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Hoy era un día maravilloso, puesto qué los omegas cumplían ya quince años, para los omegas eran ya siete años en ese maldito infierno, pero para Amane, era un día maravilloso, pues los omegas les llegaría el celo, más clientes, más dinero y más negocio....
Qué mal que todo acabaría ese día para Amane....
Pero, pongámonos en contexto, sobre tu vida..
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Una niña se encontraba, jugando junto a su hermano, un lindo y maravilloso omega, estaban jugando con una pelota, hasta que su padre la mando a llamar.
—¿Qué sucede papi?.—Le preguntó a su padre, cabe aclarar que la niña apenas tenía nueve años.
—T/n hija, acompáñame.—Le dijo sereno, lo cual era raro en su padre pensó la niña.
—Si padre... —Le contestó un poco desanimada, pues ese tono su padre lo utilizaba cuando estaba molesto, ¿Acaso iso algo malo?.
Salieron de la gran mansión, para entrar a una camioneta de color negro, comenzaron su rumbo, para después otras cuatro camionetas los empezarán a seguir, era su seguridad, llegaron a un edificio desolado.
—¿Qué hacemos aquí papá?.—Le preguntaste un poco sería, pues ese lugar no te traía ni la más mínima confianza.
—Tranquila, aquí te diré cómo vas a trabajar, cuando tomes mi puesto.—Te dijo con un tono de autoridad.
—Esta bien...—Aun no te sentías segura de hacer éso, pero tenías qué hacer sentir orgulloso a tú padre.
Entraron, se veía cómo las paredes estaban deteriodadas, de tanto tiempo qué no se les a dado mantenimiento, unas cuantas tuberías abiertas de dónde salía agua, todo era asqueroso, no te espantaste hasta que empezaste a escuchar cómo alguien suplicaba por su vida, llegaron asta un cuarto, tu padre habrio la puerta, para dejarte ver una e cena, un tanto asquerosa y horrorosa..
—P-p-por favor, denme más tiempo les juro qué le pagaré al amó!—Dijo suplicando por su vida.
—Demaciado tarde, el amó a llegado—Le dijo un hombre, con una sonrisa ladina.
—No....—Dijo aquél hombre, estaba desanimado, su destino estaba marcado...
—Valla, valla, pero miren aquíen tenemos aqui, te di el suficiente tiempo para pagarme, en cambio a tí te valió madres y lo desperdiciaste, te la pasabas en fiestas, con omegas, ahora qué llegó tu hora, ¿Súplicas?, ¿Con qué derecho?.—Le dijo mientras preparaban una arma.
—Lo siento, pero le juro qué le pagaré, pero por favor no me maté, ya se le pagaré el doble!, pero le suplico no me maté.—Dijo ya llorando, la desesperación era demaciada.
—Tus súplicas, no me van a ser que cambie dé opinión, pero tendrás el placer y honor, de quién te maté sea mi hija.—Lo último lo dijo con mucho orgullo.
Tu padre te llamo, para qué le fueras a dar fin a todo esté alboroto.
—Ten hija.—Dijo para después entregarle el arma.
Tú no hablabas tan solo seguías las ordenes qué te daba tu padre.
—Apunta hacía su cabeza.—Dijo agarrandote por los hombros.
—Dispara.—Dijo susurrandote al oído, para después de eso escucharse el sonido de una arma vasia, el hombre ya hacia muerto en la silla donde estaba atado.
—¡Esa es mi hija!—Dijo con mucho orgullo y ego..
Después de ese día tu padre te contrato entrenadores de armas, mientras qué el te enseñaba en donde disparar, para una muerte rápida, los años iban pasado, cada día entrenabas sin falta, estudiabas, ibas con tu padre para aprender a ser una emboscada y todo eso.....
Llegó el día dónde tú padre se retiró totalmente de el mundo de la mafia, ahora eras tú la dueña de esa mafia con tan sólo 16 años y ya con una gran responsabilidad...
▀▄▀▄ ᎪᏟͲႮᎪᏞᎷᎬΝͲᎬ▄▀▄▀
Te encontrabas tranquila en tu despacho, leyendo uno qué otro papel, hasta qué te encontraste uno qué te intereso, uno con el nombre de Amane Ubuyashiki, al parecer sacó un préstamo con tú padre hace siete años, el montó había aumentado demaciado en todos estos años, Haci qué llegó la hora, de qué le cobres a la tal Amane todo lo que te debe....
