𝟎𝟎. 𝑷𝑹𝑶𝑳𝑶𝑮𝑼𝑬

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En medio de una isla se alzaba un imponente castillo, Dragonstone. Donde por años los Targaryen se habían hospedado.

La reina actual se encontraba meciendo a una pequeña bebe de ya un año de edad, Daenerys, fue el nombre que se le puso, después de tantos años rogando por una niña al fin tenía una en sus brazos. En ese momento la reina se encontraba en cinta de nuevo, tenía ya ocho lunas y ansiaba por conocer a su nuevo vástago.

Mientras mecía a su hija Daenerys escuchaba como su hijo leía, tenía ocho años, pero muy pocas veces lo podía ver. El rey había ordenado enviarlos hacia aquella isla hace algunos meses, poder compartir estos momentos con sus hijos era especial, cuando estaba en desembarco no podía salir de su habitación, pero estando aquí, ella podía disfrutar a sus hijos.

Pero La Paz no podía perdurar, y menos cuando su hijo mayor había comenzado una guerra. El guardia que la custodiaba entró a sus aposentos.

"Mi reina" le dijo este mientras hacía una reverencia. "Llego un cuervo de desembarco del rey" el guardia le entregó un papel envuelto.

La reina dejó a su pequeña en la cuna y se acercó hacia el, el guardia pareció serio y ni siquiera la estaba mirando.

"El rey Aerys ha sido asesinado por Jaime Lannister, la princesa Elia Martell y sus hijos fueron asesinados bajo la orden de Tywin Lannister" leyó lo que decía aquella carta, llevo una mano a su boca mientras se volteaba.

"¿Madre?" Su hijo le habló, pero la reina se encontraba mal, su familia había sido asesinada, si los asesinatos a ellos los próximos serían sus hijos. Llevo una mano a su vientre al sentir un fuerte dolor. Soltó un gemido y rápidamente las sirvientas de acercaron a ella.

"Mi reina, se encuentra usted bien" pregunto una de las criadas. La reina no pudo responder al volver a sentir dolor.

"¡Llamen a los maestres!" Gritó el guardia.

"El bebé ya viene, el bebé ya viene" gritaba Rhaella mientras se trataba de agarrar de una pared.

(...)

La reina fue llevada a su recámara, se encontraba acostada gritando por el dolor de la contracciones, anteriormente ya había tenido hijos y había sufrido abortos, pero ninguna se sentía tan fuerte como el de ahora. Con todas sus fuerzas ordeno.

"Traigan a mi hijo, ahora"

El pequeño Viserys quien se encontraba asustado por los gritos de su madre entro.

"Mamá"

"Mi Niño, ven acércate" dijo la reina con más calma, pues le habían dado leche de amapolas para disminuir su dolor. "Tu padre ahora está muerto, tu hermano lo está igual. De ahora en adelante tú tendrás que proteger a tu hermana y al nuevo bebé que está por venir"

La reina volvió a soltar un grito, Viserys asustado les pide que la ayuden, las criadas lo apartaron mientras se acercaban a la reina.

"El bebé ya viene, puedo ver su cabeza majestad tiene que pujar" le decía el maestre.

La reinas pujaba con todas su fuerzas, estaba cansada se venía más pálida de lo normal, estaba completamente empapada de sudor. La reina pujó una última vez esta vez cumpliendo el objetivo, el bebé no lloró preocupando a todos en la sala.

La Niña era más pequeña que otros bebés, se le veía pálida aunque estuviera cubierta de sangre. Era una niña prematura, nació antes de lo esperado.

"¿Porque-porque no llora? Pregunto la reina preocupada.

El maestre por algunos momentos de quedó quieto, hasta que reaccionó y puso a la bebe de cabeza, empezando a darle palmadas en la espalda. Estuvo así por varios segundos, la incertidumbre se sentía, pero fue cuando el milagro sucedió. El lloriqueo de un bebé se escuchó por todo la sala, calmando a la reina y a los demás en la sala.

"¡Es una niña!" Le dijo una de las criadas mientras le entregaba el bebé y la ponía en su pecho.

La reina sonrió al verla, era más pequeña que un bebé normal, tenía la piel pálida con su cabello platinado la bebe comenzó a abrir sus ojos lentamente y la reina se sorprendió al verlos.

"Tiene los ojos de Rhaegar" la reina comenzó a llorar por los recuerdos del nacimiento de su primer hijo. Su hijo Viserys se acercó a ella, miraba a su hermana con dulzura.

"Como se llamará madre" pregunto mientras acariciaba su cachete.

La reina suspiró, ahora tenía una ventaja, ella podía escoger el nombre que quisiera para su hija, sonrió y le respondió a su hijo "Valaena Targaryen" . Mientras tanto, más alejado de la reina y el príncipe el maestre se limpiaba sus manos mientras les comentaba sobre la salud de la niña.

"Es poco probable que sobreviva, tiene apenas 7 lunas, es demasiado delgada, se ve enfermiza. Morirá en unas horas, les aseguró" una de las criadas quien lo estaba ayudando lo miró con desprecio, era fiel a la reina y escuchar como se expresaba el maestre le causó una ira.

La reina empezó a sentirse débil, sus ojos pesaban pero alcanzó a decirle a su hijo con pesar "toma a tu hermana mi Niño, protégelas. Promételo "

Viserys asustado la tomó entre sus brazos, mientras veía como su madre cerraba lentamente sus ojos "lo prometo" susurro para su madre, para después gritar "¡ayuden a mi madre!

Por todo el castillo podía escucharse los lloriqueos de las bebes Daenerys y Valaena, Viserys se encontraba cargando a su hermana pequeña tratando de tranquilizarla, pero le era imposible.

La reina se encontraba débil por el embarazo, había más sangre de la que debía a ver, pero aún así con sus pocas fuerzas llamó a toda la servidumbre del castillo y proclamó ella misma a su hijo mayor como rey. Ese fue el último suspiro de la reina antes de morir.

La guarnición tenía la intención de vender a los jóvenes príncipes al usurpador, pero una noche Willem Darry y otros cuatro leales entraron en las habitaciones de los niños y se los llevaron junto con su aya. Protegidos por la oscuridad, pusieron rumbo hacia el refugio que les ofrecía la costa braavosi.

Pero no todo sería fácil, la bebe Valaena al ser una niña nacida antes de tiempo y recién nacida, tomó un resfriado, la bebe lloro por días en el barco, Willy y los demás creían que La Niña moriría, pero los dioses tenían planes con ellas y días antes de llegar a braavos, la fiebre de fue rápidamente.

Un gran futuro le esperaba a la princesa Valaena, ni los dioses de atrevieron a llevársela.

NOTA DE LA AUTORA

HOLAA, HE VUELTOOO

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HOLAA, HE VUELTOOO

THE PROMISED DRAGONS | Daario Naharis PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora