18- El y yo

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Jimin

Nunca en mi vida e juzgado a alguien por su pasado, si una persona de verdad quiere superarse lo demostrará con sus acciones en el presente.

Entonces ¿Quién soy para darle la espalda a mi esposo?

Y aún que no se a fondo y detalles que hacia en el pasado con esa mujer, se que me quiere, se que quiere a nuestro hijo.

Se que el está ocultándome cosas, cosas que aún que no quiera saber en realidad, serán un gran paso para su liberación.

Y yo estaría aquí, pacientemente esperando por el, pero al mismo tiempo cuidando cada uno de sus pasos como su compañero de vida, como su esposo.

Cómo el me cuido a mi, con la misma intensidad y el mismo amor.

Cada vez me sentía más cerca de la victoria y me atemorizaba, porqué si esa mujer era tan cruel como aparentaba ¿Entonces por qué no hacía nada en mi contra?

Se que planea y atacará cuando yo menos lo esperé.

Pero en realidad la estaré esperando porqué yo también puedo atacar.

Entre a casa escuchando las risas de Minsook y su padre en la planta de arriba, sonreí y guarde mi teléfono para seguir hacia donde mi corazón me dirigía.

Porqué no importa lo que haya pasado, se que no tiene la culpa y no voy crucificarlo por ello.

Camine a la habitación de Minsook y los encontré a ambos sentados en el borde de la cama con el álbum de fotos de Minsook cuando era un bebé.

Los recuerdos más hermosos de mi vida.

- Tu papá era demasiado cuidadoso contigo, una vez te caiste en el baño y el sintió como si te hubieras caido por un barranco, no dejo de besarte por una semana y de decirte "Lo siento" cada vez que lo veias.

Minsook rio mirando aquella foto mientras Jungkook suspiraba.

- Y tú no te quedas atrás, no dejabas que Minsook jugará con tierra, ni siquiera podía correr sin esos protectores para sus rodillas, eras realmente demasiado.

Ambos me miraron y sonrieron, me acerque a ellos sentandome al otro lado de Minsook.

- Ambos son protectores, a veces me quejo, pero...Me siento feliz de ser su hijo.- Sonreí dandole un beso en su mejilla, saber que ese pequeño que alguna vez considere una amenaza, me había robado el alma y el corazón, me hacia entender que la vida da demasiadas vueltas.

- ¿Ya están bien?

- Si.- Ambos respondieron al mismo tiempo y por ese momento sentí la tranquilidad que en primer lugar nunca debió abandonar nuestro hogar y nuestra familia.

- Muy bien, ya no más discusiones, ¿Entendido?

- Si papá.

- Si amor.

Me levanté revolviendo un poco el cabello de mi hijo y estire la mano hacia mi esposo.

- Ven, aún no terminamos de hablar.

El miro mi mano y asintió tomándola, para seguirme a nuestra habitación dejando a un Minsook sonriente viendo aquellas fotos.

Como si fueran el recuerdo más hermoso de su vida.

Cuando entramos a la habitación solté su mano y voltee a mirarlo.

- Entonces...¿Estás listo para tener a dos diablillos por toda la casa?

El sin dudarlo asintió, mirando mis ojos.

- ¿Estás seguro? Serán muchos pañales.

- Si.

- Biberones llenos de leche y mucha ropa que comprar.

- Comprare todo lo que ellos necesiten.

- ¿Juguetes? ¿Sillas de comer? ¿Cunas? ¿Comida y más comida de bebes?

- Absolutamente todo.

Sonreí y me acerque enrollando mis brazos en su cuello, el tomó mi cintura e inclinó su cabeza para besarme, pero rodé la cara haciendo que su beso fuera en mi mejilla.

- Qué...

- A mi manera cielo, así lo haremos ahora.

El me miro alzando una ceja.

- ¿Estás tratando de dominarme?

Sonreí

- Lo he estado haciendo desde que me entregaste tu corazón, no es tan malo ¿Verdad?

Su cara cambio y su rostro se torno serio.

Es por ella, se que ella le hizo algo, se que no le gusta ser dominado porqué seguramente ella le hizo creer que tal acto era de sumisos y hombres cobardes, tal y como hacia con ese joven en el vídeo.

Pero yo quiero enseñarte que no es tan malo, quiero curar su corazón, quiero sanar sus heridas, quiero que vea la vida con diferentes ojos.

- No me gusta Jimin.

- Oh, pero hace años fuiste tú quien me pidió que te dominará ¿Lo has olvidado, cariño? Vamos, ahora quiero hacerlo.

Me aleje para buscar en el closet lo que necesitaba, una corbata, si justo eso por ahora.

- ¿Qué estás haciendo?

La tome y me acerque a el, deje un beso en sus labios antes de tomar sus muñecas para juntarlas.

- Jimin...

- No hables.

Sentí sus manos temblar mientras yo las ataba con aquella corbata, sentí su respiración agitada, sabía lo complicado que podía ser esto, sin embargo es necesario enfrentar los miedos para poder superarlos.

Después de haber atado sus manos, gracias a qué lo ví hacerlo con las mías muchas veces, lo tome de los hombros sin dejar de mirar sus ojos y lo guíe a la cama.

Sentandolo en el borde con las piernas abiertas, me subí a su regazo envolviendo su cuello con mis brazos, ahora sí me acerque para besar su boca, era un beso lento, quería que disfrutará de cada toque, de cada roce, de cada suspiro, quería que disfrutara todo.

- Mírame cielo.- Me separé de el tomando sus mejillas para que me mirarla.- No hay nadie aquí, solo somos tu y yo, soy tu Jimin, tu esposo, tu ángel, jamás te haría daño ¿Lo sabes no?

Sus cejas se fruncieron pero estaba seguro de que no estaba prestando atención a mis palabras porqué sus ojos brillaban con intensidad como cada vez que se perdía mirándome.

El asintió perdido y yo sonreí.

Uniendo sus labios con los míos una vez más, sentí todo mi cuerpo reaccionar a el, es fantásticamente delicioso.

Hundiendonos en el placer de sentirnos, de saber que solo somos el y yo, por ahora y por siempre.

Porqué no importa lo que sucedió o lo que suceda.

Somos el y yo por siempre.

Desde la primera vez que lo ví, desde la primera vez que le entregué mi cuerpo, desde el primer te quiero, el primer beso, el primer te amo, e incluso cuando me juro amor eterno en nuestra boda.

Sabía que estábamos destinado a estar juntos, sabía que mi vida cambiaría, sabía que amaría a ese hombre con todo mi ser.

Pero sobre todo sabía que sería feliz a su lado, ahora y siempre.

Incluyendo los problemas que a lo largo de nuestro matrimonio hemos tenido, son esos los que hacen nuestra unión más fuerte, son esos los que revelan nuestra verdad.

Y es que a pesar de cualquier circunstancia, nos amamos con todo nuestro ser, y eso es suficiente.






SR JEON #2 +21✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora