"Noah..."
Tal y como habían propuesto sus amigos ese día, Ross estaba en una fiesta. Era una fiesta común de preparatoria, en la que todas las chicas se empeñaban en lograr sus "objetivos", y tomaban de más para estar "sueltas".
Los chicos por su lado, se mantenían entretenidos hablando con otros, bebiendo y fumando de vez en cuando algún cigarrillo o vaper. Obviamente estos chicos en realidad eran de los populares de la escuela, ya que esperaban con tranquilidad el cortejo o coqueteo de las chicas; ellos sabían que llegarían.
En cuanto a los chicos de perfil bajo, ellos se divertían con los demás "excluidos" por la maldita pirámide escolar, que separaba claramente a los chicos y chicas lindas, de los chicos y chicas con aspecto tímido, despreocupado o hasta por la preferencia sexual de ellos.
Para la linda suerte de Ross, sus amigos eran populares, atractivos y... Heterosexuales. Por lo que el fue considerado rápidamente uno de ellos.
El problema estaba en lo último. Ross sabía perfectamente que heterosexual no era, pero ¿homosexual? No estaba seguro, nunca le había llamado la atención nadie. Capaz alguna de las pocas veces que estuvo borracho le logró atraer una chica. Pero el estaba seguro que era por los efectos del alcohol.
Esta vez, el pelirrojo hacía sus tragos puros a propósito, tal vez así podría estar con alguna chica sin sentirse asqueado o irritado.
"¿Ross?" Llamó Lucas sacándolo de su nube.
"¿Mmm?" Contestó suavemente mientras seguía sirviendo vodka en su vaso.
"Eso es mucho alcohol" Afirmó "Si no queres estar borracho, deberías parar".
"Amigo" Lo llamó y dejó de servir para mirarlo.
Sus cachetes estaban rojos ya, y Lucas supo que había bebido demasiado.
"Maldito Ross" Maldijo a lo bajo y tomó del brazo al más alto, para adentrarlo a un baño que había dentro de la casa.
"¿Qué? No, yo quiero seguir bebiendo" Se quejó haciendo un puchero con sus labios, a lo que Lucas sonrió ante tal comportamiento.
"Ven" Cerró la puerta y lo acerco con cuidado al lavamanos, para luego bajar su cabeza y abrir la canilla "Esto va a bajarte un poco el efecto del alcohol".
El agua corría por la nuca del pelirrojo, y este a penas la sentía.
Golpes a la puerta se escucharon después de un rato, y el más bajo se quejó y cerró la canilla.
"Esta ocupado, no molesten" Gruñó.
"¡No quiero que cojan en mi casa!" Se escuchó una voz femenina del otro lado.
Lucas sonrió, sabía que se trataba de la pequeña Mira. Era la hermanita menor de uno de sus compañeros, y era demasiado linda para los ojos del chico.
"Ross, quiero ir con ella..." Habló bajito mirando a su amigo, quien ahora estaba sentado en el inodoro con una cara de desconcierto "¿Puedo ir?"
"¡Tiene 15 años, Lucas!" Chilló Ross.
"Veo que estas mejor" Sonrío.
"¡Salgan o llamaré a pap— ¿Lucas?" Miró sorprendida Mira al ver al amigo de su hermano en el baño con... ¿Ross?
"Hola Mira" Sonrío lo más tierno posible "Ross se sentía mal..."
"¡Oh! ¿Necesita agua?" Preguntó preocupada.
Lucas se contuvo y trató de no soltar un grito al ver lo tierna que era la chica.
"Y-yo los dejo solos..." Dijo Ross mientras se levantaba con cuidado.
Estaba loco, eso era pedofilia.
(...)
Ross había estado un buen tiempo sentado afuera, pensando en si buscar a Lucas por si hacía lío, buscar en algún cuarto al desaparecido de Chris y arriesgarse a encontrarlo en un acto un tanto turbio, o si irse a casa caminando.
"Ross..." Alguien tocó su hombro.
Se preparó para contestar lo mismo que había contestado hace un par de minutos cuando había llegado una chica muy borracha: "No, no quiero".
Pero al darse vuelta y ver al pelinegro de sus sueños. Bueno, me corrijo. Al ver a Noah, su compañero, parado ahí, se sorprendió.
"Pensé que no habías venido..." Soltó Noah mientras los ojos del pelirrojo lo escaneaban de arriba abajo.
"Y-yo... ¿Qué haces aquí?".
"Me invitaron las chicas" Miró a Ross a los ojos, y este recién se percató de lo rojos que estaban los pequeños cachetes abultados del más bajo.
"¿Bebiste?" Volvió a interrogar y recibió una respuesta afirmativa del contrario "Te acompaño a tu casa, vamos".
"N-no..." Tomó la mano de Ross, quien estaba por pararse. Este lo ignoró por completo y se levantó de todas formas, y aún con la mano de Noah sujetándolo fuerte, salió por la entrada trasera, dónde no había nadie.
"Dime dónde es tu casa, pediremos un taxi" Habló una vez afuera desbloqueando su celular para tomar dicho taxi.
"B-bien...".
(...)
Ross había llegado a la dirección dictada por el más bajo en el taxi. La casa dónde Noah se estaba por bajar era gigante. No quería exagerar, pero parecía una mansión.
No se había percatado, pero había un señor vestido de traje esperándolo al pelinegro en la entrada. Definitivamente no era su padre o algún familiar.
"Noah..." Tomó del brazo al nombrado antes que se baje "¿Seguro que es tu casa?".
"Claro que si" Se rió.
"¿Joven Walter, tiene algún bolso? Puedo ayudarlo" Habló el señor extendiendo su mano hasta el pelinegro.
"Esta bien Will" Sonrío "Vengo de una fiesta... Pero no le diga a mis padres".
"Joven... No me meta en problemas..." Susurró mientras miraba fijamente a Ross, quien estaba confundido "¿Y este chico?"
"S-soy R—" Noah lo interrumpió.
"Es un compañero, me acompañó para que llegara bien" Terminó de bajarse del auto y miro con una sonrisa al señor de traje.
"Noah..." Dijo en voz baja, pero el más bajo ya había cerrado la puerta, sin siquiera despedirse.
"Veo que su novio viene de una buena familia" Carcajeó el taxista, quien miró atentamente toda la secuencia.
"¡No es mi novio!" Chilló sintiendo su cara hervir.
"El estaba muy cómodo durmiendo en su regazo, yo supuse que si" Sonrío el conductor y comenzó a manejar a su otro destino, la casa de Ross.
<...>
Tengo sueño 😪...
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Dreams
FantasyRoss, de diecisiete años, esta en su último año de secundaria, pero un suceso extraordinario cambia todo su panorama sobre lo que es el amor...