¿Sueños?
Aquel pelinegro lo miraba con desesperación y los ojos cristalinos.
"Te juro que no es así. Yo te amo, demasiado. Es solo..."
Ross estaba congelado, solo veía aquel chico llorando y le daban ganas de abrazarlo y tenerlo junto a el, pero el enojo lo consumía. No entendía por qué.
De pronto esos gritos...
Ah, cierto, gritos.
El pelirrojo abrió sus ojos como platos y parpadeó un poco para acostumbrase a la luz de la habitación.
"M-mamá" Dijo en un murmullo.
"Dios Santo Ross. Son las 8 de la noche ¿Y vos seguís durmiendo?" Se quejó su madre "Tenes fiebre encima".
"¿Qué?" Dijo y se removió un poco al sentir la mano helada de su madre en su frente.
"Yo sé que saliste, me habías avisado, pero... ¿Fumast—
"¡Claro que no!" Gritó asustado "No pienses ese tipo de cosas de mi...".
"¿Entonces por qué tenes fiebre?".
"Estuve un rato... un buen rato afuera. Porque los chicos... Ya sabes" Habló nervioso.
"¿Estaban con chicas?" Preguntó su mamá acariciando su pelo.
"Si... Y ya sabes, a mi no me gusta eso" Apretó sus labios intentando no llorar "No sé por qué, ma, perdón".
"Pero" La señora miro con preocupación a su hijo "No me pidas perdón, mi amor. Es normal que no te atraiga ninguna chica o chico".
¿O 'chico'?...
"Solo evita meterte en problemas como del que te hablé" Sonrío y se retiró del cuarto.
"Dios" Murmuró y tapó su rostro.
El chico de sus sueños era... Noah. Todo era tan extraño.
(...)
Lunes, otra vez. Ya era cansador y recién había empezado el año. Pero no era cansador el hecho de ir a la escuela. Era cansador el hecho de soñar todas las benditas noches con su compañero, Noah.
Siempre había tenido sueños raros, muy vívidos. Y podría jurar que eran visiones, pero no eran tan certeras. Siempre había un pequeño detalle que faltaba, y lo hacía desconcertar en la vida real.
Tenía miedo de que los sueños que había tenido con Noah hayan sido unos más de estos, y le estén tratando de advertir del futuro con él. Pero seguía siendo raro.
El había dicho "Te amo" ¿no?
"Ross, mierda, no prestas atención nunca" Bufó Chris al ver a su amigo sin intenciones de escucharlo.
"Oh... ¿Qué?" Miró a Chris avergonzado. Se había perdido en sus pensamientos.
"¿Sabes dónde está Lucas?".
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Dreams
FantasyRoss, de diecisiete años, esta en su último año de secundaria, pero un suceso extraordinario cambia todo su panorama sobre lo que es el amor...