ᱸ🌑𓈒݂݂ 6) 𐬏 nuevo vampiro ˖ 𝆬 ྀི

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POV'S OMNISCIENTE:

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POV'S OMNISCIENTE:

El lobo grisáceo aceleró su carrera, cada movimiento calculado mientras zigzagueaba con agilidad entre los árboles, dejando profundas huellas en el barro. El aire frío del bosque rozaba su pelaje, pero Leah apenas lo notaba. Su mente estaba consumida por una sola cosa: Layla.

Nunca antes había sentido una desesperación tan extrema. Su corazón latía con tal intensidad que el sonido resonaba en sus oídos, como un tambor implacable que marcaba el tiempo en una carrera contra el destino. Era incapaz de pensar en otra cosa que no fuera el rostro de Layla, su expresión, su fragilidad, y los finales trágicos que su imaginación no podía dejar de conjurar. Cada pensamiento torturaba su pecho, cada imagen la hacía jadear con angustia. Era como si el aire mismo se negara a entrar en sus pulmones, y sus ojos, brillantes y llenos de lágrimas no derramadas, escudriñaban el bosque con un frenesí que rozaba la locura.

El mero pensamiento de un vampiro acercándose a Layla, de un solo dedo gélido tocando su piel, encendía en Leah una furia tan intensa que se vio obligada a aumentar aún más su velocidad. La rabia que la impulsaba era la de una alma conectada por la imprimación. Sabía, con cada fibra de su ser, que su desesperación tenía raíces profundas en ese vínculo inquebrantable. Pero, aunque reconocía la imprimación como la causa de su devoción, era incapaz de luchar contra el impulso de proteger a Layla, de mantenerla a salvo, incluso a costa de su propia paz mental.

A pesar de saber que Layla era prácticamente una desconocida, la simple idea de que un vampiro la mordiera, que la convirtiera en una criatura de esas, era más de lo que Leah podía soportar. No solo iría en contra del tratado que mantenía la paz en la reserva, sino que significaría perder a su impronta, sufrir una desilusión tan devastadora como la que había experimentado con Sam, pero infinitamente peor. Leah no estaba dispuesta a soportar ese dolor inimaginable de nuevo. Si salvaba a Layla, no solo protegía a una vida inocente, sino también a su propia cordura y corazón, evitando un sufrimiento que la marcaría de por vida.

Leah había pasado demasiado tiempo en su forma lobuna, vagando sin rumbo por la reserva, cuando finalmente decidió acercarse a una zona del bosque. Nunca se imaginó que el aroma de su imprimación, el perfume único y sutil de Layla, se mezclaría tan peligrosamente con el olor repulsivo de un vampiro. El choque fue instantáneo y paralizante. Su instinto de protección se encendió como una chispa en un campo seco, y en cuestión de segundos, Leah se lanzó en una carrera para salvarla.

❝ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐒 ❞ | 𝐋𝐞𝐚𝐡 𝐂𝐥𝐞𝐚𝐫𝐰𝐚𝐭𝐞𝐫 ¹.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora