1. Nada bueno

2.5K 118 10
                                    

Pov Ruslana:

Con todo lo que estaba pasando en la vida de Chiara me sentía una persona horrible por llegar con mi drama, y ahora me siento una persona horrible por no contárselo.

Mientras mi amiga estaba viviendo su propia película romántica con Violeta yo estaba en la mierda pero para que me entendáis tendría que retroceder varias semanas atrás.

Cuando le dije a Chiara de salir y llegamos al Dragón, lo hacía por ella, para que cambiase de aires pero también lo hacía por mi, tenía que dejar de pensar en él, que no sé por qué a estas alturas aún seguía en mi cabeza. Estaba viviendo un momento donde necesitaba diversión, el apiñamiento de cuerpos en la discoteca, por ejemplo, o las veladas con las amigas como la del otro día en casa de Kiki hasta la noche, que me hacen sentir con las pilas cargadas.

Y cargada también de alcohol. Bueno, no se puede decir que haya estado borracha y haya mencionado a cierta persona cuyo nombre no dire, o bueno sí lo digo, Omar. El puto Omar.

Sé cómo afrontar la situación. Es pura cuestión de cajones. De cajones mentales, quiero decir: cojo las cosas que no quiero ver, las situaciones a las que no puedo enfrentarme, y guardo todo en un compartimento estanco. Un cajón que no se debe abrir, al menos durante un tiempo. Durante mucho tiempo. Y así estuvo hasta que lo he visto.

Esta es una de las cosas en que no debo pensar. Puf. La hago desaparecer en el cajón impenetrable. Fuera.

No ha pasado nada. Eres la misma persona de siempre. Él no te ha dado nada ni te ha privado de lo que eres. Me lo repito. Una y otra vez. Me repito.

Gracias a tener que acompañar a Kiki a esa entrevista y aquella noche en el dragón, habíamos hecho buenas migas con Violeta y sus amigas al punto de que cuando se armo todo el lío, salieron titulares y se fueron al otro lado del mundo, prácticamente pasaba todo el día con Denna y Bea.

Cuando conocí su ritmo de vida tengo que decir que no es ni medio parecido al que llevábamos nosotras en Londres en nuestro día a día, al final me convencí un poco de que necesitaba un cambio y las chicas me ayudaron a encontrar piso en su edificio y pasaría un tiempo en España, era un plan sin fisuras.

En estas dos semanas habíamos logrado comprar todo lo que necesitaba y mover mis pertenencias para el piso nuevo, podría decir que ya estaba instalada.

Estaba abandonando el piso de mi hermana, había quedado con Denna para comer en un sitio que había descubierto hace poco. Bajo el ascensor y justo en el portal me encuentro a la persona que menos esperaba ver.

-Hola Ruslana, te estaba buscando. Podemos hablar?

-Hola Omar -sonreí cordial

-Tienes tiempo para un café?

-Muy poco, he quedado con una amiga

-No te voy a robar mucho tiempo, necesito contarte algo.

-Está bien Omar -No sé por que acepté, podía decir que no simplemente.

Fuimos a un café cercano que conocía, al que solía ir muy seguido cuando estaba por Madrid, me quedaba perfecto para pillar un taxi al terminar.

-No se por donde empezar-dijo dejando caer los hombros

-Omar, de verdad he quedado

-Vale, no daré vueltas. Me caso -joder que manía la gente con casarse, esto es una puta broma

-Vale?

-No dices nada?

-Te felicito, supongo

-No tienes nada más que decir?

I feel loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora