El secreto de leonardo (Leonardo x lectora)

Capitulo 8: Caricias y besos

Leonardo tenía su pulso por las nubes, sus manos ásperas recorrían su pequeño cuerpo por encima de la ropa sintiendo la calidez de ella, su garganta se sentía seca pero sus labios parecían saciar esa sed que tenía y solo le dió más impulso para tomar su cabeza y profundizar más el beso metiendo su lengua en su boca tal como lo había visto en la televisión, al principio no entendia por que hacian eso, pero ahora que el mismo lo hacía, no podía negar que se sentía realmente increíble, tanto que estaba empezando a soltar pequeños gemidos involuntarios, Liliana por otro lado estaba realmente sorprendida por lo bien que el lo estaba haciendo y queriendo enseñarle más cosas, bajo sus manos empezando a pasarlas por su abdomen acariciandolo mientras sentía en las yemas de sus dedos la leve dureza de su piel de reptil además de sentir cierta dureza también en su entrepierna haciendo que soltara una pequeña risa y gemido al sentir como se empezaba a frotar suavemente contra ella

—¿Que es tan divertido?— pregunto Leo con voz grave separandose lentamente a solo centímetros de su rostro mientras respiraba pesadamente

—Solo...solo me pareció divertido que fueras tan bueno en esto, pero supongo que estás lleno de sorpresas— dijo Liz con voz aterciopelada tomandolo por el cuello otra vez —¿Seguimos?—

—Si..por favor— fue lo único que dijo para volver a besarla con la misma intensidad y deseo para meter sus manos por debajo de su blusa y acariciar su cintura, su piel se sentía tan cálida y suave que no resistio la tentación y le dió un leve apreton a su cintura subiendo lentamente una mano hasta su brasier metiendo su mano debajo de este acariciandola mientras la otra la acercaba a su cuerpo haciendo que gimiera algo fuerte al sentir sus grandes manos provocando que ella lo abrazara con fuerza acercandolo aún más mientras sus piernas lo abrazaban a ella

Pequeños suspiros y jadeos inundaban la habitación mientras crujidos salían del escritorio y papeles caían de el haciendo un poco de ruido pero sin poderlos sacar de su burbuja de deseo, el ambiente se había convertido en algo tan candente como íntimo, el estaba tan metido en la sensación de su cuerpo contra el de ella que empezó a moverse levemente contra ella dando leves estocadas provocando que soltara pequeños gruñidos de placer, estaban tan cerca de ella que podía sentir el calor de su cuerpo pero eso ya no les bastaba, ambos querian más asi que mientras ella bajaba sus manos por su abdomen pasando toda sus manos por su cuerpo provocando suspiros por su parte, el apretaba su cuerpo aún más fuerte dejando pequeñas marcas de sus dedos en su piel bajando sus manos a su trasero para levantarla unos centímetros y ponerla más cerca de el, ella estaba comiendose a Leo a besos y sus manos no dejaban de explorar, sin darse cuenta sus manos buscaron la bragueta de su pantalón y empezó a desabrocharlo con desesperación mientras el le quitaba por completo la blusa con una mano sin soltarla con la otra, deteniendose por un momento se miraron a los ojos buscando alguna duda o inclusive miedo pero al no encontrarla solo volvieron a besarse con tanta ferocidad como fuera posible

—Leo...leo, ¿estás ahí?— se escucho la voz de Donnie cansada en la radio de su cinturon

—Demonios— gruñó leo en voz baja tomando la radio mientras su manos seguían explorando su cuerpo con lentitud y la volvía a dejar sobre el escritorio
—Aqui estoy hermano....¿Que sucede?— preguntó empezando a besar su cuello dándole besos delicados y pequeñas mordidas mientras su mano se deslizaba por su cuerpo haciendo que ella se mordíera los labios para no hacer ruido sintiendo como ella se estremecía bajo sus toques

—Tenemos un problema....nos están acorralando viejo!— hablo al principio Donnie para después escucharse estática y terminar oirse la voz de Mike con desesperación

Leo se detuvo y miro a Liz por un momento antes de suspirar y volver a hablar —¿Creen poder aguantar un poco?— sabiendo casi al instante que esa pregunta realmente fue tonta

—por supuesto— contestó Donnie con calma mientras se oían disparos y explosiónes al fondo

—¿En serio?— dijo Leo confundido mientras su respiración volvía a la normalidad

—¡Si quieres que muramos!, así que trae tu caparazón, ¡Ahora!— fue lo último que dijo Donnie antes cortar la llamada mandandole la ubicación a su teléfono

—Sera mejor que vallas, ellos te esperan— dijo Liz con una mirada comprensiva bajando del escritorio mientras arreglaba su ropa

Leo no sabía que decir, quería seguir con ella pero también sabía que debía ir con sus hermanos, por unos segundos estuvo parado sin saber que hacer hasta que solo se movío caminando a la ventana, pero antes de saltar por ella se detuvo y la miró con nervios —Liz....lo que pasó hace unos momentos...¿Volveremos a repetirlo?— dijo mientras sentía su cara arder bajo aquella piel verde

Ella se sorprendió por un momento de su pregunta para soltar una pequeña risa divertida y de ternura —Si, a decir verdad...creo que no termino como debería haberlo hecho— contesto con una sonrisa traviesa

El quería decir algo, cualquier cosa pero estaba tan sorprendido y emocionado que las palabras se habían quedado atorado en su garganta, lo único que pudo hacer fue asentir levemente para después solo salir por la ventana y correr, estaba tan feliz, tan eufórico que la adrenalina corría por todo su cuerpo producto de las nuevas sensaciones que acababa de sentir, no tardo mucho en llegar a la ubicación dándose cuenta que era una bodega y al revisarla encontro a sus hermanos notando al instante como ellos estaban siendo acorralados mientras Rafa servía de escudó para protegerlos mientras Donnie y Mike atacaban, bajo con sigilo y creo una distracción haciendo que los soldados del Pie se concentraran en el mientras las demás tortugas aprovechaban la distracción y empezaron a sacar de combate a todos en unos solos minutos mientras los tiros y golpes sonaban con fuerza dejando a las tortugas cansadas terminando de amarrar a los del Pie

—¿Son todos?— pregunto Leo terminando de amarrar al último soldado del pie junto con sus demás compañeros

—Si son todos, de eso estoy seguro— contesto Donnie mientras empezaba a revisar la bodega, pero al igual que los demás había notado que leo parecía demasiado feliz y hasta emocionado, cosa que hizo que todos se miraran entre si mientras leo terminaba de revisar las armas que tenían los del clan del Pie

—Oye hermano, ¿Te puedo preguntar algo?— dijo Mike con curiosidad mientras se acercaba a el con una mirada confundida

—Claro...¿Que sucede Mike?— pregunto Leo notando la mirada confundida de sus hermanos hacia el

—¿Por qué tienes la bragueta abierta?— señalo Mike para hacer que leo bajara la mirada y notará que efectivamente, no había cerrado su bragueta debido a la cantidad de cosas que tenia en la mente

—Bueno....es— murmuro Leo mientras se volteaba y cerraba su bragueta mientras sentía la cara arder de vergüenza —Solo se me olvido— contesto intentando sonar convincente y calmado

—¿Que estabas haciendo para que se te olvidara algo asi?—
pregunto Rafa burlonamente mientras lo miraba con una sonrisa divertida

Leo lo pensó por un momento y recordó el momento tan candente e íntimo que había pasado con ella haciendo que su cuerpo se estremeciera ante el recuerdo de sus labios y caricias—Nada...no estaba haciendo nada— mintió alejándose para seguir "revisando" el lugar, aunque los demás no se creyeron ni media palabra de lo que dijo, no quisieron darle más vueltas al asunto por lo que solo alzaron los hombros con indiferencia para seguir investigando, no tardaron mucho tiempo por lo que en cuanto llamaron a la policía solo se marcharon del lugar en silencio como siempre, al llegar a la guarida para sorpresa de los chicos, April se encontraba ahí y solo los saludo rápidamente para tomar de la mano a leo y desaparecer en el dojo, nadie sabía que pasaba y su curiosidad aumento cuando de la nada April soltó una maldición contra los soldados del Pie cosa que realmente no entendieron

Gracias por esperar a todos, espero y les guste y perdón por la demora