Taehyung acompañó a su madre Hari a hacer algunos trámites, ya de vacaciones no había mucho por hacer, solo intentaba distraerse, pronto darían los resultados del examen de ingreso a la universidad, estaba ansioso, quería entrar a estudiar leyes, y la lejanía de Jisoo era decepcionante en aquellos días, más que nada porque no tenía con quien hablar de sus preocupaciones sobre el futuro.
Mientras iban por la calle, la madre de Taehyung vio un viejo local comercial, donde solía atender una amiga de su madre, era una bruja, o así decía Hari cuando niña, era una vidente, una tarotista.
- Hijo, mira, aquí atiende la señora que leyó mi futuro cuando era joven
- ¿ah sí? – dijo de forma indiferente
- Si, ella me dijo que tendría dos hijos varones, que me casaría con un hombre negocios, y que sería muy feliz
- Vaya – dijo irónico
- Oye, no seas insolente... ven, entremos
- Mamá, no, por favor...
- Vamos, será divertido
Al entrar se sentía en el ambiente el denso olor a incienso en todo el lugar, la señora estaba sentada revisando sus cartas, apenas levantó la mirada, la reconoció.
- Hari, niña, eres tu
- ¿Cómo esta señora? Hace tiempo no la visito
- Que gusto tenerte aquí de nuevo, él es tu hijo, el menor
- Si así es, es mi pequeño
- Ya es todo un hombre, siéntense – ambos hicieron caso a la señora - ¿Cómo puedo ayudarles?
- Solo pasaba por aquí, y recordé lo que me dijo la última vez
- Veo que se cumplió, tuviste dos hijos
- Si, así es – la señora observó a Taehyung con detenimiento, y Hari lo pudo notar - ¿está viendo algo señora?
- Si, veo cosas muy interesantes en la vida de este joven
- Anda hijo, dale tu mano
- Pero mamá...
- No tengas miedo joven, no haré trucos baratos
- Lo siento, es que no creo mucho en estas cosas
- déjame ver tu futuro, y en unos años volveremos a encontrarnos, ahí me dirás si sigues pensando lo mismo – Tae estiró la mano algo escéptico, ella observó muy bien la palma y luego consulto a las cartas – interesante, tu línea de la vida tiene tres líneas influyentes, una mujer y dos hombres, uno eres tú – Tae de inmediato se inquietó
- ¿quién es el otro hombre?
- Alguien parecido a ti, tiene tu edad, de seguro tienen un lazo de hermandad muy fuerte, pero no es tu hermano de sangre – Tae supo que se trataba de Jungkook – y la mujer, es una chica que has estado contigo desde niños, hay amor entre ustedes
- No, no es así – dijo Taehyung con decepción
- Oh, si que lo hay, también hay amor entre ella y ese otro hombre, ambos están en el destino de ella, pero en distintos tramos
- ¿eso que quiere decir?
- Ella estará con ambos, primero con uno y luego con el otro
- Creo que eso ya sucedió – la anciana observó bien
- No, eso aun no ocurre... escucha – el amor llegará a ti, la tragedia te traerá el amor más hermoso que alguien pueda vivir
- ¿la tragedia?
- Si, lamentablemente es así, ella abrirá su corazón para ti, pero solo después de que se haya destruido por completo
- No entiendo
- No necesitas entenderlo ahora, lo entenderás cuando suceda
Taehyung no dejó de pensar en todo el día en aquel mensaje extraño que le dio la vidente, era sin duda inquietante. Por la noche tuvo pesadillas, soñaba que algo malo pasaba, pero al despertar no podía recordar que era aquello que ocurría en la fantasía. Al final, como ya le costaba conciliar el sueño, bajó por un vaso de agua a la cocina, ahí fue cuando notó la fotografía que Jungkook había deslizado bajo la puerta, al leer el mensaje comprendió perfectamente, se había marchado. Guardó la foto en su bolsillo y subió al segundo piso, su madre al parecer había salido, porque no estaba el auto, se asomo al balcón, y vio como Yoongi salía junto a Lisa de casa de los Min, acomodaron a la bebé en el auto, se quedó viendo muy atento todo el ajetreo, parecían apurados, al principio pensó que quizás llevaban a la bebé al hospital, pero pronto vio a Jisoo salir con una gran mochila a cuestas, recordó que Jungkook se había marchado, y sacó sus conclusiones. Jisoo se le quedo viendo a lo lejos, y se despidió con la mano, pronto sintió la presencia de Namjoon a su lado - ¿ocurre algo? – preguntó Nam.
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