III

3 0 0
                                    

     Unos años anteriores, cuando yo solo era un crío y Regulus apenas acababa de ser sabido por mis padres. Mi padre Orión Black se encontraba en la sala de su casa, contándome todo sobre nuestros antepasados y también sobre los Potter's que se juntaban con nuestras familias. Es algo lioso ya que ambas somos familias conocidas por todos y con bastante fortuna, sin decir que somos una de las más ricas del mundo mágico.
— "Eso sí, jamás te juntes con ninguno, no son buenas influencia". —. Dijo mi padre seriamente.
Yo solo era un crío, no sabía de lo que hablaba pero como siempre le tenia que hacer caso. Era aburrido pero podría llegar a ser peor sino le hago caso.
Así que solo asentí y le sonreí con una sonrisa inocente. A lo largo de los años cuando yo tenia unos diez cuando nació mi hermano, creo que se convirtió en alguna que otra felicidad, o eso decía Madre. A pesar de todo creo que mi infancia no fue tan mala... O eso creo, no lo sé. Pero lo que sí se es que de un día a otro nuestros padres cambiaron por completo y no solo conmigo, también con mi hermano, era extraño, demasiado a mi gusto.
A ver, era de esperar somos Black's creo que ya sabemos de lo que vamos. Pero bueno ahora estamos hablando de mi pasado así que seguiremos.
Como decía... Cuando yo apenas tenía nueve años, apunto de cumplir los diez, para mi era lo mejor, ya que iba a tener un hermano e iba a cuidarlo siempre que pudiese. Pero un día de estos de invierno padre estaba en su sillón y yo como inocente fui a molestarlo. Lo malo es que al hacerle esa broma su cara cambió por completo, yo no sabía que hacer si llorar o reír, pero hice la segunda opción. ¿Era una mala idea? Pues sí pero en la mente de un niño de nueve años todo era gracioso y divertido, a pesar de que no, pero mi yo sé antes le gustaba saltarse alguna que otra norma de casa.
— Muy bien Sirius tu siempre siendo tan risueño y tan desobediente.... —. Dije mientras seguía leyendo mi pequeño cuaderno donde tenía toda mi historia escrita.
Bueno sigamos... Al soltar esas risas de "niño bueno" mi padre me cogió del brazo fuertemente. Le miré raro porque jamás me había agarrado de esa forma, además el no estaba de un humor muy bueno, la verdad. Así q el solo me llevó a una habitación oscura pero pequeña, apenas entraba la claridad del día. Mi padre me empujó hacia dentro de la habitación, sabía perfectamente que me daba miedo la oscuridad así que no lo importó mucho, me miró con una mirada fría y este cerró la puerta, yo corrí hacía la puerta, pero dio la casualidad de que la cerró en ese instante. Estaba solo en la oscuridad.... Quería llorar, me imaginaba cosas malas como monstruos que iban a por mí. Sólo me fui a una esquina y esperar a que mi madre o padre me abriese porque les daba pena.
Se acercaba la hora de comer, yo solo lloraba en silencio, así me enseñaron mis padres. Escuché pasos hacia aquella puerta, era mi madre, yo salí corriendo hacia ella para abrazarla pero se separó diciendo...
" ten más cuidado, Sirius. Recuerda que tengo a tu hermano dentro de mi, ahora baja a comer y vuelves aquí, tu padre dice que sigues castigado"
Yo no la entendía se supone que era mi madre pero.... Desde ese día ellos cambiaron a peor.
— Es flipante como cambiaron y se suponía que era por mi "culpa" —. Solté unas risas, y di gracias a que mi compañero se habitación no estaba.
Miraba ese cuaderno donde más de una historia estaba escrita, pero creo que es mejor que la vayamos contando poco a poco, porque la verdad es que es demasiada larga para contarlo de una sentada, así que posiblemente habrá más de una historia que contar y espero contársela a alguien más en vez de estar hablando solo en mi mente.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 05 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

There is no family for loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora