Capitulo 4

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Narra shiro

Tenía los ánimos por el suelo en dos dias seguido tuve que asistir a dos clientes en los cuales no conseguí el contrato pero si una buena reseña de cada uno, rias no estaba enojada pero si confundida ya que es algo sin presentes, básicamente satisfací al cliente pero como demonio era malo lo cual era un duro golpe a mi autoestima que ya de por sí era baja aunque en los últimos días aumento un poco el desprecio de koneko a mi inutilidad y las burlas amistosas de Kiba no me ayudaba

???:waah!- un grito me hizo salir de mis pensamientos y mirando hacia el sonido viendo a una monja tirada en el suelo de cara

Shiro:estás bien?- pregunté acercándome y ofrecerle una mano

???:awww, por qué me sigo tropezando... Oh, muchas gracias- dijo tomando mi mano para ayudarla y una corriente de viento hizo volar su velo y mi cabello dejando que ambos nos veamos a los ojos directamente, ella era una joven de mi edad de un cabello rubio que parecía ser de oro con unos ojos verdes que brillaban como esmeraldas y que resaltaban con su tez blanca, me quedé hipnotizado al verla-  umm... Que sucede?- preguntó viéndome con un rubor pero con una expresión de preocupación

Shiro:eh? Ah, lo siento...- dije un tanto nervioso acomodando mi cabello, me sentí un poco avergonzado de como me atrapó su belleza pero dejé eso de lado cuando mire que llevaba un bolso- viajando?- pregunté aunque no estaba seguro de porque lo hice sabiendo que al ser una monja le rezaba a dios y eso es malo para mi ya que cualquier plegaria a dios me causaba dolores de cabeza cosa que aprendí a las malas cuando use una expresión religiosa

???:no, no, fui designada a la iglesia de este pueblo, ti debes ser residente de este pueblo, un placer conocerte- dijo bajando levemente la cabeza- he estado en problemas desde que llegué umm... Mi japonés no es muy fluido y las personas no entienden lo que digo, no sabía que hacer- dijo juntando sus manos en su pecho, lo bueno para ella es que gracias a mi poder mágico podía entenderla o eso es lo que me dijo rias

Shiro: conozco dónde está esa iglesia- dije recordando su ubicación al haber pasado unas cuantas veces en frente cuando entregaba volantes

???:de verdad!? Gracias, todo esto es gracias a dios!- dijo y yo lo descarte aunque el crucifijo en su pecho me desagradaba por obvias razones, la comencé a guíar a la iglesia y en nuestro camino pasamos por un parque en dónde un niño tropezó y se lastimo la pierna, la monja fue directo a ayudar sin dudarlo y demostró tener un sacred gear que curaba y mi brazo izquierdo reaccionó a eso, cuando le cuestioné sobre su poder ella me dijo que fue un poder de dios aunque se veía triste a pesar de que sonreía ante eso decidí no mencionar de mi propio sacred gear, un tiempo después llegamos a la iglesia y cuando estuve en esta me sentí en peligro, los pelos de mi nuca se erizaron y un sudor frío recorrió mi mejilla, sabía que si daba un paso adentro la misericordia que me estaban dando ahora desaparecería- oh este es el lugar, gracias a dios- dijo con alivio revisando que era el lugar con un mapa

Shiro:me alegra, ahora yo me voy por mi lado- dije queriendo irme lo más pronto posible, no quería poner a prueba la paciencia de los ángeles que seguramente me estaban vigilando como un depredador a una presa

???:espera, déjame al menos invitarte un té...

Shiro:lo agradezco pero estoy apurado ahora- dije con una sonrisa disimulando en lo posible el hecho de que estaba temblando ligeramente y estaba tenso

???:eso es...- dijo y aunque me molestó rechazar su agradecimiento no me metería a la casa de dios

Shiro:me llamo shiro Yamada pero dime Shiro, cuál es tu nombre?

Asia:me llamo asia argento, por favor llámeme asia

Shiro:es un placer asia-san, espero que nuestros caminos se encuentren de nuevo- dije y la duda de porque hacía esto persistió en el fondo de mi mente

Mi ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora