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Pov Violeta:

Chiara era objetivamente guapa, saltaba a la vista. Creo que ya lo he dicho alguna vez. Tenia unos ojos rasgados y verdes casi hipnotizantes que se escondían cuando sonreía con ganas. La nariz era algo afilada pero tan sexy y tan femenina... Sus labios eran pequeños, pero qué labios! Era una belleza... sensual. Las orejas eran demasiado pequeñas, y resultaban delicadas, inmersas en el espesor de su pelo oscuro y brillante. Era terriblemente magnética y tenia una sonrisa espectacular. Los dientes perfectos,alineados y blancos brillaban mientras los labios se contraían y le salían unas arruguitas de lo mas tiernas junto a las comisuras. No creo que hubiera nada como ellas.

Y qué bueno era tenerla en casa, a dos metros de distancia para poder mirarla con tanto énfasis y detalle.

Hubiese sido bueno que hubiera amanecido un día de mierda, de esos de peli y manta donde no tienes nada más que hacer que sentarse a leer mientras yo la admiro. Pero no, hoy Chiara tenía una sesión de fotos a la que me pidió acompañarle y por primera vez la vi de mal humor porque llegábamos tarde por mi culpa.

- ¿Como que quince minutos? - Dije cuando vi que Chiara y Ruslana estaban perfectamente vestidas en mi habitación

- Llevo una media hora intentando despertarte y sigues remoloneando. - Dijo cansada - Cuando quieres te despiertas super temprano.

- Perdon - Gruñí y me levanté de la cama. Ni siquiera me estaba dejando los cinco minutos de rigor para recrearme en el recuerdo de la noche anterior.

- No puedo llegar tarde Violeta, el taxi está a punto de llegar.

Aun no se como lo hice pero en menos de veinte minutos estaba lista esperando a que nos pasaran a buscar.

Nos subimos al taxi a las ocho menos cuarto. Chiara me miraba de reojo con media sonrisa, dando a entender que efectivamente llegábamos tarde.

- Lo siento

- No me he quejado eh... al menos no en voz alta. - Sonrió devolviendo la mirada hacia la ventanilla dejándome un beso en la mejilla, al menos algo.

Cuando llegamos al estudio, Abril ya estaba allí con cara de pocos amigos. Le lanzó una mirada de rayo mortal a Chiara y otra menos enfadada a mi.

- Lo de la discreción no es vuestro fuerte, no? - Dijo mirándonos de arriba a abajo

- Lo siento Abril - Dijo Chiara por decir algo.

- Vamos tarde. - Respondió. Violeta, ponte cómoda, irá para largo. ¿Ruslana donde se ha metido? - Dijo de carrerilla.

Pruebas de luz, maquillaje. Peluqueria. Vestuario. Las manillas del reloj empezaban a correr demasiado lento. Cientos de manitas volando a su alrededor, alisando hasta la más misera arruga de su ropa. Decenas de ojos repasando cada rincón de su piel que quedaba a la vista que... a veces era más de la que me gustaría. ¿Donde había quedado la intimidad?

Ruslana conocía a todos allí, no paraban de saludarla mientras. Yo en cambio me sentí invisible cuando arrastré un taburete hasta el fondo de la sala y me senté en el, cómodamente invisible. Era hora de ver lo mucho que era capaz de brillar Chiara aunque fuese una sesión de fotos.

Más retoques, algún que otro cambio. Un taburete de madera en medio de una sala con aspecto industrial. Música. Y ella. Brillando en medio. En color, en blanco y negro, daba igual.
Un cosquilleo desagradable en mi estomago presagio el comienzo del mecanismo mental que me hacía daño. Debía haberme quedado en el piso, haber dado una vuelta por el barrio, comer un sándwich en la cafetería de Élise, leer un libro y tomar un café. Ella habría llegado más tarde y yo la sorprendería con pizza o cualquier guarrería para cenar que le encantara. Tendriamos una copa de vino y..., buenas noches, mi amor, mi vida, dame un beso y no me hagas promesas pero dime cosas que se hagan realidad en un futuro.

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⏰ Última actualización: May 12 ⏰

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