❀Félix adora el estilo coquette. Suele llevar camisetas blancas con infinidad de detalles bordados, accesorios rositas, ama los lazos y en ocasiones le gusta llevar falda porque siente que va más con ese estilo.
❀Mientras que lo que adora Hyunjin e...
Solo dos minutos y veintitrés segundos más y aquel señor saldría por la puerta.
Llevaba, literalmente, toda la clase echando miradas hacia el cuarteto, manteniéndola al menos 5 segundos. Cinco tensos segundos observándolos fijamente como si los perforara.
—Hoy le tocó a Minnie—soltó el mayor cuando el docente dejó aquel par de minutos de descanso.
—Veremos a quién le toca en la próxima—dejó en el aire dejándose caer sobre el respaldar.
—Apuesto un desayuno a Innie—inció Jisung.
—Yo me decanto por Lix. Hace mucho que no le toca—dijo el nombrado.
Era su única manera de ignorar y tomar a broma aquella situación tan incómoda y un tanto acosadora. Aquel hombre, Park Juwon, en cada clase en su aula, escogía, silenciosamente, a uno de los cuatro chicos para vigilarlo por los cincuenta y cinco minutos que duraba allí. Había veces que solo se giraba a ver a Yang, otras a Han, algunas cuantas a Kim y, con un récord de cinco veces seguidas, a Lee.
—Por una vez que me deja en paz— suspiró el rubio.
—Parece que eres su favorito— comentó con un deje de burla Jeongin y los otros dos asintieron.
—Pues que le den por culo a su favoritismo.
—Esa boca— regañó, esta vez, Seungmin.
Por fin, el timbre sonó y Park se despidió no sin antes coger su maletín y darle una última mirada a los cuatro. Al segundo mayor le dio un escalofrío al ver cómo, justo antes de salir por la puerta, los ojos de Juwon conectaron con los suyos de una manera tan... Escalofriante, tan aterradora que ni hoy ni en mil años existirá una palabra para describirla.
—Oye, Fel... ¿Estás bien?—preguntó Han colocando una mano en su hombro y sacándolo del trance. Al oír la pregunta, Yang y Kim también se fijaron en ellos con una expresión un tanto preocupada.
—¿Ah? Sí, no es nada.
—¿Seguro?
—Que sí... Solo me dio un escalofrío—no mintió pero le resto importancia.
—Leí que eso significa que un espíritu pasó por tu lado—sonrió el menor del grupo.
—¿Dónde viste tú eso?—quiso saber Han.
—En Tik Tok.
Inevitablemente, todos rieron olvidando aquella tensa atmósfera de hace unos momentos.
—¿Qué toca?—hablo el único rubio del grupo más tranquilo y cambiando radicalmente de tema, algo normal entre ellos. Es decir, ¿quién no puede pasar de una charla motivacional, abriendo su corazón a una discusión sobre quién tendría más pecho sin fueran mujeres?
—¿Matemáticas?—trató de hacer memoria Seungmin.
—Qué va, lengua—corrigió Han con el papel del horario en la mano.
—Neh, por lo menos la señora Kim nos deja dormir en sus clases—los tres mayores asintieron en acuerdo.
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