; Después de la muerte || Francisco & Esteban

9

Enzo.

En el momento en que vi como Esteban me había salvado,sentí que todo mi mundo se iba abajo.Apenas lo recuperaba a mi mejor amigo y no pude salvarlo,cuando cayó inconsciente en el piso rápidamente fue hasta donde el y lo abracé con todas mis fuerzas.No quería llorar pero las lágrimas me amenazan en salir.Tenía miedo de volver a perderlo al igual que Blas que se unió a mi abrazo.

Había perdido demasiada personas y la más importante de mi vida;mi pareja,Matías Recalt y ahora esteban.

Me enoje demasiado al enterarme como lo usaban para experimentos sobre el virus que ahora nos tenia de esta manera y todas los noches desde que todo empezó,rezaba para que él estuviera vivo y que nuevamente estaríamos juntos.Llevaba siempre el collar que él me había regalado y una blusa que siempre la tenía amarrada a mi brazo,quería sentirlo al lado mío.

Rápidamente cerramos algunas lugares que conducían al interior delos túneles para que ningún otro zombie entrara,era húmeda y daba un montón de frío pero en ese momento no importaba si había frío o calor.Más nos importaba era encontrar una cura y dársela a Esteban.

Me senté en un lugar apartado y nuevamente las lágrimas amenazaron en salir,no tenía tiempo de llorar.Mi gente me necesitaba en ese momento y no necesitaban a un líder llorón e inútil.

—¿Estas bien Enzo?—Limpie rápidamente mis ojos y intente mantener mi compostura firme.

—Si pipe.

—No mientas hombre.—Me abrazó con fuerza.—Despertó,esta yendo a la sala de los mapas.

Asentí,por dentro de mi.Se alegraba que estuviera vivo pero a la ves no,ese zombie lo había mordido y apenas tenía poco tiempo.

Me dirigí hasta donde Esteban y lo abracé con fuerza,nuevamente mis lágrimas me amenazador.Me sentía un inútil por no intentar ayudarlo.

Necesitaba encontrar la cura rápidamente.

.

Fueron las 4 horas más largas de mi vida en ese proceso,intentar que los más pequeños se acostumbraran a luchar fue lo más difícil del mundo pero para los adultos no tanto.Teñimos las mochilas no tan llenas para que fueran fáciles de movilizar y para correr si ocurría algo.Carrespie y mire a los sobrevivientes frente de mi.

—¡Tengan en claro una cosa,son mordidos y no ahí Cura!¡Moriran en manos de uno de nosotros para que no tengan ese trágico final!—Todos sintieron.—¡Vamos!

Todos me siguieron cuando tome rumbo a las a fuerzas,Esteban se encontraba atrás de mi pero apenas salimos lo puse al lado mío.No quería alejarme de él,en este momento estaba haciendo lo único que me quedaba junto a algunos de los chicos.

Debíamos ser precavidos y no ocasionar ruido,eso los traía con más facilidad.

El camino había sido agotador y atareado,el sol estaba siendo una lucha constante de quien mataba a quien.Los fuertes rayos nos estaban golpeando con rudeza y era difícil caminar sin sentir una fuerte pizca de calor,si seguimos de esa manera,nos terminaríamos el agua en apenas tres dias y era lo peor.

Pare en seco y suspire cansado

—nos quedaremos aquí por esta noche,Blas y simon harán guardia las primeras 3 horas.—Intente no gritar pero ya era parte de mi al hablar.

Todos se instalaron al incomodo piso,yo rápidamente me fijé en Esteban si es que se sentía incomodo o algo.

—¿Estas bien?¿Necesitas agua o algo?—Le pregunté preocupó.

—Estoy bien Enzo.—Me regaló una de sus sonrisas que hacía sentir cómodo y seguro.

—No lo estás,mírate la cara.—Se podía notar su cansancio y el sueño era más notable,sus ojeras eran grandes como si no hubiera dormido en años.

—Duerme,yo te protejo en esta.

—Me has salvado de muchas Enzo,déjame cuidarte.

—No.Duérmete.—Vi como Esteban rodeaba los ojos haciendo que reíamos bajo.—Estas mal,eres lo único que me queda ahora.También buscaremos a Matías y fran,se que ellos tienen la cura.

—Lo se,la próxima te cuido yo.—Se recostó en el piso y lo tape con mi chaleca.

Suspire mientras posicionaba mis dedos en el puente de mi nariz.

—Descansa Esteban.

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Esteban.

Había sido un día realmente complicó,tanto para mi como para Enzo.Notaba lo tanto que se preocupaba por mi mordida y cada 30 o 40 minutos me preguntaba si me encontraba bien y si necesitaba algo.Agradecía todo aquello peor también sabía el peso que estaba llevando en ese momento.

Escuché el "descansa"de Enzo mientras cerré los ojos y caí en los brazos de morfeo,de lo cansado que estaba en ese momento.Sabía que se ocasionaba por la mordida del zombie y que era una de sus consecuencias de la mordedura,como siempre.Los sueños con Francisco empezaron a rondar en mis sueños.

"¡Te amo gracias!"me abrazo con demasiada fuerza que me era inevitable pensar que aquella no era un sueño,entrelazamos nuestros dedos mientras él me entregaba besos por todo mi rostro.

"Eres un sol rorro"le dije,este detuvo sus besos en mi rostro y nos miramos fijamente.

"Dirígete al norte,verás unos laboratorios casi en ruinas.Tienes que entrar y es seguro"asentí,el se separó de mi pero yo me aferré más a él.No quería alejarme de él nunca."Me tengo que ir,estas despertando"

Abri mis ojos lentamente,me pesaban de una manera horrible y sentía que cada ves que movía una articulación,era peor que la otra.El dolor y cansancio era insoportable.

—Vamos kuku.—Enzo me sonrió pero se notaba la tristeza en ellos.

Caminamos unas 5 o 6 horas,era cansador aun más para mi cuando el sol me pegaba de una manera horrible y cada ves que encontrábamos una fuente de agua nos mojábamos enteros.No nos importaba la ropa.

Enzo miró el cartel frente a él y su semblante cambió.

LABORATORIOS J.UMBRELLA.

—llegamos.

Trague con fuerza,se podían escuchar los gruñidos fuertes y horribles.Supimos que no eran fases que conocimos,si no fase 4 que solamente agustin había visto.Dirigí mi mirada a él y se podía notar su rostro de terror al reconocer los gruñidos.

—Prepárense.

Abrió con lentitud la puerta,intentamos hacer el mínimo ruido posible pero escuchamos el sonido de una rama romperse y nos giramos rápidamente.Uno de los Zombies fase 4 rápidamente estiró su largo brazo huesudo y clavó sus uñas en el hombre.Algunos soltaron gritos pero los que sabíamos que ocasionaba el ruido,no quedamos callados.

Mire a Enzo preocupado.

—Estarás bien.—Me aseguró.