Sinopsis: Su estadía en el centro psiquiátrico no fue tan buena como parece ser y Gustabo se niega a reconocerlo.
O donde Gordon ayuda a Gustabo a dar el primer paso para superar el trauma.
Advertencias:
》Basado en el último capítulo (12) de SpainRP desde la perspectiva de Gustabo. Donde se confirma que Gus e Isidoro son agentes de la CIA.
》AU! angust.
Hay veces donde las pesadillas le superan e inevitablemente, cede. Termina despierto horas y horas, asumiendo días de incontable estrés con escasas horas de sueño. A veces se le hace llevadero, acostumbrado al insomnio y sus consecuencias, sin embargo, hay días donde su paciencia está a punta de cañón, soportando muy a duras penas el carácter cruel y mordaz del superintendente. Agradecido por su alto rango, que le permite dar órdenes y decantarse por un servicio más ameno cuando su cuerpo no parece soportar más, deseando ceder y derrumbarse.
El caso es que está vivo por una razón, y ese es Jack Conway. Durante sus cuatro meses hospedando en aquel hospital psiquiátrico existieron ciertas visitas, hombre y mujeres por igual, quienes aparecían de manera intermitente para cuestionarle, enseñarle y, muy a regañadientes tras meses de aceptación, controlarle. No está cómodo en esta situación como es de esperar, pese a sus trifulcas con el mayor, no le desea un mal intencionado. Y él desearía hacerlo, odiarlo, ver a aquel hombre canoso, demasiado envejecido para su edad tras años de tragedia, y tan solo manifestar un odio intenso sin explicación, sin un debate moral que le impidiera actuar. No es así, Gustabo aprecia al hombre por mucho que no quiera, tantos años y vivencias detrás son demasiado difíciles de olvidar sin sentir un mínimo de simpatía. Ambos son hombres cansados, no puede sentir nada más que culpa y pena.
Aún así se ve obligado a ceder ante la autoridad que supone ser controlado por la CIA, quienes insisten en vigilar al superintendente con los ojos azules del rubio. Durante esos años de internamiento se vio sometido a duros entrenamientos, visitas de innumerables profesionales de la salud mental que les asegurarían la domesticidad del inspector ante cualquier orden que le plantearan, y un sin fin de enseñanzas más. García es uno de los más habilidosos en diferentes campos, por no decir la mejor versión de sí mismo, el soldado perfecto. En él han visto un espía, un topo, un chivo expiatorio que les aseguraría el control y la victoria. No obstante, no se dejó manipular con facilidad, sabe que esas pastillas no sólo controlan a Pogo, también le mantienen a raya a él, dejando de ser como era para adoptar una actitud más impasible y mansa, capaz de ser controlado como un títere. No sabe la verdad, sin embargo, observa con cuidado las mentiras y las estudia, ve más allá, cuestionando todo lo que ve, oye y siente. No cree en ellos, pero tampoco confía en sí mismo, siendo como es, una bomba de relojería.
El problema desemboca ahí, el dilema existencial y moral en el que se ve envuelto, incapaz de ser dueño de su vida, siendo el loco de siempre, el objeto al que acceden para obtener algo mejor. Podría simplemente dejarse llevar, recaer ante el conformismo y ser feliz con lo que le permiten tener, y si bien le duele no ser como la mayoría, no se permite ceder. Lucha contra todo y todos.
Una vez preparado, le dan la libertad condicional que será cuestionada si no hace el trabajo que esperan; vigilar y control a Jack Conway es el intercambio, una vida por otra vida. Se las apaña para sobrellevar esas dos identidades, siempre imparcial, siempre mintiendo sutilmente para no ser descubierto. Protegiéndose a sí mismo, pero también protegiendo a quienes le rodean.
ESTÁS LEYENDO
Alma voraz; Gortabo
FanfictionHistorias cortas e independientes del shippeo entre Gustabo García y James Gordon.