Déjame dormir (en tus brazos)

Capitulo Final

La puerta del patio delantero chirría cuando Dean la abre y toma nota mental de poner un poco de aceite en las bisagras más tarde. El sol de julio ya está bajando y brilla en sus ojos, por lo que los protege para mirar la casa frente a él, observando la pintura azul brillante que siempre le recuerda a los ojos de Cas. No hay movimiento detrás de las ventanas y por eso los pies de Dean lo llevan por la casa. Está bastante seguro de saber dónde encontrará a Cas.

Deja su bolso de lona en el porche delantero y camina con cuidado sobre el macizo de flores recién plantado antes de dirigirse hacia el jardín. Hoy hace calor, pero no demasiado; un poco de lluvia de antes finalmente consiguió enfriar un poco el aire. En su camino por la casa, Dean es recibido por un gatito con puntos blancos y negros que salta del alféizar de una ventana y se frota alrededor de sus tobillos, ronroneando como loco y Dean se toma un segundo para inclinarse y rascarle la cabeza.

"Tienes suerte de ser tan lindo y de que amo tanto a Cas", le dice y ella empuja su cabeza un poco más hacia su mano, sus orejas se mueven ante la mención del nombre de Cas. Por supuesto, fue él quien la trajo a casa sólo dos semanas después de que se mudaron a la pequeña casa justo en la frontera con Nebraska, una cosa pequeña infestada de garrapatas que Cas encontró en el bosque en uno de sus paseos allí. Y como Dean no puede negarle nada a Cas, talló bastante rápido y pidió un paquete de Zyrtec.

Levantándose de nuevo, Dean hace una mueca al ver su dolorida espalda baja. Dos noches en un colchón de mierda en el búnker y se siente como un anciano con dolor en las articulaciones que está a un paso en falso de necesitar una almohadilla térmica y un poco de ibuprofeno.

El gato se aleja cuando Dean avanza nuevamente, finalmente rodea la casa hacia el jardín que se extiende frente a él y sí, inmediatamente ve a Cas justo donde pensó que estaría.

La hamaca entre los dos manzanos se mueve suavemente, no hay mucho que Cas pueda ver aparte de su pierna colgando sobre el borde de la hamaca, su pie en la hierba empujándolo lentamente de un lado a otro. Una sonrisa se forma en los labios de Dean cuando se mueve silenciosamente sobre la hierba, espesa y verde y en sorprendente buena forma para la ola de calor que acaban de atravesar. Dean tiene la sospecha de que tal vez sea algún tipo de bendición de Jack, pero aún no ha preguntado.

Llega a la hamaca y ahora puede ver más de Cas, descansando allí perezosamente con un libro en la mano, el cuello en V blanco exponiendo la piel bañada por el sol y algo de vello en el pecho y Dean reprime alguna mala frase para ligar. En cambio, se inclina sobre la hamaca y Cas finalmente levanta la vista de su libro, el balanceo de ida y vuelta se detiene inmediatamente.

"Hola, sol", murmura Dean y luego se inclina para darle un beso. Cas tararea con aprobación, su mano se entierra en el cabello de Dean, acariciando los mechones y manteniendo sus labios juntos durante varios segundos.

"Hola, Dean", finalmente murmura y Dean se ríe.

" ¿Hola, Dean ?", repite divertido, imitando la voz profunda de Cas, "Estoy visitando a mi hermano durante dos días enteros y cuando llego a casa lo único que recibo es ¿ Hola, Dean ?"

Cas se ríe en voz baja y aprieta sus dedos en el cabello de Dean, el tirón en su cuero cabelludo envía excitantes chispas a su estómago cuando Cas lo empuja hacia abajo para darle otro beso, esta vez más profundo y lleno de promesas.