Prólogo

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Hace mucho tiempo, antes de que el tiempo fuera tiempo, y la materia fuera materia, Dios estaba en la nada, hasta que decidió crear todo lo que conocemos, la luz, el cielo, el mar, las estrellas, los planetas y las lunas, los unió y los separó a su voluntad, los hizo moverse, destruirse y rehacerse, les creo guardianes y creo un hermoso jardín, perfecto en todo aspecto, el pasto verde cubriendo por completo su aparente infinita forma, árboles altos que producen sombras acogedoras y deliciosos frutos, arbustos que crean deliciosas bayas, majestuosos animales escamados, peludos o emplumados, terrestres, aéreos o marinos.

Pero sobre todas las cosas, del polvo creo al primero de ellos y lo hizo a su imagen y semejanza, al verlo solo Dios lo hizo dormir, para que de su costilla naciera la primera de ellas, la mujer, Dios los unió a ambos para que estuvieran juntos y gobernaran sobre toda la creación, sin embargo algo salió mal y la serpiente traicionó a Dios haciendo a sus creaciones pecar. Aquella acción bajo engaño condenó a los humanos al pecado original, y no fue hasta que el hijo de Dios se hizo hombre para que aquel pecado fuese borrado y los hombres pecadores, siguiendo las leyes de Dios pudieran entrar al cielo mediante la redención.

-Esa historia ya la hemos oído miles de veces. -Una voz infantil dijo, llamando la atención del narrador.

-Lo se, pero es necesario que conozcas está historia para poder entender este hermoso lugar que nos rodea y como se llenó de humanos -Una voz de una mujer adulta respondió a aquel niño.

-¿Entonces qué paso con el primero y la primera de ellos? -El niño volvió a hablar, motivado por la curiosidad.

-Ellos no tuvieron suerte querido mío, nadie conoce su paradero actual o si están entre nosotros.

-Me puedes decir sus nombres.

-Con gusto, El primero de ellos fue nombrado como Adán, y la primera de ellas fue llamada como Eva.

La mujer acostó a aquel niño, el cual quedaría dormido, para luego salir de allí y quedarse sola afuera de su hogar, una pequeña casa en lo que parecía ser una montaña cuya tierra parecía muerta, fumando un puro mientras observaba un cielo rojizo, múltiples edificios en llamas y a los causantes de todo esto, los angeles que siguen al arcángel Azrael descendiendo para desencadenar una de las matanzas que ellos realizaban cada año.

-Este es mi momento favorito de cada año -La mujer hablo tras exhalar el humo de aquel puro, mostrando una sonrisa al observar aquella masacre -Azrael siempre hace esto muy hermoso no lo crees cariño.

—Esa perra sabe cómo hacer un espectáculo querida Lilith, sabe muy bien como joder a los pecadores y hacer que esos bastardos de mierda paguen por sus acciones. —Una sombra negra y alargada con dos ojos brillantes de color rojo sangre acompañarían a la mujer ahora llamada Lilith— Es una pena para esa ramera que no pueda tocarte ni un solo pelo sin que yo me enteré y me divierta con ella.

—Eres todo un caballero Luci...—Lilith sería callada cuando una mano emergió de las sombras y la levantó de su silla, cortándole el habla a aquella mujer.

—Oh cariño, no dejaría que nadie toque a mi puta personal, mucho menos ahora que es la madre de un bastardo igual a el.

Angeles CaídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora