ʀᴇᴄᴏᴍᴇɴᴅᴀᴄɪóɴ ᴍᴜsɪᴄᴀʟ: ɴᴇᴠᴇʀ ʟᴇᴛ ᴍᴇ ɢᴏ - ғʟᴏʀᴇɴᴄᴇ ᴀɴᴅ ᴛʜᴇ ᴍᴀᴄʜɪɴᴇ.
La idea de que la vida es un suspiro nunca había tenido tanto sentido para mí. Para otros, quizás. Pero para mí no. Mi existencia, como la de los mortales, no estaba ligada a un ciclo. Yo tenía el derecho de elegir: Cómo, dónde y cuándo. Especialmente cuándo.
Y hacía mucho tiempo que había tomado mi decisión.Pero tan solo basta un segundo para que todo se transforme. O más bien, solo basta un segundo, el tronco de un árbol, y una carretera congelada.
—Quédate conmigo. Por favor quédate conmigo.
Las manos frías de Larissa se aferran a mi cuerpo pálido así como yo trato de aferrarme a la vida.
Pero el hilo es frágil.
Está a punto de romperse.
Estoy perdiendo la consciencia.El dolor punzante que sentía en la sien se desvanece como el humo de la niebla que nos rodea. Mientras lucho para quedarme con Larissa, todas mis esperanzas se pierden; se dispersan como nuestra ropa entre la inmensidad de este mar.
La noche es fría.
La luna está opaca.
El borbotar del agua disminuye.
Todo se está convirtiendo un eco silencioso.La sangre que me brota de la frente traza un velo oscuro sobre mi vista, aunque ya no sé si es la sangre o es la oscuridad de la muerte.
No lo sé. Pero de pronto, toda la angustia se convierte en un vacío desolador.—Toma mi mano. No me dejes sola.
Mi voz sale como un graznido. Es como si una mano fuerte me apretara la garganta.
Larissa obedece. Con desesperación busca mi mano por debajo del agua, y la sujeta tan fuerte que me duele. Pero no es por su simple agarre, no, y ella acaba de darse cuenta.
—Te has roto la muñeca —dice en voz baja, con la amenaza del llanto desgarrador.
Me pasa los dedos por la frente, para apartar el cabello que se ha mezclado con la sangre, y me da un beso salado. Al igual que yo, ella también está temblando. Me preocupa que se vaya a enfermar o que le dé hipotermia. Pero estoy muy débil para cuidarla.
Estoy muriendo y no puedo abrigarla.—Te amo —susurro.
Intento encontrar su rostro entre la oscuridad. Quiero que sus ojos sean lo último que miren los míos.
Hago una pausa para respirar.
Cada inspiración se siente como mil agujas que se clavan en mis pulmones.Con la voz ronca, añado:
—A lo largo de estos años hice muchas cosas, Larissa. Muchas. Pero nunca olvides que de todas ellas, amarte es lo único importante. Es lo único que vale la pena. Te amé en esta vida, y te amaré en las próximas.
Los sollozos de Larissa se mezclan con el silbido que sale de mi pecho. Creo que me rompí una costilla y me ha perforado el pulmón. Me estoy ahogando con mi propia sangre.
Larissa me envuelve en sus brazos. Me atrae un poco más contra su pecho, y aunque sus latidos son acelerados, logran darme paz.
—Puedes hacerlo, cariño. Puedes quedarte conmigo —hace una pausa. Está llorando y yo no puedo hacer nada para consolarla.
—No te quedes callada. No quiero dejar de escuchar tu voz.
Aunque siento que la mano se me parte en dos, hago un esfuerzo para aferrarme a la de Larissa.
—Estoy aquí —asiente. Atino a ver que se pasa la mano por la cara—. Estoy aquí, cariño. No voy a dejarte. No voy a dejar de hablar.
—Prométeme que me buscarás —le pido—. Prométeme que cuando sea tu turno me buscarás.
Le doy otro apretón débil mientras busco sus labios. Ella se inclina por encima de mi cuerpo, ensangrentado y mojado. Hace apenas unos minutos estábamos hablando de lo feliz que seríamos cuando por fin tuviéramos a nuestra pequeña Cass y ahora le estoy dando el último beso.
—Tienes que quedarte conmigo, Flo. Tienes que luchar. Por mí. Por nosotras. No te des por vencida.
—No puedo...
Quisiera decirle más pero me es imposible. Ya no tengo aliento. He dejado todo el aire que me quedaba en sus labios fríos.
Ya no puedo luchar. Aunque quisiera es imposible. Todo lo que me queda es aceptar lo que viene.
Con mucho esfuerzo subo mi mano al rostro de Larissa. Ella me arrulla, y con su dulce voz de fondo, yo cierro los ojos para al fin dejarme caer al vacío.
Con él viene el silencio y la calma.
Con él la angustia ha desaparecido.Mi corazón ha dejado de latir, pero el de Larissa lo continúa haciendo con ferocidad.
Sé que mientras ella viva una parte de mí vivirá. Pero también sé que, con mi vida, una parte de la suya se ha ido.
Al menos he cumplido mi promesa: la he amado hasta la muerte.
⊱⋅ ۞ ⋅⊰
ℌ𝔬𝔩𝔦
Buenaaaaassss 👀
Nuevo fanfic para llorar? Sí.Vengo trabajando en esta historia desde hace unos meses y aunque este inicio es choqueante, sé que les va a gustar tanto como las demás. 🤍
Voy a publicar el capítulo 1 en el transcurso de estos días junto con una ilustración de Flo, así que guárdenla en su biblioteca para que les llegue la notificación.
Chaito <3
P.D.: Háganse un favor y escuchen la canción. Es una joya.
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𝔘𝔫𝔡𝔢𝔯 𝔥𝔢𝔞𝔳𝔢𝔫, 𝔬𝔳𝔢𝔯 𝔥𝔢𝔩𝔩 | 𝔏𝔞𝔯𝔦𝔰𝔰𝔞 𝔚𝔢𝔢𝔪𝔰
FanfictionEn los planes de Florence la muerte no tiene cabida. Pero esos planes están a punto de cambiar. ⊱⋅۞⋅⊰ Durante un viaje importante, Florence y Larissa sufren un accidente que altera el rumbo de sus vidas para siempre. A partir de entonces, Larissa...