – le advirtió – no querrás que las perras te encuentren en esta situación conmigo – lentamente fue sacando su mano de su boca, deslizándola junto a su melena castaña hacia un lado, dejando completamente expuesto el lado izquierdo de su cuello – no te preocupes y solo disfruta del calor del momento – le regreso sus palabras

Ni bien él había terminado de decir esto y sus labios ya habían ido a por la blanquecina piel en el cuello de la castaña, repartiendo besos húmedos a lo largo y ancho de este, hasta detenerse en la nuca.

Por suerte, la castaña se había tapado la boca, pues los besos del cenizo estaban convirtiendo sus piernas en gelatina y fue peor cuando en un momento de quietud el explosivo mordió suavemente su nuca, haciéndola retener un gemido y ocasionando que la fuerza restante que tenía en sus miembros inferiores cedieran, haciendo que ella cayera.

🔥 Provocaciones 🔥- kacchako 🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora