Un día soñado

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Darien

¿Estoy soñando? Si es así no quiero despertar nunca. Serena, mí Serena estaba a unos cuantos pasos, decir que se ve preciosa es poco, irradiaba belleza como una diosa. Me acerco lentamente hacia ella, tengo miedo que todo esto sea solo un engaño de mi cerebro y que desaparezca de un momento a otro, al igual que yo ella acorta nuestra distancia y entrelaza nuestras manos. Una lágrima solitaria se desplaza por mi rostro, pero a diferencia de todas las que he derramado estos años, es de felicidad

– Estás aquí – digo tomando su rostro con mis manos, pasando mis nudillos por sus mejillas sonrojadas y empapadas por el llanto – dime que esto no es un cruel sueño, que no despertaré de nuevo en medio del dolor y la desesperanza – mi princesa sonríe ¡Dios mío, amaba su sonrisa! Tomó mi mano derecha y la llevó directamente a su pecho

– Siente mi corazón, siente como late con emoción por verte. Estoy viva Darien, yo nunca me fuí – balbuceó con su voz entrecortada. No aguanté más y la acogí en mis brazos, sentí su cuerpo estremecerse igual que el mío, estaba igual de emmocionada que yo. Besé todo su rostro, sus manos, mi más preciado sueño se había vuelto real, volvía a tener el amor de mi vida junto a mí. Nuestras miradas se conectaron, y en ellas transmitimos tantas cosas, nos dimos un tierno beso, de esos que solo juntan los labios, pero eso no bastaba para 5 años de lejanía, ese tierno acercamiento se convirtió en un beso de pasión, de calor, emoción y sobre todo de mucho amor. Dicen que cuando la respiración se corta detenenmos el beso, pero en esta ocasión no fue así, prefería quedarme sin aire que soltarla en este momento, esta vez nunca la dejaría, pero aunque yo quisiera seguir aferrado a mi princesa, teníamos que hablar. Unimos nuestras frente por un tiempo, creo que ella necesitaba encontrar las palabras para contarme todo, porque estoy seguro que Serena nunca me abandonaría. Mi princesa me dió un tierno beso y me guió hasta el sofá de la sala, tomó mis manos y las besó tiernamente, luego secó sus lágrimas y tomó una postura más seria

– Fuimos víctimas de una cruel mentira – dijo – yo nunca te engañé Darien

– Lo sé – me apresuré a hablar – yo no creí que me engañabas Serena, de hecho fui a buscarte, pero – ella puso sus dedos en mi boca indicándome que la dejara hablar

– Tengo tanto que contarte mi amor, por favor escúchame – cuando escuché ese "mi amor" no pde evitar sonreir, el amor que nos tenemos sigue intacto y aunque moría de ganas de besarla y hacerla mía, tenía que escucharla. Serena comenzó a relatar todo lo ocurrido desde el primer día que nos separó el engaño hasta su encuentro con Kaolinet ayer. Por fin pude entender el por qué de su desaparición, el accidente de autobus que no fue fatal y la amenaza cobarde que lanzó Kaolinet en contra de Rei y mía para que ella no me buscara. Llevé mis manos a mi rostro buscando algo de calma, oir todo esto me parecía tan irreal, tan malvado ¿cómo se puede ser tan cruel? ¿cómo se puede separar a un hombre de la mujer que ama y de su...? Y de pronto fue como si el Sol saliera por primera vez luego de una eterna penumbra. Me puse de rodillas en frente del amor de mi vida, lleno de esperanza y anhelos, ella lo notó de una vez, puso su palma suvemente en mi rostro

– ¡Sí! Eres papá de una hermosa niña mi amor – dijo muy feliz. Yo no pude aguantar tanta felicidad en mi cuerpo, me puse de pie abrazando a Serena y dando vueltas con ella. Grité de emoción por largos minutos, creo que los vecinos me odiaban por perturbarlos con mi alegría pero no podía evitarlo, tenía una hija con la única mujer que he amado toda mi vida. Como pude calmé mi euforia, necesitaba saber más, así que después de mas besos apasionados Serena y yo volvimos al sofá

– ¿Cómo es? ¿cómo se llama? ¿cuál es su comida favorita? Quiero saber todo de mi hija, por favor – supliqué

– Se llama Rini, es la niña más adorable que puedas conocer. Desde que nació se convirtió en mi ser más preciado, es el regalo más maravilloso que me has dado – dijo besando mi mano – tanto Rei como yo le decimos ángel, porque realmente fue nuestro ángel guía en los momentos tan turbios que tuvimos que pasar. Le encanta correr, de hecho hace que midamos el tiempo que toma en recorrer una distancia para después intentar romper su propia marca

Al pie del árbol de navidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora