Narra Shiro
Al día siguiente estaba caminando por la ciudad tranquilamente llendo a un lugar que me había pedido akeno que fuera, estaba confundido de porque me lo pidió ya que no me dió muchos detalles pero tampoco pregunté, rías también iba a estar presente solo que debía acabar con un trabajo primero
Me hacía feliz estar con ambas pero me daba dolores de cabeza como ante la primera provocación ambas comenzaban a pelear... Normalmente son riñas pequeñas pero me preocupaba que empezarán a usar magia nuevamente. Tenía que pensar como evitar que se pelearán constantemente por mi
Salí de mis pensamientos cuando llegue a las afueras de la ciudad encontrando un templo. Un lugar al cual obviamente no iba a entrar, lo último que quería era causar algún incidente con el cielo a poco tiempo de la reunión de las tres facciones, con eso en mente me di la vuelta para alejarme antes de que mi sola presencia en el lugar cause algún problema pero en eso una voz familiar llamo mi atención
Akeno: bienvenido, Shiro-kun- dijo y al escucharla me di la vuelta sonrojandome al verla
Shiro:a-akeno-san?- pregunté con sorpresa, se veía increíble en un traje de sacerdotisa, ambos comenzamos a subir por los escalones
Akeno:lamento hacerte venir hasta aquí, Shiro-kun
Shiro:está bien, no es ningún problema esto, que clase de trabajo es? Además, buchou dijo que vendría más tarde...
Akeno:si, lo sé, rias debe realizar una última reunión con sirzech-sama para terminar de programar la reunión
Shiro:entiendo, pero no deberías estar con ella? Por lo que se la reina es necesaria en estas situaciones, no?
Akeno: grayfia-sama está con ellos y si aún así algo llegara a pasar aún si no estoy presente, todo estará bien. Por otra parte tengo que encontrarme con la persona que se encuentra al final de las escaleras- dijo y la miré desconcertado intentando pensar en quien o que podría ser pero mi divagación no duró mucho cuando llegamos a la puerta del templo, una entrada que si era cruzada por un demonio le causaría un gran daño. Akeno noto mi vacilación- está bien, se hizo un acuerdo secreto, así que, incluso los demonios podemos entrar- dijo y cruzó sin ningún problema, ante eso no dude en seguir el paso, miré el templo no pudiendo recordar la ultima última vez que estube en uno
Shiro:vives aquí, akeno-san?
Akeno:si, la sacerdotisa de esta generación murió, rias aseguró el templo que no tenía a nadie en el, para mí
Shiro:oh, es sorprendente que rías pueda hacer algo así sin causar un revuelo- dije decidiendo llamar a rias por su nombre ya que recordé que no estaba en la escuela, no se me escapó la mirada que me dió akeno cuando mencioné a nuestro rey
???:el es el sekiryutei?- preguntó una voz desconocida y al girarme me encontré con un tipo apuesto y rubio, el vestía una toga y lo que destacó fue la aureola que habia en su cabeza y el aura dorada que lo envolvía- gusto en conocerte, sekiryutei, Yamada Shiro- dijo y ofreció su mano para un saludo tarde un poco en reaccionar