-prologo-

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Los ojos de dan se abrieron con sorpresa mientras sentía una fuerte arcada recorrer su cuerpo, se levantó de golpe dirigiéndose a el baño y al momento de llegar hay comenzar a vomitar, sentía arcada tras arcada e intentaba controlarse mientras las náuseas eran presentes, paso un tiempo así y se dirigió a cepillar sus dientes, no tardó mucho en ir escaleras abajo para comenzar a cocinar algo para Jaekyung quien ya estaba en su trote matutino.

Mientras cocinaba no podía sentir nada más que náuseas por la comida, ni siquiera fue capaz de probarla ya que sabía que otra arcada se apoderarian de el, se aseguró de preparar solo una porción correspondiente a Jaekyung para evitar verse obligado a comer.

Escucho como la puerta se abría seguido de un gruñido, el ambiente se volvió pesado y podía percibir un aroma a feromonas, inmediatamente percatándose de la presencia de Jaekyung.

Se apresuró a terminar de cocinar emplatando la comida, simplemente se dirigió a la mesa y dejó el plato sobre ella, Jaekyung se sentó y arrojó su chaqueta al sofa cercano, gruño ligeramente.

—no vas a comer?— pregunto Jaekyung con un tono áspero.

—no tengo apetito...—murmuro dan.

—no es pregunta, siéntate a comer ahora.—
—yo no cocine nada para mi... Me siento más cómodo así...— murmuro dan con un atisbo de miedo en su voz

Dan sintió como la enorme mano de Jaekyung tiro de su brazo obligando a dan a sentarse en el regazo de Jaekyung.

—abre la maldita boca—

Dan obedeció y abrió la boca ligeramente, para su sorpresa Jaekyung no lo beso, simplemente le puso un bocado de carne en la boca.

—no quiero que te desmayes durante el sexo, es molesto.

dan asintió mientras comía, si bien sentía náuseas sabia que era mejor que desafiar a Jaekyung.

𝐴𝑟𝑚𝑜𝑛𝑖𝑎 𝑜́𝑟𝑏𝑖𝑡𝑎 𝑎𝑙𝑟𝑒𝑑𝑒𝑑𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝐿𝑢𝑛𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora