I. Tìkangkemvi uniltìrantokx

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«Desde que tengo memoria, cuando cierro los ojos el mismo sueño se repite una y otra vez en mi mente, y ahí acostada, con las suaves sábanas cubriendo mi cuerpo, empecé a soñar que volaba

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«Desde que tengo memoria, cuando cierro los ojos el mismo sueño se repite una y otra vez en mi mente, y ahí acostada, con las suaves sábanas cubriendo mi cuerpo, empecé a soñar que volaba... ¡era libre!... Pero tarde o temprano, siempre tienes que despertar»

Adhara caminaba por las aglomeradas calles de la ciudad, con una sonrisa en su rostro, sin mirar atrás y con la frente en alto se dirigió a su apartamento.

«Con está economía a duras penas puedo vivir por mi misma, y a diferencia de otras personas, soy un caso especial»

Sommer sacó las llaves que traía en el bolso izquierdo, insertó la llave en el picaporte  para abrir la puerta del departamento y cerrar la puerta tras ella.

«Entre al Proyecto Avatar por el repentino interés de lo que se encontraba ahí afuera, aunque realmente lo hice para trabajar con la doctora Grace. Desde que murieron mis padres y ví morir a mi propio hermano, me dije a mi misma que podría superar cualquier prueba»

Un teléfono resonó por todo el lugar, Adhara  corrió a su habitación a contestar la llamada, con la esperanza de oír la voz de su querido amigo Tom, su pequeña ilusión se desmoronó al escuchar una voz autoritaria.

—¿Señorita Sommer?

—Sí, ella habla —Adhara rectificó el número, se trataba de la RDA así que no podía tratarse de una broma telefónica.

—Lamento darle está noticia —Adhara frunció el ceño totalmente confundida—. Su colega, Tomás Sully, falleció...

En ese momento Sommer sintió como todo su mundo se venía abajo, la voz de aquel hombre se tornó lejana, su mente se sentía lijera, sentía que flotaba y estaba fuera de sí.

Las lágrimas recorrieron su rostro y lo único que hizo fue colgar el teléfono.

«Voy a dejar algo en claro, no quiero lástima»

Adhara tomo un pequeño marco que estaba en su mesita de noche; una foto de Tom y ella juntos en su entrenamiento en el verano de 2148, llena de frustración gritó de agonía mientras lanzaba el marco y este se estrellaba contra el suelo dejando el cristal en mil pedazos.

«Si buscas una vida justa, estas en el planeta equivocado. El fuerte se aprovecha del débil, así son las cosas y nadie hace nada»

Ella pasó ambas manos por su cabello revolviendo y dirigió su mirada a la foto que yacía en el suelo, Sommer se agachó para recogerla y volver a ponerla en su lugar.

«Un científico debe ser objetivo, Tommy ya no estaba, tenía que empezar a eceptar eso, aunque el Proyecto seguramente se iría al carajo sin un conductor que pudiera usar su Avatar»

Un toque a la puerta la hizo regresar a la realidad, se levantó y con todo el pesar de su cuerpo se dirigió a la entrada mientras se secaba con sus manos las lágrimas y fingir una sonrisa.

Los toques se hicieron más fuertes y continuos —¡Ya voy! —Adhara abrió la puerta y se encontró con la persona que menos se esperaba—. ¡¿Norm?! 

—Hola —él la saludo con una sonrisa, su cabello estaba algo mojado.

—¿Qué haces aquí? —ella se hizo a un lado para dejarlo pasar para después serrar la puerta.

—Supuse que querrías compañía —por la seriedad de su amiga dedujo que ya le habían dado la noticia—. Ustedes eran muy cercanos.

«Tommy eran un científico excepcional, teníamos muchas cosas en común, ambos queríamos ser enviados años luz en el espacio para buscar respuestas»

—Sí, lo éramos —Adhara se dirigió al sofá para recostarse en él mientras Norm se sentaba en un sofá individual.

—Al menos no todo está perdido con el Proyecto —aquello la dejo desconcertada.

—¿A qué te refieres?

—¿No te lo dijeron? —ella negó con la cabeza.

—Deje de prestar atención al escuchar la palabra "murió".

—Bueno, Tom tenía un hermano gemelo —él sonrió para tranquilizarla—. Acepto estar en el Programa y tomar su lugar.

«Tenía que ser una broma, Tom me había contado muy poco sobre Jake»

—A Grace no le gustará eso —Adhara suspiró mientras se levantaba quedando sentada en el sofá.

—No lo creo.

—Créeme, la conozco —ella se levantó dirigiéndose a la ventana mientras las gotas de lluvia resbalaban por esta—. Más de lo que puedes imaginar.

«Lo único que quería en mi vida era algo por lo que valiera la pena vivir, ahora tendría que hacer un viaje a Pandora y compartir momentos con un extraño que tuviera el mismo rostro que mi amigo»

«Lo único que quería en mi vida era algo por lo que valiera la pena vivir, ahora tendría que hacer un viaje a Pandora y compartir momentos con un extraño que tuviera el mismo rostro que mi amigo»

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