Secuestros y reencuentros- ASL

2- Sabo

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– Deus!– un grupo de hombres habían recién llegado a una isla nueva, era una misión de reconocimiento, se creía que en esa isla habían ciertos materiales que se encontraban hasta un blue, si era cierto se podrían ahorrar muchos viajes.

–No se preocupen chicos, yo vengo con ustedes, aún que está isla... Bueno, la gente...– parecía un pueblo fantasma, al peli azul le comenzaba a inquietar un poco el hecho de que no habían encontrado a nadie en el pueblo, parecía que la gente les evitaba, un poco de razón, eran piratas pero había algo más.

–Oigan! Hay alguien ahí, tal vez deberíamos preguntarle– las dudas les recorría a todos, nadie sabia que pasaba con exactitud ahí –Y si mejor le llamamos al comandante?– alguien soltó lo que menos quería oír Deus.

–¿Para qué quieren a Ace aquí? Nosotros podemos, es solo una misión ¿Qué nos puede salir mal?– Nunca lo diría alto pero aún siendo Ace anteriormente su capitán, ahora comandante y le tiene mucho afecto y respeto pero... Si el se la pasaba regañando lo por meterse en problemas si el se mete en un lío en una pequeña misión, si, no quería oír un regaño de su parte, simplemente no.

Caminaron y buscaron personas por un buen rato, habían encontrado un bar y ahí les dijeron que el reino de esa isla era de lo más corrupto, confirmaron la información sobre los recursos pero por algún motivo las personas de ahí se las ingeniaron para atraparlos, estaban jodidos.

–¿Le llamamos a Ace?– sugirió uno

–llamenle a Ace– respondió Deus.

Resulta y acontece que está isla estaba en plena revolución, habían llegado a un lugar donde el ejército revolucionario andaba haciendo de las suyas, y ellos por metiches o mala suerte de estar en el momento menos indicado les tocó ser aprisionados, les dijeron que los libertarian después, nadie se quería meter contra barba blanca pero no podían dejarlos libres así nada más en ese momento podrían aprovechar el alboroto y robar algo o sabotear.

–Holaa, Deus ¿Que pasá? ¿Va bien la misión? No me digas que ya te metiste en problemas, le aposté a marco que tendría que ir a rescatarlos, creo que el pollo perdió 10 grandes– ahí estaba justo lo que no quería oír

'Debimos llamarle a otro comandante' 'tal vez no sea tarde para fingir demencia y hacer como que no hay señal y llamar a alguien más'

Sus pensamientos se apoderaban de el, no quería aceptar lo que pasaba

–Comandante! La isla no es segura por ahora y nos tienen aprisionados, venga por nosotros– Marco si perdió 10 grandes y Deus ya no tenía sentido pensar en más excusas.

–Bien chicos, estaré ahí pronto– Nunca iba a aceptar que le hacía feliz que Ace si los fuera a rescatar.

Transcurrieron alrededor de unas cuantas horas, las suficientes y se comenzó a escuchar alboroto, ese tipo de alboroto que no le corresponde a una revolución si no a un pendejo piromano casualmente llamado Ace.

Ace tuvo que usar un poco su estatus como comandante de barba blanca para que las personas temieran un tanto, les pidió que liberarán a sus hombres y así no habrían problemas con el viejo, también les prometió que no interferieran en sus asuntos.

Parecía marchar bien el asunto, realmente sería malo si metería a la tripulación del Yonkou en este asunto (en realidad no lo pensó el, Marco le advirtió y le dijo que debía hacer).

Un rubio entre toda la gente avanzo, se le hacía familiar a Ace, parecía alguien conocido, cabello rubio, ojos azules, alto y un sombrero de copa, escucho que una chica lo llamaba "Sabo", ¿tal vez eran muchas coincidencias?, ese chico había muerto hace más de 10 años.